Perfil (Sabado)

SIGA AL CONEJO BLANCO

Como en la obra de Lewis Carroll, que nació en esta ciudad universita­ria, seguir a alguno de los animalitos que pastan junto al Támesis es llegar a un mundo de maravillas en donde las tradicione­s se conservan ensamblada­s con la modernidad.

- PAIGE MCCLANAHAN*

Alo largo de los siglos, la universida­d más antigua del mundo angloparla­nte ha tenido gran influencia en esta ciudad con la que comparte el nombre, como los visitantes pueden atestiguar. Al pasear por las calles antiguas de Oxford, y escuchar las conversaci­ones en un maravillos­o espectro de acentos —sobre matemática­s y música ca y las complejida­des de la política kurda— es fácil sentir tir que la universida­d contagia su sapiencia. ia. No obstante, Oxford d es mucho más que la academia enclaustra­da.

Con su entorno natural idílico, sus industrias dinámicas en campos tan diversos como la publicidad, la salud y la manufactur­a de automóvile­s (el Mini i se hace aquí), esta comunidad de más de mil años de antigüedad en la ribera del Támesis está tan animada, y encantador­a, como siempre.

Día 1. De todo el mundo Cabezas encogidas. Lanzas. Cerbatanas para dardos envenenado­s. En Oxford abundan el arte y los artefactos sombríos para admirar (para eso, Ashmolean es una excelente opción), pero no se olvide de las inusuales coleccione­s de Pitt Rivers, un museo de la era victoriana con objetos extraídos de los rincones más lejanos del Imperio Británico. Los artículos en exposición no están organizado­s por edad ni origen, sino según la función de cada uno (los mazos de cartas de todos los continente­s y distintas eras, por ejemplo), e invita a sacar sus conclusion­es. Entrada gratuita, pero con donación voluntaria.

Flotar sobre los canales y ríos de Oxford es tanto un pasatiempo como una excelente manera de explorar la ciudad, en especial en los meses más cálidos. Cuando el sol comienza a ocultarse, diríjase al cobertizo para botes del Puente del Magdalen, donde puede alquilar una chalana, una balsa de madera perfecta para las tranquilas vías fluviales de la ciudad (22 libras, la hora –o US$ 27,54–; que puede transporta­r hasta cinco personas). En la pequeña tienda que está al lado del embarcader­o, compre Pimm’s (cuatro libras cada una), una bebida británica clásica del verano, afrutada y fresca. Luego, tome su tiempo para recorrer las tranquilas aguas junto al Christ Church Meadow.

Al regresar, g , es fácil no identifica­r d de inmediato Arbequina, un restaurant­e de tapas sobre la calle Cowley Cowley. Este pequeño y discreto dis local atra atrae a los jóvenes pr profesiona­les se sentados a lo la largo de la e elegante barra d de metal. Tiene u un limitado pero s sublime menú d de pequeños y de deliciosos platos esp españoles. De postr postre, pida una rebana rebanada de tarta de Santiago Santiago, un esponjoso y dulce pastel de almendras (5 libras). La cena con vino, 20 libras libras. Día 2. Caminata académica Suba la torre de la iglesia universita­ria de Santa María Virgen (entrada a la torre, 4 libras) para disfrutar la clásica vista de los “capiteles de ensueño” de la ciudad; después da un paseo a pie por el corazón de la academia de Oxford. Admire la fachada majestuosa de la Cámara Radcliffe y dirija su mirada

hacia el espectacul­ar techo pintado del Teatro Sheldonian (entrada, 3,50 libras); tome una foto del fotogénico y famoso Puente Hertford, mejor conocido como el Puente de los Suspiros; luego, únase a una visita guiada de la Bodleian, la principal biblioteca de la universida­d. El recorrido (seis libras los 30 minutos) incluye una escala en la Escuela de la Divinidad, con sus quinientos años de antigüedad, un espacio abovedado con un techo majestuoso que los fanáticos de Harry Potter tal vez reconozcan como la enfermería de Hogwarts. Para terminar, visita la recién renovada Biblioteca Weston, donde las exposicion­es temporales (y gratuitas) dan realce a tesoros modernos y antiguos de la inmensa colección de la universida­d.

Es difícil no inspirarse con tanta riqueza intelectua­l, así que podrá elegir algún material de lectura en Blackwell’s Bookshop, que sacia las ambiciones literarias de los estudiante­s y habitantes de Oxford desde 1879. Con toda facilidad, invertirá más de una hora explorando los tres pisos de la tienda, incluyendo la sección de libros raros en el último piso.

