PEQUEÑO AVENTURERO
El producto de entrada a la marca del óvalo incorpora una nueva variante con estilo aventurero, que se posiciona como tope en la remozada oferta. Se acopla a un nuevo motor 1.5 litros de tres cilindros y 123 caballos como única opción para todas las versiones.
La llegada de nuevos exponentes a segmentos conformados por crossovers y camionetas pequeñas ha hecho florecer nuevas alternativas dentro del sector. Los autos accesibles son el escalón de entrada a nuevos compradores de automóviles, que en algún futuro buscarán posiblemente migrar hacia un auto más grande, o equipado. Pero el paso previo bien podría ser un escalón intermedio, es decir un hatch pequeño, con adeptos típicamente emparentados a la creciente moda aventurera. Eso es lo que propone Ford con el nuevo Freestyle del Ka, que se posiciona como la alternativa más costosa de la oferta, con la que difiere no solo por el formato exterior o sus pretensiones, sino también por diversas mejoras en las suspensiones para obtener un andar más sólido y despreocupado por los deteriorados caminos de nuestra región. Producido en Brasil, ya está a la venta en nuestro mercado, disponible únicamente con transmisión manual de cinco velocidades. ‘Aventurizado’ Con detalles típicamente usuales en este concepto de vehículo, el nuevo Ka Freestyle se manifiesta moderno y atractivo. En su fisonomía apenas se perciben cambios de estilo, que son comunes a toda la gama del pequeño auto de Ford, y pasan por nuevos formatos de paragolpes y grilla frontal de mayor tamaño. A su vez, esta versión en particular agrega componentes en tono oscuro, que conforman pasarruedas y zócalos, como también barras de techo. Al mismo tiempo cuenta con parrilla y llantas de diseño específico, en color gris oscuro, mismo tono empleado por los espejos exteriores. Con 3,95 metros de largo, en esta versión se han ensanchado las trochas unos tres centímetros, suficiente para esbozar una carrocería algo mejor plantada. Esto fue necesario porque la altura libre al piso también se incrementó alrededor de dos centímetros con respecto a las versiones convencionales, merced a la implementación de una suspensión revisada, que otorga un muy buen equilibrio entre confort para la ciudad y respuesta dinámica. Modernidad En su panel central el nuevo Ka incorpora una nueva pantalla táctil flotante de 6,5 pulgadas, disponible también en las opciones SE y SEL. Por primera vez disponible en la gama, el sistema multimedia posee la función MirrorLink, para reflejar funciones o aplicaciones de nuestro smartphone en la pantalla táctil, mientras que también se hace presente la cámara de retroceso, con el fin de facilitar las maniobras de estacionamiento. Como diferencia, en este Freestyle el color del panel de a bordo marrón puede parecer algo aburrido o poco moderno, aunque se combina decorosamente con un revestimiento de techo en negro. Las butacas tapizadas parcialmente en tela y símil cuero, junto a una postura al volante fácil de lograr y comandos principales bien ubicados, hacen que la vida a bordo sea agradable. Las plazas posteriores cuentan con espacio suficiente para que dos adultos de talla media puedan viajar decorosamente, mientras que un tercer pasajero viajará con menor comodidad en la plaza central. El baúl, con tal solo 257 litros de espacio, se advierte bastante limitado. Por debajo del piso aparece la rueda de repuesto de tamaño temporal, una contra que se intensifica en una versión orientada para el uso al aire libre. No hay dudas al decir que el Ka es el auto más seguro del segmento inicial. A la incorporación del ESP
en toda la gama, tanto las versiones SEL como también este Freestyle ofrecen un total de seis airbags, frenos con antibloqueo ABS, anclajes Isofix para sillas infantiles, luces rompeniebla delanteras, control de tracción y asistente al arranque en pendientes. Al mismo tiempo en Ford aseguran que se trabajó en reforzar la estructura de este renovado compacto, que en pruebas de choque previas había obtenido una puntuación poco feliz.
Corazon a nuevo
Con un nuevo motor de tres cilindros en línea, de 1.5 litros de cilindrada, que desarrolla una potencia máxima de 123 caballos de fuerza, el Ka denota una enérgica reacción que se siente desde bajo régimen. El moderno impulsor que incorpora tecnología, tales como apertura variable de válvulas, emite un sonido ronco a altas revoluciones, común a todos los motores de cilindros impares. Sin embargo no se lo percibe vibrador, mientras que desarrolla prestaciones más que adecuadas de acuerdo a sus pretensiones. Por ejemplo acelera de cero a cien en 10,8 segundos, y alcanza una velocidad máxima limitada de 180 kilómetros por hora, con un consumo muy reducido, que llegó a un promedio de 14,4 kilómetros por cada litro de nafta, debido en parte a reducido consumo en la ciudad. En este ámbito también se agradece un esquema de suspensiones bastante mullido. La transmisión manual de cinco velocidades cuenta con una relación final algo larga, que permite que el motor gire a un régimen descansado, favoreciendo así el confort acústico, ya que, recordemos, por su concepción, no es de los más silenciosos.
Competitivo
Con la reciente escalada de precios que se vive en nuestro país, hablar de valores convenientes puede ser chocante. La oferta del Ka arranca con la versión S, disponible desde 459.800 pesos, que se elevan hasta los 565.200 pesos de la versión full SEL con caja manual de cinco marchas. Con la misma configuración motriz y de equipamiento que este último, el Freestyle agrega el look aventurero y diversos cambios funcionales y de estilo, por un valor total de 584.700 pesos. Por todo esto, junto a la cobertura de la garantía por tres años o cien mil kilómetros, puede decirse que la relación precioconveniencia la advertimos como satisfactoria.