CON PUBLICO O SIN PUBLICO
El debate abierto por el presidente Macri sobre si es pertinente o no que haya público visitante en el partido final de la Copa Libertadores plantea preguntas inevitables: ¿es posible cumplirlo?, ¿es un riesgo para los que vayan?, ¿es un capricho de Macri?, ¿es una cortina de humo para tapara la recesión, la devaluación, la baja de la venta de autos, la pauperización de la clase media, etc etc etc?, y ¿es posible que estemos todo el fin de semana hablando de esto? Más allá del lógico debate, conviene dejar en claro que no todas las actividades humnas son iguales. Sí, hay cosas que se pueden hacer en público y son una excelente idea (un partido de fútbol, por caso), pero también hay otras cosas que pueden hacerse en público y son una pésima idea. Veamos las diferencias:
COSAS QUE SE HACEN CON PÚBLICO (Y SON UN PROBLEMA):
Marcelo Gallardo yendo al vestuario en Brasil. Los tuits de Donald Trump (y los de Macri). Casarse con Maradona. La vuelta a la radio de Ari Paluch. Los comentarios de Esmeralda Mitre. Del mismo modo, hay otras actividades que pueden hacerse sin ningún tipo de público y son una gran idea (por ejemplo, el sexo y otras intimidades por el estilo), aunque también están aquellas otras cosillas que se hacen en privado y que no parecen ser la mejor opción. Estas son:
COSAS QUE SE HACEN SIN PÚBLICO (Y SON UN PROBLEMA):
Julio De Vido en calidad de ministro (lo de “calidad“es un decir). José López visitando monasterios. Tener un hijo con Maradona. Los videos de Martín Ciccioli. Votar a Bolsonaro. Hay que dejar claro que todo parece ser una cuestión de personajes, momentos y circunstancias. Y que no se mezclen, claro.