Las ‘fake news’ se multiplican sin fin en el combate electoral
En un escenario de fuerte polarización, las noticias falsas inundan
¿Bolsonaro fue realmente apuñalado? ¿Haddad cree que los niños son propiedad del Estado? Las noticias falsas se viralizan en las redes sociales brasileñas como reguero de pólvora.
“Hecho comprobado: Jair Bolsonaro fabricó el atentado contra él mismo para ganar el corazón de electores indecisos”, dice uno de los mensajes difundido tras la puñalada recibida el 6 de septiembre por el ultraderechista, favorito en las encuestas.
La teoría conspirativa sobre la “fake facada” (puñalada falsa) se registró en el 40,5% de los perfiles que comentaron el evento, según un estudio de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).
Las “fake news”, que dominaron el escenario político estadounidense durante la campaña que eligió a Donald Trump en 2016, se adueñaron de la campaña brasileña y
apuntan contra todos los candidatos.
“Al cumplir 5 años, ¡el niño pasa a ser propiedad del Estado. Nos cabe decidir si el niño será niña y viceversa!”, asegura una declaración atribuida al petista Fernando Haddad en un meme compartido más de 150 mil veces en Facebook desde el 23 de septiembre hasta el miércoles, cuando fue retirado.
El servicio de verificación del proyecto Comprova determinó que no hay indicios de que el candidato haya hecho tal declaración.
Las noticias falsas son “otra herramienta del juego político, como la propaganda electoral”, explicó Pedro Burgos, creador del proyecto Impacto.jor, que analiza mediante robots la repercusión de notas periodísticas.
“Ahora aparecen más [gracias a internet] porque las noticias falsas forman parte de la historia de todas las elecciones”, afirmó.
El 48% de los brasileños utiliza internet para informarse sobre los comicios
Compromiso.
Aunque todos los partidos hayan firmado un compromiso de colaboración contra las noticias falsas, es difícil controlar ese tsunami de desinformación.
“La comprobación de datos es una contención de daños, pero el daño ya está hecho y lo que se puede hacer es disminuirlo un poco, ya que probablemente ese material siga difundiéndose”, estimó Fabricio Benevenuto, profesor de Ciencia y Computación de la Universidad Federal de Minas Gerais y coordinador del proyecto “Eleições Sem Fake”.
La Justicia Electoral realiza campañas educativas y montó equipos para controlar la propaganda virtual.
De su lado, los políticos salen a desmentir historias en el valioso horario electoral televisivo o sobre sus propios servicios de chequeado.
Análisis.
Para detectar noticias falsas, en Brasil funcionan al menos nueve núcleos de análisis. Estos se dividen entre aque- llos que verifican contenidos audiovisuales, como Cromprova (que engloba a 24 medios locales), y las agencias que corroboran los discursos de personas públicas. Comprova desmiente un promedio de 11 por semana y las agencias de chequeo siete.
Como el 48% de los brasileños utiliza internet para informarse sobre los candidatos, las consecuencias de esta desinformación en las urnas serán difíciles de medir.
Sin embargo, para Burgos las “fake news” “tienen mucho menos influencia de lo que se piensa”, ya que generan “adhesión en personas que ya están hiperpolitizadas”. Su papel es “reforzar las diferencias tribales, sin cambiar necesariamente el voto”.