Trump asegura que Irán está detrás de los ataques a dos petroleros en el golfo de Omán
Donald Trump acusó ayer a Irán de estar detrás del ataque a dos petroleros en el golfo de Omán, acusaciones que Teherán rechaza, en una escalada en la guerra dialéctica entre los dos países que ha desatado la tensión en el Golfo.
Dos petroleros, uno noruego y otro japonés, sufrieron ataques de origen desconocido mientras navegaban cerca del estrecho de Ormuz, una de las principales vías del mundo para el comercio de petróleo.
El Front Altair, cargado de nafta, sufrió tres explosiones que provocaron un incendio. La armada iraní rescató a los 23 miembros de la tripulación y los trasladó al puerto de Bandar Abbas, según la compañía propietaria del barco.
Kokuka Courageous, un metanero, fue blanco de disparos aunque su carga está intacta, informó su operador japonés, Kokuka Sangyo. La Marina estadounidense rescató a los 21 miembros de la tripulación y los escoltó hasta el puerto de Khor Fakkan, en Emiratos Arabes Unidos.
Según el propietario, la tripulación vio un “objeto volador” que se acercaba. “Entonces hubo una explosión.” Acusación.
Cuatro navíos, tres de ellos petroleros, padecieron ataques similares frente a las costas de Emiratos Arabes Unidos, por los que Trump señaló a la República Islámica.
“Irán lo hizo, y se sabe porque se ve el barco”, dijo Trump en una entrevista en la cadena Fox, después de que el Pentágono publicara imágenes del suceso. En el video se ve a tripulantes de lo que parece ser una embarcación de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen iraní, retirando “una bomba lapa sin explotar” del casco de uno de los buques atacados.
“Vemos el barco, con una mina que no ha explotado y está firmada por Irán”, aseguró Trump, quien agregó que los Guardianes de la Revolución, considerados por Washington como organización terrorista, “no querían dejar ninguna prueba detrás de ellos”.
“No lo tomaremos a la ligera”, advirtió.
Rusia, aliado de Irán, condenó “severamente” los ataques y pidió a Estados Unidos que no “saque conclusiones precipitadas”, mientras que China apeló al “diálogo”.
Los aliados de Washington en la región condenaron también los ataques. Arabia Saudita mostró su “gran preocupación” y los Emiratos Arabes Unidos denunciaron una “escalada peligrosa” en la región.
“Irán es responsable de los ataques en el golfo de Omán”, dijo el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, que denunció “una escalada inaceptable por parte de Irán”.
Por su lado, el jefe del Pentágono, Patrick Shanahan, aseguró que los ataques no son un problema estadounidense, sino mundial, y pidió alcanzar un “consenso internacional” para poner fin a la situación.
“Sabotaje diplomático”. El canciller iraní, Mohamad Javad Zarif, acusó a Estados Unidos en Twitter de utilizar “la diplomacia del sabotaje”.
La cadena informativa en inglés del Estado iraní escribió en Twitter que los Guardianes de la Revolución fue “la fuerza más cercana a la escena del incidente” y que Irán había sido “el primero en ir allí para salvar a las tripulaciones”.
El presidente iraní, Hassan Rohani, de visita en Kirguistán, acusó a Washington de ser una “grave amenaza para la estabilidad en la región y el mundo, al violar las reglas internacionales”.
La región sufre una escalada de la tensión entre Irán y Estados Unidos desde que, hace un año, la administración Trump decidió abandonar unilateralmente el acuerdo internacional nuclear iraní y restableció las sanciones económicas contra Teherán. Washington envió en mayo refuerzos militares a Oriente Medio para evitar ataques “inminentes” de Irán contra intereses estadounidenses.
Estados Unidos acusa al régimen iraní de tratar de perturbar el abastecimiento de petróleo a nivel mundial con el cierre del estrecho de Ormuz, por donde pasa el 30% del crudo global transportado por vía marítima, una amenaza blandida en el pasado por Teherán.
Los iraníes “no van a cerrar el estrecho, no se cerrará, no se cerrará en mucho tiempo y lo saben. Ya se les ha dicho en los términos más fuertes”, advirtió Trump en la entrevista con Fox.
Los precios del petróleo subieron después de los ataques. Ayer, el barril de Brent para entrega en agosto valía 61,50 dólares en Londres, 19 centavos más que al cierre del jueves. En Nueva York, el barril de WTI para entregar en julio subió 13 centavos, a 52,15 dólares.