Tironeos con la firma que busca el ARA San Juan
Lo que en un principio parecía una decisión irrevocable se convirtió en un conflicto de alta tensión entre el Gobierno y la compañía norteamericana Ocean Infinity. Sucede que la firma ya planeaba retirarse momentáneamente de la búsqueda del submarino ARA San Juan, desaparecido desde noviembre último. ¿Los motivos? En un comunicado, a través de los familiares de los 44 tripulantes, su cúpula reconoció que tuvo que suspender la travesía porque “les resulta inútil seguir ampliando áreas”. El mensaje no deja lugar a dudas: el navío allí no está y le “reclama” a la Armada que hasta no tener información veraz no seguirán buscando.
A las dos horas de conocerse la novedad, el propio Ministerio de Defensa tuvo que intervenir para revertir la decisión. Una fuente cercana al ministro Oscar Aguad le aseguró a PERFIL que discutieron fuertemente con la empresa y que tras negociar, “finalmente se van a quedar a completar el contrato”. “Hasta que no cumplan los 60 días efectivos de trabajo no se van. Ahora se están yendo a Comodoro Rivadavia para hacer reaprovisionamiento”, señalaron.
En otro comunicado, OI dejó en suspenso su decisión: el director de la misión en el Seabed les informó a los familiares que “quedó en suspenso la decisión comunicada a la mañana de suspender la búsqueda”. Por lo pronto, completarán el área 11 en los próximos días.
La Armada, en tanto, difundió un comunicado en el mismo sentido: “La Armada informa que ante la solicitud de la empresa Ocean Infinity de suspender transitoriamente las operaciones, ha coordinado con la misma la continuidad de la búsqueda en cumplimiento del contrato vigente”.
Hay un hecho todavía más grave: Ocean Infinity, a menos de quince días de cumplir el contrato (y con posibilidad de prorrogarlo por sesenta días más), iba a eludir la jurisdicción argentina para atracar el jueves próximo en Punta Arenas, Chile. Se especula que allí la Justicia no iba a poder dictar una interdicción del buque. Un especialista que conforma la Comisión Bicameral sostuvo que “siguiendo ese plan, nadie podría haberle impedido la salida, ya que podría haber salido por el Pacífico directo a aguas internacionales sin pasar por jurisdicción nacional”.
Diversas fuentes le confiaron a PERFIL que el motivo del “stand by” que intentó poner Ocean Infinity sería un jugoso contrato con Petrobras para inspeccionar tuberías en plataformas petrolíferas. Aseguraron que el CEO de la compañía estadounidense, Oliver Plunkett, estuvo el 15 de octubre en Río de Janeiro cerrando el negocio en persona. Este medio se comunicó con los representantes legales de la compañía y evitaron responder al respecto.
Otro factor era el costo diario de la operación. Tal como publicó PERFIL, cada día de búsqueda le sale a la empresa no menos de 40 mil dólares. De acuerdo con la licitación, bajo el contrato vigente No Cure - No Pay, si la empresa se retiraba dejaba de embolsar los 7,5 millones de dólares pautados en caso de hallar el navío. Si no encuentran al submarino ni pueden aportar datos sobre dónde está no cobrarán un centavo. En total barrieron más de 117 mil kilómetros cuadrados.
Tanto el teléfono de Aguad como el del vicealmirante José Luis Villán fueron los destinatarios de los reclamos (e insultos) de los familiares. Incluso amenazaron con volver a encadenarse en Plaza de Mayo. “El daño que causó en las familias la incertidumbre es innegable”, señaló la abogada querellante Lorena Arias sobre los trascendidos. Y añadió: “Las querellas estás estudiando qué pasos legales seguir”.