Atentado AMIA. Estados Unidos acusó a un jefe del Hezbollah como coordinador del ataque.
El Departamento de Estado ofrece una recompensa de 7 millones de dólares por el paradero de Salman Raouf Salman, el prófugo que busca la Justicia argentina. Además, el Tesoro ordenó congelar cualquier activo a su nombre.
Ama Estados Unidos impuso ayer sanciones financieras a uno de los presuntos “cerebros” del ataque a la AMIA, identificado como Salman Raouf Salman. Las sanciones del Tesoro de los Estados Unidos congelan cualquier activo del hombre de Hezbolah, luego de que Argentina incluyera también a la organización entre los grupos que identifica como “terroristas”. Además, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofrece una recompensa de 7 millones de dólares por información sobre su ubicación.
Según aseguró el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos para Terrorismo y Finanzas, Sigal Mandelker, al anunciar la sanción, el acusado “coordinó un ataque devastador en Buenos Aires, Argentina contra el centro judío más grande de Sudamérica hace 25 años y desde entonces ha dirigido operaciones terroristas en el Hemisferio Occidental para Hezbolláh”. En paralelo, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, manifestó en público, en su discurso en la Segunda Conferencia Ministerial Hemisférica Contra el Terrorismo, que Washington ponía precio a su cualquier dato que conduza a su paradero.
Desde el Gobierno celebraron la decisión de Washington. Fue el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, quien se manifestó en declaraciones al diario Clarín, durante la ministerial en el Palacio San Martín que “la Argentina ha experimentado el uso de recompensas en la búsqueda de prófugos con resultados exitosos. Nos parece bienvenida esta contribución para que la ciudadanía encuentre aún más motivación para que las personas que cometen estos delitos atroces colaboren”.
La reciente movida del presidente Mauricio Macri de firmar el decreto que crea el Registro de Entidades y Personas sospechosas de Terrorismo no pasó desapercibido en las altas esferas de la Casa Blanca. John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, lanzó un efusivo tuit al respecto: “Estados Unidos celebra la designación de la organización Hezbollah, aliada de Irán, como terrorista, por la Argentina. Continuaremos nuestros esfuerzos conjuntos para cortar el financiamieto de Hezbollah, y la capacidad de Irán de planificar ataques terroristas. Es hora de apagar las luces en ese que llaman el partido de Dios”.
Además del reconcimiento de uno de los halcones de Washington, Kenneth Blanco, director de la FinCEN, la agencia del Departamento del Tesoro equivalente a la Unidad de Informaciones Financieras argentina, emitió un comunicado felicitando al presidente Macri y a la UFI por su decisión de catalogar a la organización libanesa bajo el rótulo de terrorista. “La UIF tomó la valiente acción de congelar los activos pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah e incluirla en un registro público para determinar sanciones contra sus miembros o entidades vinculadas”, señaló el comunicado oficial.
En las investigaciones de los fiscales, Raouf Salman figura como el responsable de coordinar el ataque antes de huir a Foz de Iguazú, dos horas antes del golpe.