PRIMAVERA CON ACENTO FRANCES
A un promedio de cien kilómetros de París pueden visitarse algunos de los jardines más bellos que dejaron los tiempos de esplendor. La mansión donde vivió el pintor Claude Monet durante 43 años inspiró a todos sus contemporáneos. Y aún sigue haciéndolo.
Ochenta kilómetros al norte de París, muy cerca de la ribera occidental del río Sena, se encuentra Giverny. Aunque estuvo poblado desde el Neolítico, la historia de este pueblo rural cambiaría para siempre en 1883, cuando el pintor Claude Monet alquiló la casa que luego compraría. Con los años, él y su familia fueron sembrando lirios, trazando senderos verdes y poblando estanques con nenúfares y un puente japonés, para crear el jardín de sus sueños, el que inpiraría varias de sus obras impresionistas. Además del jardín de este artista, que inspiró los trabajos de Cézanne, Renoir, Pisarro y Matisse, en Normandía existen alrededor de otros 120 ejemplos de paisajismo que recorren las más variadas composiciones ornamentales francesas e inglesas.
Didier Wirth, propietario del Château de Brécy en la Normandía francesa, explica que enterró el cableado eléctrico porque estaba a la vista. En su opinión, el jardín estrictamente simétrico del castillo del siglo XVII tiene que poder contemplarse sin ningún tipo de obstáculos a la vista.
Con precisión, varios jardineros podan las plantas en forma esférica, cónica y de campana. También sorprende el cuidado de los arbustos de boj, que parecen trazar un bordado vegetal. Nadie sabe quién seguirá con