Con el sello personal de Pompeyo Audivert
La teatralidad de Pompeyo Audivert tiene un sello personal. Cada uno de sus espectáculos –tanto los que escribe y dirige como en los que solo asume la dirección– evidencian una posición frente al arte teatral. En estos últimos años, tanto Edipo en
Ezeiza (2013) como Puente roto (2015) buscaban y conseguían entrecruzar cierta tradición escénica y literaria con la historia pasada, pero alejándose del realismo. En esta misma línea se inscribe su último estreno, Operación noc
turna, que lo tiene como autor y codirector junto a Fernando Khabie. Audivert declaró que fue influido por la estética del cineasta estadounidense David Lynch, quien entrecruza “lo cotidiano con lo soñado”. Pero sería imposible ubicar este espectáculo en otro país que no fuera Argentina.
Los fantasmas más nacionales aparecen, desde Facundo Quiroga, la familia Podestá con sus más importantes creaciones, como Pepino el 88, hasta Eva Perón o el homenaje que les rinde a las víctimas de Trelew. Algunos seguidores de Audivert también podrían entablar relación con su instalación Museo Ezeiza 20 de junio de 1973. Aquí el hecho histórico es la muerte de los 16 jóvenes –izquierdistas y peronistas– que habían intentado fugarse del penal de Rawson y luego de entregarse son fusilados, el 22 de agosto de 1972.
Nada es lineal en el teatro de Audivert. Entrecruza fragmentos de Los derechos de la
salud, de Florencio Sánchez (1907), incorporando hasta los mismos nombres y vínculos de sus personajes, con frases del Martín Fierro, de José Hernández, y otros protagonistas de nuestra historia. Presenta un juego de teatro dentro del teatro, con telón y falsos espectadores incluidos. Cada uno de estos fantasmas tiene una estética sumamente cuidada, por lo cual su maquillaje y vestuario lo pondrá en evidencia. Son seres deteriorados que vienen de otras épocas. Es una propuesta escénica coral, todos y cada uno de sus actores son importantes, por eso sería injusto omitir a alguno. Tanto Susana Herrero Markov, Adrián Túfolo, Ivana Zacharski, Milagros Fabrizio, Gustavo Saborido, Andrés Buzzurro, Analía Di Núbila Salerno, Fernando Arfuso y Ramiro Alvarez Peña como Yasmina Khoury hacen trabajos destacables. Ellos, además de actuar, suman otra responsabilidad, que es la de iluminar la escena y autoiluminarse. Este efecto potencia la teatralidad porque está utilizado con creatividad. La intención es que nunca se pierda ese clima de ensoñación. Ope
ración nocturna es una de las mejores propuestas escénicas del teatro alternativo, con el sello de Audivert.