Perfil (Sabado)

Bloqueo en España: el PSOE dinamita los puentes con Podemos

El gobierno dio por muertas las negociacio­nes para una coalición de izquierda. La ‘pelea de cartel’ entre ambas fuerzas podría precipitar nuevas elecciones.

- FACUNDO F. BARRIO

Tras el fracaso de la investidur­a en el Parlamento de su candidato presidenci­al Pedro Sánchez, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dio ayer por muertas las negociacio­nes con Unidas Podemos (UP) para formar un gobierno de coalición, lo que aumenta las chances de que España tenga que ir dentro de dos meses a nuevas elecciones. Por ahora, tanto el PSOE como UP persisten en una pelea de cartel en la que no cabe lugar para preguntas programáti­cas.

El PSOE ganó los últimos comicios, pero no tiene los votos suficiente­s en el Parlamento como para investir en soledad a Sánchez, hoy presidente en funciones, por lo que necesita negociar con otros partidos. Desde el principio, la estrategia socialista fue negociar el apoyo de UP a cambio de cargos de importanci­a relativa en el futuro gabinete, es decir, apuntar a un gobierno de coalición de izquierdas con hegemonía del PSOE.

Eso no solo dejó al margen de entrada a las dos grandes fuerzas de derechas, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), que votaron contra Sánchez, sino que además, derivó en un eterno juego de regateo entre el gobierno y la fuerza que lidera Pablo Iglesias. Sin que nunca se hablara de un programa de gobierno, no hubo acuerdo sobre los ministerio­s a repartir y UP se abstuvo dos veces sobre la investidur­a del líder socialista, lo que la hizo naufragar hasta nuevo aviso.

Habrá una última oportunida­d de conciliar el 23 de septiembre, cuando tendrá lugar un nuevo debate de investidur­a en el Parlamento, otra vez en dos sesiones. Si entonces vuelve a haber bloqueo, tendrá que convocarse a los españoles a las urnas para el 10 de noviembre.

Luego de la sesión fallida del jueves, Sánchez había dicho vagamente en una entrevista televisiva que volvería a intentar su investidur­a dialogando con todas las fuerzas políticas. Pero pronto quedó claro que, para el PSOE, la abstención de UP en la votación marcó un quiebre. “La negociació­n ha ido en serio, pero ese espacio concluyó ayer (con el fracaso de la investidur­a)”, comunicó Carmen Calvo, vicepresid­enta del Ejecutivo en funciones y negociador­a del PSOE. “No podemos hacer ahora como si no hubiera ocurrido lo de ayer. Esa vía ya no está abierta”, dijo en referencia a la búsqueda de un gobierno de coalición, y agregó que “toca explorar otras situacione­s para evitar elecciones”.

Oferta. La oferta final del PSOE para UP había sido una vicepresid­encia y tres ministerio­s −Vivienda, Sanidad e Igualdad− “en el corazón del proyecto político del gobierno, que es la justicia social”, según Sánchez. “Todo fue rechazado”, protestó el candidato presidenci­al en su discurso parlamenta­rio. Iglesias le contestó a los pocos minutos. “Aceptamos todo lo que nos pidieron, hasta un veto personal sin precedente­s”, en alusión a la negativa de Sánchez a que Iglesias fuera incluido en el Consejo de Ministros. “Solo les pedimos una participac­ión proporcion­al a nuestros votos”, reclamó el secretario general y cofundador de UP, quien insiste en que su fuerza quiere “competenci­as” en el futuro gobierno.

A hora esa propuesta socialista ya ni siquiera está sobre la mesa. Calvo manifestó que el PSOE no está dispuesto a reiniciar las negociacio­nes para un gobierno de coalición ni a estudiar las últimas proposicio­nes de UP. En la tesis del socialismo, la única ofer ta que hoy queda en pie es que UP acepte un gobierno en soledad del PSOE. Lo mismo corre para el PP y Cs.

La conducción de UP reaccionó de manual al endurecimi­ento de la postura de los socialista­s: dejando la mano tendida, pero sin abrirla más. La vocera de UP en el Parlamento, Ione Belarra, volvió a llamar al gobierno a un proceso de negociació­n “con lealtad y seriedad en el que se respete a todas las partes”. Belarra jugó la misma carta que UP muestra hace meses: dijo que el PSOE debería reflexiona­r porque “nadie entendería que buscaran el apoyo de la derecha cuando la gente quiere un gobierno progresist­a”. Desde el principio de las negociacio­nes, los dirigentes de UP sugirieron que la sesión final de septiembre podía ser el momento más adecuado para llegar a un acuerdo. En cambio, el PSOE siempre se autoimpuso el debate de esta semana como límite para encaminar un gobierno de coalición.

Sin embargo, ayer también empezaron a hacerse públicas algunas vacilacion­es al interior de la alianza que conforma UP. Izquierda Unida, que cuenta con seis diputados dentro de la bancada, salió a decir que apuesta por continuar las negociacio­nes con el PSOE en torno a la exigencia de un acuerdo de “bases programáti­cas”, aún si eso fuera en el marco de un gobierno en soledad de los socialista­s.

Habrá una última oportunida­d de conciliar en el Parlamento el 23 de septiembre “Aceptamos hasta un veto personal”, dijo Iglesias sobre la exclusión de su propio nombre

Prescinden­cia. En la vereda opuesta, el r ival histór ico del PSOE, el PP, se mantiene prescinden­te y a la expectativ­a. Los conservado­res no tienen ningún interés ni ganancia potencial en facilitarl­e las cosas a Sánchez. Mientras el PSOE intenta ponerle presión y adjudicarl­e una parte de la responsabi­lidad por el horizonte de nuevas elecciones, el PP repite una verdad: desde el principio, el líder socialista se embarcó en la búsqueda de una gobernabil­idad de izquierdas que solo ofrecía a la derecha el papel de oposición.

El presidente del PP, Pablo Casado, insistió ayer en que “toda España” vio a Sánchez decir que quería un gobierno progresist­a. “El bloqueo tiene un responsabl­e en exclusiva: quien ha ido a la investidur­a y la ha perdido”, dijo Casado, y pidió que su rival “no haga responsabl­es al resto de los partidos”.

Lo cierto es que, después de tres meses de negociacio­nes, Sánchez solo consiguió el apoyo de un diputado ajeno al PSOE: José María Cantarbia, del Partido Regionalis­ta de Cantabria.

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 ??  ?? SIN ACUERDO. El PSOE comunicó ayer al rey Felipe la falta de acuerdo en el Parlamento para investir un Ejecutivo. Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, consideró insuficien­te la oferta de Pedro Sánchez.
SIN ACUERDO. El PSOE comunicó ayer al rey Felipe la falta de acuerdo en el Parlamento para investir un Ejecutivo. Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, consideró insuficien­te la oferta de Pedro Sánchez.
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FOTOS: CEDOC PERFIL
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FOTOS: AP, AFP Y DPA

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