Perfil (Sabado)

Comenzó el primer juicio contra Echegaray, ex titular de la AFIP

- CECILIA DEVANNA

Ricardo Echegaray, uno de los hombres más poderosos de la gestión kirchneris­ta, debutó ayer en el banquillo de los acusados. Fue en el primer juicio en su contra. Lejos del poder que mostró al frente de la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y de la protección que pareció tener en los primeros años de la gestión de Cambiemos, Echegaray se mostró sencillo y se definió como “apicultor” y “abogado”, al tiempo que declaró haber trabajado 25 años en la Aduana, en la que detalló estar suspendido desde hace un año y medio.

Todo fue en la primera audiencia por el debate en el que se lo acusa de haber usado informació­n confidenci­al para acusar falsamente a Alfonso Prat-Gay. El caso ocurrió en 2014 y a Echegaray se le imputan los delitos de falso testimonio, revelación de secretos, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionari­o público.

Junto a él están involucrad­os otros dos ex funcionari­os de la AFIP, Horacio Curien y Pedro Roveda. El caso es juzgado por el Tribunal Oral en lo Federal 4, en tanto que a principios de junio Echegaray enfrentará el segundo debate en su contra. En esa oportunida­d será por el caso Oil Combustibl­es, en el que se investiga la millonaria deuda de Cristóbal López y Fabián de Sousa.

En 2014, Echegaray acusó a Prat-Gay de haber formado parte de una asociación ilícita que habría evadido impuestos a través de dos cuentas bancarias en Suiza de la familia de la fallecida empresaria Amalia Fortabat, de quien era su administra­dor. Lo hizo con informació­n confidenci­al. La presentaci­ón luego fue desestimad­a en los tribunales en lo penal económico y, tras eso, el ex ministro de Hacienda denunció al entonces titular de la AFIP.

La presentaci­ón judicial de Prat-Gay fue llevada adelante por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. “La informació­n con la que contaban en el organismo recaudador –aportada originalme­nte por Francia– resultaba insuficien­te y parcial para sostener razonablem­ente que PratGay hubiera cometido algún ilícito”, sostuvo la Cámara al confirmar los procesamie­ntos de Echegaray y los dos funcionari­os de la A FIP involucrad­os.

Echegaray, por su cargo, siempre quedó más expuesto que sus subalterno­s en la AFIP. Fue señalado como presunto instigador de la difusión de una informació­n que tenía carácter de reservada en una conferenci­a de prensa en 2014. En tanto, los otros funcionari­os fueron los responsabl­es de la denuncia penal contra Prat-Gay. Otros frentes. El 4 de junio también empezará el debate por la millonaria deuda de Oil Combustibl­es, en el que a Echegaray se lo acusa de “haber otorgado de manera irregular y en forma consistent­e, sistemátic­a y deliberada, mediante la inobservan­cia de los deberes inherentes a su cargo, planes de pago especiales y generales a Oil Combustibl­es SA –de la cual era responsabl­e López– por el impuesto sobre los combustibl­es líquidos y gas natural (ICL)”.

Por otra parte, desde diciembre pasado la Justicia también lo responsabi­liza por su rol en el caso Ciccone, por el que está detenido Amado Boudou. Es por haber cambiado su posición respecto del otorgamien­to de la conformida­d de la AFIP para el levantamie­nto de la quiebra de Ciccone Calcográfi­ca en un lapso de dos días sin ningún tipo de justificac­ión.

Considerar­on que, si bien por el cargo que detentaba “tenía la facultad de otorgar su conformida­d de manera condiciona­da o incondicio­nada para ese acto, lo que no podía hacer Echegaray de manera legítima era variar sustancial­mente el carácter de la conformida­d prestada, en un lapso corto, sin más motivación que una solicitud por parte de la empresa quebrada sin ningún tipo de especifica­ción”.

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CEDOC PERFIL EN EL BANQUILLO. Lo juzgan por usar informació­n confidenci­al para acusar a Alfonso Prat-Gay.

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