Siete muertos en un nuevo ataque de EI contra los cristianos coptos
Siete cristianos coptos murieron ayer en Egipto cuando hombres armados abrieron fuego contra el autobús en el que viajaban, en un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Las víctimas se encontraban a bordo de un autobús que transitaba por la provincia de Minya, unos 200 kilómetros al sur de El Cairo, donde efectuaban una peregrinación al monasterio de San Samuel.
“Un bus transportando coptos fue atacado cerca del monasterio de San Manuel (...) causando siete muertos y siete heridos”, confirmó una fuente de los servicios de seguridad.
“Se disparó contra un autobús transportando a un grupo de coptos cuando volvían del monasterio de San Samuel”, precisó la fiscalía general, que anunció que abriría una investigación y destacaría un equipo al lugar.
El obispo Makarios, de la provincia de Minya, indicó que el ataque había tenido lugar “en la carretera del monasterio de San Samuel”, y precisó que el vehículo se dirigía a Sohag, unos 500 kilómetros al sur de El Cairo. Reivindicación. Estado Islámico reivindicó el atentado a través de su órgano de propaganda, la agencia Amaq.
“Los autores de la emboscada que se les tendió a los visitantes (cristianos) en la ruta al ‘monasterio de San Samuel’ en Minya son combatientes de Estado Islámico”, indicó Amaq en un comunicado publicado en el servicio de mensajería Telegram.
En mayo de 2017, hombres armados mataron a 28 peregrinos coptos, entre ellos muchos niños, cuando viajaban a bordo de un autobús. Egipto respondió a este ataque, reivindicado por EI, con bombardeos aéreos contra campamentos yihadistas en Libia. Pésame. “Mi pésame, con una profunda tristeza, a los márti- res que cayeron hoy en manos de traidores”, escribió el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, en Twitter.
“Deseo que los heridos se restablezcan rápidamente y confirmo nuestra determinación de seguir combatiendo al terrorismo y perseguir a los autores”, prosiguió.
Un brazo de EI está activo en el norte de la península del Sinaí, desde donde ataca a las fuerzas de seguridad, sobre todo desde que el ejército derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, en 2013.
También ataca a cristianos coptos, unos diez millones, lo que obligó a decenas de familias a huir de la región.