The Vaults and Garden es uno de esos pocos lugares en el mundo donde disfrutar una comida orgánica de ingredient­es locales en un salón de seteciento­s años de antigüedad. En verano siempre hay espera, pero la vale la pena; el menú cambia a diario pero siempre hay ensaladas frescas, curris, estofados y delicias del horno. Mientras come verá la Antigua Casa de la Congregaci­ón con sus techos arqueados del año 1320. La comida para una persona tiene un costo de

Multipliqu­e por 52 cada precio en libras, para tener una idea del valor en pesos

doce libras.

Los lugareños todavía frecuentan el mercado cubierto de Oxford, que abrió sus puertas en 1774, para comprar productos agrícolas, horneados, carnes y flores frescas, pero también podrá disfrutar el arte de artistas locales que se expone en The Covered Arts o ver desde la vereda cómo preparan las tortas de The Cake Shop. Antes de irse, compre un pastel por 1,90 libras para comer por el camino.

El Jardín Botánico de Oxford, fundado en 1621 como un vivero de plantas medicinale­s, es el más antiguo del Reino Unido. En el Jardín Inferior descubrirá caña, cannabis, vainilla y otras “plantas que cambiaron al mundo. Pasee por los invernader­os de vidrio para observar plantas carnívoras, helechos, cactus y azucenas de todo el mundo. Entrada, 5,45 libras. La Universida­d de Oxford cuenta con unos treinta colegios, comunidade­s académicas en las cuales los asistentes estudian y, a menudo, viven y comen. Los colegios —que tienen entre treinta y más de seteciento­s años de antigüedad— algunas veces están abiertos a los visitantes, quienes pueden caminar de puntitas por los verdes patios interiores, las solemnes capillas y los comedores, mientras los estudiante­s y profesores transcurre­n su día. Christ Church College es popular entre los turistas, pero Magdalen College —con su claustro tranquilo, su extenso parque de venados y sus floridas áreas verdes junto a un canal— es igualmente de impresiona­nte (entrada, seis libras). A las 18 hs., en la capilla, podrá escuchar al célebre

Coro que participa en el servicio vespertino (los servicios se celebran todos los días, a excepción de los lunes, dentro del trimestre escolar).

The White Rabbit, cuyo nombre se inspira en el clásico de Lewis Carroll que el autor escribió en Oxford, sirve buenas pizzas y cerveza a una multitud de estudiante­s, lugareños y visitantes. La cena para una persona cuesta en promedio 15 libras.

Camine en dirección norte hacia Jericho Tavern, un relajado pub de barrio que ofrece música en vivo, deliciosos platillos de bar y una buena variedad de cervezas de barril. La banda de rock Radiohead — cuyos miembros se conocieron cuando hacían el secundario en Abingdon, al sur de Oxford— tocaron aquí por primera vez en 1986, y Jericho sigue presentand­o grupos prometedor­es, así como otros más conocidos. Día 3. Junto al Támesis Vuelva a Port Meadow el último día, una vasta expansión de canales que es la zona de pastoreo del ganado local desde hace un milenio. Observe los conejos, las flores silvestres, las aves acuáticas mientras sigue el sendero junto al Támesis, que recorre el extremo occidental del Meadow. A dos kilómetros, se encontrará con las ruinas de la Abadía de Godstow, un exconvento que se fundó en el siglo XII. Fue en un viaje en bote hasta Godstow un día de verano de 1862 cuando Charles Dodgson —un matemático de Oxford mejor conocido por su pseudónimo Lewis Carroll— les contó una historia maravillos­a a la joven Alice Liddell y a sus hermanas, la que publicó unos años después. Termine su caminata en el bello y antiguo pueblo de Wolvercote, en el extremo norte del Meadow. Ahí encontrará Jacob’s Inn, donde podrá comer carne horneada con papas, una porción generosa de verduras y suaves budines de Yorkshire. Pida una mesa en el jardín para comer junto a cabras, pollos y cerdos entre las sombrillas y macetas (Por persona, 20 libras). Durante los fines de semana es necesario hacer reserva. Luego, si lo desea podrá regresar en autobús. Galería de fotos en: fb/perfilcom IG:@perfilcom

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FOTOS: SHUTTERSTO­CK RIO CHERWELL. (Arr. izq.) Es un afluente del Támesis que recorre el condado de Oxfordshir­e. Por él circulan los archivisto­s botes de madera de los visitantes de la ciudad. (Ab.) El llamado Puente de los Suspiros une dos partes del Hertford College sobre New College Lane.
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FOTOS: THE NEW YORK TIMES / TRAVEL
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SHUTTERSTO­CK LONGEVO. Algunos de estos muros remontan al 1400 y antes tambièn tambièn. Sobre la calle Cowley (izq.) hay varios lugarees de diversas comunidade­s donde comer.
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