El Senado vota por Kavanaugh, pero pide que lo investigue el FBI
La Comisión de Justicia recomendó la nominación del juez propuesto por Trump. Las protestas forzaron a la Casa Blanca a posponer su tratamiento en el recinto.
La balanza política se inclinó ayer levemente a favor de Donald Trump y los republicanos, pero el proceso de nominación del juez conservador Brett Kavanaugh aún no terminó y amenaza con ocasionar más dolores de cabeza a la Casa Blanca. Desoyendo las protestas de cientos de manifestantes en las escalinatas del Capitolio, la Comisión Judicial del Senado aprobó su candidatura para la Corte Suprema, un día después de que el magistrado negara haber abusado sexualmente de tres mujeres, en una dramática audiencia pública en la que también declaró una de ellas, Christine Blasey Ford. La designación de Kavanaugh debe ser votada por el pleno del Senado, que decidió posponer una semana la sesión para que el FBI investigue las acusacio- nes contra el jurista propuesto por el gobierno.
“Ordené al FBI que realice una investigación complementaria para actualizar el expediente del juez Kavanaugh. Como pidió el Senado, esta actualización deberá estar completada en menos de una semana”, aseguró Trump en un comunicado.
Los miembros de la comisión del Senado votaron según su filiación partidaria: los once republicanos respaldaron a Kavanaugh, mientras que los diez demócratas rechazaron su pliego. El republicano Jeff Flake, que estaba en duda y confirmó su apoyo en el último minuto, pidió que se retrasase el voto final. “Este país está siendo destrozado. Tenemos que asegurarnos de que sigamos el debido proceso aquí”, declaró. Minutos antes, había sido increpado en el ascensor del Senado por dos víctimas de abusos sexuales. “¿Qué les estás diciendo a todas esas mujeres? ¿Qué me está diciendo a mí? Míreme cuando le hablo. Me está diciendo que mi agresión no importa, que lo que me pasó no importa y que va a llevar a quien hace estas cosas al poder”, le espetó una de ellas.
La polarización política se acentuó tras la controvertida nominación, que, de ser confirmada, daría a los conservadores el control de la Corte, cuya composición es vitalicia. “Las consecuencias legales de la confirmación del juez Kavanaugh estarán reflejadas en sus votos y decisiones en temas en los que la Corte está profundamente dividida, como el derecho de las mujeres a abortar fetos no viables, derechos electorales de las minorías y de los pobres, derechos de los inmigrantes y, hasta cierto punto, las garantías de los acusados de haber cometido crímenes”, explicó a PERFIL el profesor de la Universidad de Massachusetts Sheldon Goldman.
La disputa en el Senado, donde los republicanos tienen una exigua mayoría de 51 legisla- dores, monopolizó la cobertura de los medios de comunicación, que emitieron el jueves en “cadena nacional” el desgarrador testimonio de Ford y la airada respuesta del juez.
Elecciones.
La nominación de Kavanaugh es un boomerang que amenaza con complicar al presidente Donald Trump en los comicios de medio término. Según una reciente encuesta del Pew Research Center, la controvertida designación es la principal preocupación que tienen los votantes de cara a las elecciones del 7 de noviembre.
El 72% de los encuestados sostiene que el control del Congreso será un factor clave a la hora de votar. El 60%, en tanto, considera que la elección será una expresión de apoyo o
“Brett me tocó y trató de sacarme la ropa. Creí que iba a violarme”, declaró Ford
rechazo a Trump. De ellos, el 37% afirma que votará “contra” el presidente, mientras que el 23% lo hará por sus candidatos. En promedio, el 76% considera que la designación del próximo juez de la Corte Suprema será un tema decisivo a la hora de emitir su voto. “La consecuencia política de la confirmación de Kavanaugh puede ser la pérdida de las mayorías republicanas en la Cámara de Representantes y el Senado en las próximas elecciones”, señaló Goldman.
Testimonio.
Ford, una psicóloga que vive en Palo Alto, había declarado el jueves ante el Senado. “Fui empujada a la cama y Brett se lanzó arriba mío. Comenzó a manosearme todo el cuerpo y a frotar su cadera sobre mí. Brett me tocó y trató de sacarme la ropa. Creí que iba a violarme”, reveló a los senadores. Tras un breve receso, Kavanaugh negó enfáticamente la acusación. “Su testimonio ha sido poderoso, honesto y rotundo”, lo defendió Trump. A cinco meses de los comicios, la Casa Blanca se juega el todo por el todo para tener una “mayoría automática” conservadora.