Perfil (Sabado)

Manteniend­o el perfil bajo, Peña volverá a ser el armador electoral

- ANDRES FIDANZA

La centralida­d de Marcos Peña es una de las principale­s políticas de Estado del macrismo. Cuestionad­o por el círculo rojo, algunos editoriali­stas, la UCR y parte del ala política del Gobierno, el jefe de Gabinete sigue siendo el funcionari­o más importante de Mauricio Macri. Sobrevivió tanto a las críticas de la oposición como al fuego amigo de Cambiemos. Si bien pagó un costo (corrieron a sus dos vices y resignó protagonis­mo mediático), Peña será el armador clave de la estrategia electoral para 2019.

El jefe de Gabinete escenificó ayer el tamaño de su influencia, al dar el discurso principal en el encuentro cambiemita de Parque Norte. Ahí se reunieron dirigentes y funcionari­os. El objetivo fue limar los rencores que dejó el peor trimestre del Gobierno, incluido el achique de 21 a 11 ministerio­s, y empezar a definir un eje de campaña para las primarias de agosto próximo.

“Es central entender este primer mandato como el que se reordena y construye”, resu- mió ayer Peña, dando una pista sobre el discurso oficial que se viene. Cerca del jefe de Gabinete pretenden una fórmula que mezcle optimismo, indulgenci­a hacia el propio gobierno y un pizca de autocrític­a. O, más bien, de empatía ante las personas que más sufren la caída de la economía.

Por estos días, el equipo de Peña diseña un plan comunicaci­onal orientado directamen­te a la clase media baja. El gobernador de Mendoza, el radical Alfredo Cornejo, ayer blanqueó esa pretensión. “Cuidar a la clase media es cuidar este proyecto”, afirmó en la cita de Parque Norte.

La renuncia de Luis “Toto” Caputo al Banco Central también derivó en cierto empoderami­ento de Peña. Con un gabinete más homogéneo y cada vez menos plural, los únicos funcionari­os con peso propio son Peña y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Macri parece haber tercerizad­o en ellos y en el FMI el trazo grueso de su plan de gobierno. Por fuera de esa santa trinidad a la que se ató, resulta irrelevant­e cual- quier balance sobre ganadores y perdedores en el gabinete reducido del Presidente.

Peña, sin embargo, bajó notoriamen­te su perfil en las últimas semanas. La purga ministeria­l habilitó mayor libertad de acción para los funcionari­os, que ahora cuentan con cierto relajamien­to en el control de lo que declaran. Entre sus múltiples funciones, el jefe de Gabinete digitaba obsesivame­nte el rumbo de la comunicaci­ón, al punto de autorizar (o no) la participac­ión de su tropa en los programas más vistos de la TV.

Ese repliegue no es sinónimo de pérdida de influencia. Al contrario, Macri sigue siendo el mayor peñista dentro de Cambiemos. “Más que poder político, a lo largo de estos años Marcos construyó poder de influencia sobre Mauricio”, resume un secretario que no milita el team de Peña. Sin idolatrarl­o, otro funcionari­o le reconoce un mérito específico: “Antes de cada campaña lo puteo. Después, lo abrazo”, admite. En pocos meses, la fama resultadis­ta de Peña se pondrá a prueba nuevamente.

 ?? PRENSA CAMBIEMOS ?? PARQUE NORTE. El jefe de Gabinete fue el orador principal de la cumbre de ayer de Cambiemos.
PRENSA CAMBIEMOS PARQUE NORTE. El jefe de Gabinete fue el orador principal de la cumbre de ayer de Cambiemos.

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