La última balada de Harrey Dean Stanton
LUCKY Dirección: John Carroll Lynch Guion: Logan Sparks y Drago Sumonja Intérpretes: Harry Dean Stanton, David Lynch y Ron Livingston Duración: 88’ Origen: Estados Unidos (2017)
Harry Dean Stanton falleció el 15 de septiembre de 2017. Podr ía hablarse de canto del cisne, pero sería traicionar todo aquello que Stanton ha representado durante toda su vida y que adquiere una forma, casi destilada, en Lucky, una de esas películas para entender por qué algunos de nosotros odiamos los gestos, dietas, impostaciones y gritos entendidos como “arte de actuar”.
Lucky es el debut de John Carroll Lynch y está diseñada con Stanton como protagonista, columna (cansada) vertebral con su aura de melancolía nada romántica (él lo hacía sentir más bien como un estado pragmático, así fue en Pa
ris, Texas, en Twin Peaks, en Alien y en Repo Man, por citar algunos ejemplos). Lucky, personaje, tiene 90 años. Fuma un paquete de cigarrillos por día, y parece un cowboy que se dio por vencido. Eso no implica autodestrucción, arrastrarse o nada superficial que se le parezca.
Sus días de yoga, tabaco como base a tierra, comida en el restaurante de siempre, van llegando a su fin. Hasta el médico se lo dice. Entonces, Lucky decide ser la despedida silenciosa de alguien que, como cualquiera, tiene miedo de morir. Lucky entonces deja que Stanton ilumine, con su calma, con su arte, cada rincón: cada instante de su vida cotidiana (desde el intercambio en español en la tienda a las bebidas en el bar de noche con sus amigos –eso incluye a un David Lynch encantador, funcionando como reflejo de otra forma de incandescencia)– se convierte en un reflejo de todo lo que le pasa, de todo lo que lo pisa esa presencia concreta de la muerte. Pero no hay necesidad de histrionismo. Ahí es donde Lucky demuele: Stanton transmite casi de forma radiactiva su partida, su abrumada condición. Su Lucky entiende su crepúsculo, y aunque no se resista, eso tam- poco implica que se doblegue. Es torpe leer estereotipos en la vida de Lucky y del film: es una película que decide mostrar tan poco, tan apenas, y desde allí dejar a Stanton que transmita que es injusto creer que hay caricaturas.
Aunque a Stanton le quedaban un par de papeles, Lucky se siente inevitablemente su despedida, haciendo que personaje y actor se mezclen, de la misma forma en que Lucky se funde con el paisaje del western. Eso no afecta el hecho de que Lucky es una perfecta fábula sobre el cansancio que genera la proximidad de la muerte.