“La crisis impacta, pero el voto pone en la balanza otras cosas”
—¿Qué resultado prevé?
—Vamos a ganar. No lo digo desde la euforia, sino desde la confianza de los números. Cuando nos lanzamos creían que era un amague para posicionarnos. Nos moviliza gobernar. Y lo transmitimos: las encuestas nos favorecen, a excepción de los folletos del oficialismo.
—¿Cuáles son las diferencias entre su propuesta y la de Suárez?
— Queremos continuar el ordenamiento de Cornejo, pero corregir errores. Mendoza tiene potencial, pero viene adormecida. Hace años que tenemos administradores, y no alguien transformador. Falta osadía. Otras provincias ya nos superan en ingresos.
—¿Por qué no aceptó un lista de unidad?
—Las PASO están para usarlas. Si no, las eliminamos y ahorramos plata. La gente debe decidir, y no las cúpulas. Algunos se sienten incómodos así. Es autoritario imponer fórmulas, con acuerdos que ponen contentos a pocos.
—¿Desde Casa Rosada le dieron la venia para competir?
—No me dijeron nada. Tuvieron una actitud de respeto. Lo hablé con el Presidente a fin del año pasado.
—¿Cómo percibe el ánimo de los mendocinos hacia Macri?
—Las dificultades económicas impactan. Pero el voto de la gente pone en la balanza otras cosas. Valoran que funcione el Poder Judicial, que se hable de cultura del esfuerzo. Nos dicen: “Queremos un país normal y que no vuelvan los chorros”. No podemos volver al pasado. En Mendoza hay un clima más favorable hacia Cambiemos que en otras provincias.
—¿Qué opina de las críticas de la UCR?
—Bien por el resultado de la Convención Radical: ratificó la pertenencia a Cambiemos. Pero mal por el proceso. Fue innecesario. Generó desgaste y debilitamiento. Discutieron la autoridad del Presidente para posicionar a la UCR. Estás o no. No se puede estar un poquito. Tampoco le sirvió al radicalismo no ser claro, ni salir a bancar el proceso de cambio.