Iglesias dio un paso al costado y Sánchez podría formar un nuevo gobierno
El camino hacia la reelección del socialista Pedro Sánchez quedó más despejado ayer ante la decisión del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de no aceptar ningún cargo en un eventual gobierno de coalición con el PSOE, que el Parlamento español votará la próxima semana.
“No seré la excusa para que el PSOE evite ese gobierno de coalición” con Podemos, afirmó Iglesias en un video que colgó en las redes sociales, en el que también exigió que la presencia de su partido sea “proporcional a los votos” que obtuvo en las elecciones.
Este paso de Iglesias podría facilitar la investidura de Sánchez la semana próxima, tres meses después de las elecciones de abril.
Tras su mal resultado en las elecciones de abril, cuando pasó de 71 a 42 diputados, Podemos espera mantenerse a flote acoplándose a un gobierno de coalición con el PSOE.
Iglesias también pidió que sea su partido el que elija a los dirigentes de su espacio que se incorporen al futuro gabinete.
Tras la declaración de Iglesias, fuentes socialistas dijeron a la prensa española que Sánchez considera ahora que “hay que empezar la negociación por los contenidos: primero programa y luego Gobierno”.
“Sin vetos ni imposiciones podemos llegar a un acuerdo”, agregaron las fuentes.
Crisis. El jueves, Sánchez decidió interrumpir las negociaciones con Podemos para definir una coalición, y calificó a Pablo Iglesias como “el principal escollo” para un acuerdo.
Sánchez había alegado “desavenencias muy importantes” con Iglesias, sobre todo en el tema de Cataluña, región donde una tentativa de secesión en 2017 generó una de las peores crisis políticas en España, todavía sin superarse, y cuyos impulsores están presos, procesados por la Justicia española.
El líder de Podemos, en línea con los independentistas catalanes, llama “presos políticos” a los dirigentes encarcelados.
Iglesias “habla de presos políticos y yo necesito un vicepresidente que defienda la democracia española, que defienda que España es un Estado de derecho, social y democrático”, afirmó Sánchez.
Sin mayoría. El PSOE ganó las elecciones, pero sin mayoría absoluta, con 123 de los 350 escaños de la Cámara baja. Por eso necesita los 42 diputados de Podemos para que Sánchez pueda continuar al frente del Ejecutivo.
También deberá contar con los votos de varios partidos regionales y, según los anuncios hechos por las distintas formaciones, de una parte del independentismo catalán.
Una primera votación ocurrirá el martes, donde Sánchez necesitará una mayoría absoluta de 176 votos, que no posee.
Pero si el jefe del gobierno garantiza el apoyo de Podemos y de otras formaciones regionales, podría imponerse el jueves, cuando en una segunda votación le bastan más votos a favor que en contra, y donde las abstenciones cuentan a su favor.
El PSOE necesita los votos de Podemos y de varios partidos regionales