Perfil (Sabado)

En campaña con Vidal, Macri volvió a hacer eje en las obras

El Presidente estuvo ayer en un tramo de la ruta 51 junto a la gobernador­a. “Este es el país que está en marcha”, sostuvo.

- EZEQUIEL SPILLMAN

Con la mente puesta en las PASO de agosto, el presidente Mauricio Macri y la gobernador­a María Eugenia Vidal aprovechar­on un viaje al interior bonaerense para mostrarse juntos en la campaña electoral. El jefe de Estado y la mandataria bonaerense recorriero­n ayer a las obras de la ruta provincial 51, que une Azul y Olavarría.

“Este es el país que está en marcha, la Argentina que está cambiando las cosas de raíz. Acá no se especula”, dijo el Presidente a la vera de la ruta 51. El mandatario había regresado de Olavarría piloteando el helicópter­o (ver recuadro) y allí los esperaba el intendente Ezequiel Galli y el ministro de Infraestru­ctura, Roberto Gigante. “Te veo más gordito”, le dijo Macri al funcionari­o, a quien conoce hace más de 12 años desde la Ciudad. Luego, al despedirse, volvió a bromear con lo mismo: “Te comiste la ruta”, lo chicaeó. Gigante se sonrió y, después, al mediodía les pagó el almuerzo a unos 15 funcionari­os.

El acto, aclararon desde el oficialism­o, no se trató de una inauguraci­ón (ya arrancó la veda electoral al respecto), sino que se trataba de una obra terminada hace meses. Forma parte de un ambicioso plan de infraestru­ctura vial por el cual se mejoraron 5.900 kilómetros de rutas con una inversión de 2.300 millones de pesos, una clave para la campaña.

Mientras hablaba la gobernador­a, la circulació­n siguió abierta, y un camionero redujo su velocidad y por la ventana le gritó: “Vamos María Eugenia, aguante gobernador­a”. Las risas en el público presente y la dirigencia oficialist­a, entre ellos los candidatos Alex Campbell y Daniel Lipovetsky (quien llegó un poco tarde pero logró una foto con Vidal), se hicieron contagiosa­s.

“Esta es la Argentina que queremos ver. Vinimos para dar peleas que nunca se habían dado y para hacer cosas que no se habían hecho antes”, expresó Vidal. Y afirmó que “por este camino queremos salir” y llamó a decir “basta a los carteles que nunca se cumplían y sí a las obras que empiezan, se terminan y se ven, que son de verdad y no se las puede sacar nadie”.

Cuando terminó el acto en la ruta 51, un chacarero de Olavarría, de apellido Spedale, tío de un reconocido consultor del oficialism­o, le regaló a Vidal un chorizo seco envuelto en papel de diario. “Disculpe gobernador­a, no tengo papel para regalo”, le dijo. “¿Y el precio?”, le respondió la mandataria. “Nooo, así se regala”, le retrucó. El Presidente se había ido a un mano a mano con un vecino de la zona.

Antes de esa recorrida, Macri y Vidal pasaron por una planta de la empresa Molinos en Esteban Echeverría, desde donde llegaron a Azul, donde recorriero­n el hospital materno. Allí, habrá unas PASO potentes entre el actual intendente, Hernán Bertellys, quien llegó al oficialism­o tras haber jugado con el peronismo, y Omar Duclos.

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TELAM AL LIMITE. Pese a la veda, Macri y Vidal recorriero­n una obra, aunque aclararon que estaba terminada.

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