Nuevos sabores pensando en el ambiente
Una nueva modalidad ligada al turismo busca desarrollar actividades gastronómicas sin desperdiciar los recursos naturales ni perjudicar el ambiente. El apoyo de la FAO.
El 18 de junio se festejó el “Día de la Gastronomía Sostenible” que implica realizar actividades gastronómicas sin desperdiciar los recursos naturales ni perjudicar el ambiente. Elegir alimentos producidos localmente, consumir los de la temporada, y probar en los viajes productos locales también es una forma de contribuir a la economía local y mantener las tradiciones culinarias. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, trabaja a nivel mundial con la alimentación, la agricultura y los recursos naturales. El objetivo es lograr la seguridad alimentaria y garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para una vida saludable mitigando el cambio climático.
“La celebración del Día Mundial de la Gastronomía Sostenible es un reconocimiento de esta expresión cultural, que pone en juego un sinfín de recursos naturales, alimenticios y creativos, al servicio de hacer de puente o de nexo entre los productores y los consumidores, colaborando en prácticas amigables con el medio ambiente y para la salud humana”, comentó Elizabeth Kleiman, Responsable de Nutrición y Seguridad Alimentaria de FAO en Argentina.
El recetario “Salud, Saberes y Sabores” se elaboró con la finalidad de recuperar el conocimiento culinario tradicional de las mujeres de América Latina y el Caribe. Eecopilando 23 recetas utilizadas por mujeres latinoamericanas del mundo rural, provenientes de 20 países quienes cocinan a diario bajo la protección de la biodiversidad y la seguridad alimentaria y nutricional. Sus técnicas de siembra, cultivo, cosecha y resguardo de las semillas han permitido mantener la calidad y el equilibro de los patrones alimentarios de sus familias y de las comunidades donde habitan, desarrollando una agricultura limpia, integral y resiliente y una agricultura inteligente al clima. “La alimentación de nuestras familias es lo más importante. Tener un buen trato con la madre naturaleza y consumir los alimentos que producimos, nos hace ser mujeres que buscamos la autosuficiencia en los alimentos” afirma desde su México natal, Neyi Melva Muñoz Pérez e invita a saborear “sopa de bolitas de masa con chipilín”, planta perteneciente a la familia de las leguminosas rica en hierro, calcio y betacaroteno. La cubana Leona Ford sorprende con un “pudín de harina de maíz a la cocada” y Paul Juvena oriunda de Haití seduce los paladares con la “oblea de yuca básica”, a la cual pueden agregarse distintos ingredientes: coco, cacahuete, sésamo y azúcar. Es importante destacar que la “yuca” es el cuarto producto básico en el mundo después del arroz, el trigo y el maíz.
“Para mí es un orgullo ser coya, de un pueblo indígena, morocha y de color cobrizo. Cuando era pequeña y celebraba a la Pachamama, una identidad en mí muy profunda. Si hay algo que aprendí del campo, es que nada está solo: todo está enlazado de una manera armónica e integradora. Le agradezco a la vida que pude combinar el saber que me enseñaron en casa con el saber que aprendí en la facultad”, afirma Magda Choque Vilca, jujueña ella mientras cocina un sabroso guiso de quinua.
Cuando elegimos consumir alimentos cultivados localmente y productos de temporada estamos cambiando los hábitos de compra de las empresas locales. Ampliar la dieta con alimentos olvidados supone incorporar vitaminas y minerales. En la historia de la humanidad, de 30.000
“Salud, Saberes y Sabores”es un recetario tradicional de mujeres de Latinoamérica.
especies de plantas comestibles se han cultivado entre 6.000 y 7.000 para alimentos, y utilizamos unas 170 a nivel comercial. Sólo 30 de ellos todos los días. Incorporar otros alimentos permitirá enriquecer nuestras dietas, proteger la agricultura, combatir el cambio climático, mantener vivos los conocimientos tradicionales y potenciar los medios de subsistencia de pequeños campesinos y productores locales”.