Saldando deudas
El más pequeño de la marca japonesa incorporó un rediseño e importantes componentes de seguridad, como control de estabilidad y hasta seis airbags. Mantiene el amplio espacio interior y la comodidad a bordo como estandartes, aunque su precio es elevado.
Parece mentira que el Honda Fit tenga ya 15 años de historia en el mercado local. En 2003 los autos convencionales apuntaban mundialmente a un concepto monovolumen, que finalmente fracasó. El producto de Honda fue uno de los pocos sobrevivientes, y si bien supo cambiar a tiempo su impronta, nunca perdió la utilidad familiar, signada por el amplio espacio interior. La tercera generación de Fit lleva algunos años alrededor del mundo, pero aquí es un auto nuevo. Se lanzó durante 2017 y recientemente acaba de sufrir su primera actualización estética, que llega con cambio de nacionalidad: hasta hace unos meses llegaba importado de México, pero desde ahora la marca lo importa de Brasil.
REPASO GENERAL
La renovación visual salta a la vista mediante una nueva máscara frontal, que incluye paragolpes, ópticas y parrilla rediseñadas. Esto se percibe también en nuevas luces diurnas de LED integradas a los faros principales, que abandonaron la ubicación en la parte inferior del paragolpes, siendo reemplazadas allí por luces rompenieblas halógenas. El resto permanece sin cambios de importancia. El habitáculo conserva las utilidades prácticas, en las que se destacan respaldos traseros rebatibles de una forma sencilla, junto a la opción ULT, que posibilita levantar los asientos posteriores para que dentro del habitáculo quepan elementos altos sin dañar los tapizados. Con poco más de cuatro metros de largo, la característica de techo elevado permite que en el Fit puedan viajar cuatro adultos cómodamente y con espacio de sobra. Asimismo, el baúl, que ofrece 363 litros, presenta espacio suficiente. En contrapartida la rueda de auxilio es temporal.
EQUIPAMIENTO PLUS
Una de las críticas que le realizamos al modelo que provenía de México era la ausencia de importantes elementos de seguridad. Esta falta fue rápidamente saldada, ya que en esta ocasión hay que mencionar la adopción de airbags laterales y de cortina, como así también control de estabilidad y tracción de serie. En lo referido al equipamiento de confort la dotación es razonable, destacándose en ofrecer
control de velocidad crucero y climatizador automático, que se agregan a un nuevo sistema multimedia, con display táctil de siete pulgadas que agrega conexión en pantalla para teléfonos con sistema operativo Android o Apple. La oferta continúa siendo acotada, y por el precio al que se comercializa la única versión disponible podría contar con elementos tales como techo corredizo o acceso manos libres, elementos presentes en algunos de sus competidores.
CAMBIO MECANICO
La mejora en términos de seguridad trajo consigo una leve reducción tecnológica en el motor. Si bien mantiene la cilindrada en 1.5 litros, el cuatro cilindros con 16 válvulas pasó de ofrecer inyección directa de combustible a un sistema de inyección indirecta convencional. Esto hizo que la potencia se reduzca de 132 a 120 caballos de fuerza, lo que no se tradujo
VERSÁTIL. Una buena noticia es que esta actualizada generación del Honda Fit mantiene el sistema ULT que permite modificar la posición de los asientos para adaptar la capacidad de carga según la necesidad. en cambios prestacionales importantes. En las pruebas demoró 9,7 segundos para el “cero a cien”, dos décimas más lento que el anterior, mientras que el menos potente superó la velocidad máxima en alrededor de 4 kilómetros por hora, llegando a 185,2. El consumo promedio obtenido fue de 14,3 kilómetros litro, medio kilómetro menos que el de 2017, aunque sigue siendo destacable. La razón puede estar por el comportamiento de la transmisión de variador continuo, programada para efectuar siete saltos de relaciones preestablecidos. Tanto la dirección como la suspensión logran un gran confort en la ciudad, y se complementan a un funcionamiento adecuado en la ruta.
REVALUO
Durante septiembre el Honda Fit se comercializa en Argentina a un precio de $ 699 mil, un valor que puede parecer elevado. Sin embargo, con tres años de garantía y el respaldo de una marca con muy buena valoración como lo es Honda, posibles compradores lo pondrán entre sus prioridades a la hora de tener que optar por un auto confiable y espacioso, aunque de tamaño reducido.