Preparados, listos...
La producción agropecuaria, como nunca antes, se ve cuestionada en su forma de trabajar.
Por un lado están los consumidores de los países que compran los agroalimentos argentinos, que exigen saber de qué manera se producen aquello que consumen. Por otro lado están las poblaciones urbanas ubicadas en zonas de alta producción, que les piden a sus legisladores medidas restrictivas para el uso de agroquímicos. En AgroActiva, el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Agroindustria, Santiago del Solar, señaló que
“nos preocupan y sabemos que hay mucho por hacer. Hemos trabajado con distintas entidades e instituciones y profesionales sobre las pulverizaciones porque sabemos que se pueden hacer bien y con tecnologías que permitan buenas prácticas”. Según el funcionario se ha elaborado un documento para trabajar con las provincias que tienen la potestad en esta materia. Las buenas prácticas agrícolas deben estar acompañadas de experiencias científicas. “Las distancias arbitrarias que pretenden establecer cierta cantidad de metros no tienen ninguna base científica y no ayudan a la producción. Los cuidados que nos brindan las tecnologías nos ayudan a tener una agricultura sostenible y mirando hacia adelante”, afirmó el funcionario. El hecho de que se haya llegado a esta situación demuestra que el sector agropecuario se ocupó durante mucho tiempo de precuparse por lo que pasa tranqueras adentro. Por ello se hace necesario que las instituciones y organismos ligados con el campo realicen reuniones, eventos y hasta charlas en las escuelas para demostrar que la agricultura se puede hacer de una manera segura y que es necesario un marco regulatorio cuyo control permitirá separar a los que no trabajan de manera segura.
“Los cuidados de las tecnologías nos ayudan a tener una agricultura sostenible”.