UNA DELANTERA LETAL
GOLEADORAS DE UAI URQUIZA Y LAS ELECCION
Disputadas seis fechas del Torneo de Primera División del Fútbol Femenino de la AFA, UAI Urquiza no solo es el líder del Grupo B con puntaje ideal sino que es el más goleador del torneo, con 49 tantos a favor y tan solo 4 en contra. Y las dos responsables de esta extraordinaria campaña de Las Furgoneras, que van por el pentacampeonato, son las delanteras Mariana Larroquette, autora de 12 tantos, y Belén Potassa, que convirtió 6.
“Tuve la suerte de nacer en una familia futbolera. Empecé a jugar a los 6 años gracias a los amigos de mi hermano mayor, Fernando, que, como era patadura, entonces un día me invitaron a mí y, como les gustó cómo jugaba, me eligieron en su lugar”, cuenta Larroquette, la máxima artillera del fútbol femenino gracias a los 45 goles que marcó la temporada pasada.
Larroquette, de 25 años, empezó a jugar de niña en Bogado de Castelar, pero cuando cumplió los 14 no la dejaron compartir el equipo con los varones y tuvo que buscar uno femenino, que en ese entonces no abundaban. Así llegó al club Los Andes, de Vicente López, y después jugó ocho años en River y uno en Universidad de Chile. Gracias a esa trayectoria llegó a la Selección, que el próximo 8 de noviembre jugará el repechaje ante Panamá para clasificar al Mundial de Francia 2019.
Después de escuchar atentamente a su compañera de dupla ofensiva en UAI Urquiza, Potassa toma el balón entre sus manos para hablar sobre su gran pre- sente en el conjunto de Villa Lynch y de su carrera, que la llevó a jugar en Rosario Central, San Lorenzo, Santiago Morning de Chile y Boca. Los más de 300 goles que convirtió a lo largo de su trayectoria la convirtieron, además, en una de las figuras infaltables en la selección argentina.
Como el resto de sus compañeras, Potassa tiene que hacer grandes sacrificios para poder jugar al fútbol. “A la mañana trabajo en la recepción de la UAI, por la tarde entreno en el club o con la Selección, y cuando puedo curso alguna materia de la carrera de Profesorado de Educación Física, me falta un año y medio para recibirme. A casa vuelvo cerca de las 9 de la noche, fundida, pero no paro porque tengo que lavar la ropa, cocinar y volver a armar la mochila para el otro día. Por suerte, vivo con otras cinco jugadoras en un departamento que nos paga el club y nos ayudamos mutuamente”, explica.
Y finaliza la goleadora: “Se viene un noviembre cargado de sueños, porque quiero clasificar con la Selección al Mundial de Francia y después ganar la primera Libertadores de toda mi carrera. Sé que son dos sueños difíciles, pero siento que los voy a cumplir”.