Con o sin gobierno, la economía española continúa en crecimiento
Una vez más, España acumula meses con un gobierno en funciones, pero su economía crece con fuerza, mucha más que la media de la zona euro.
Desde el 29 de abril, el presidente del gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, se limita a gestionar los asuntos corrientes, como ya hiciera su predecesor conservador Mariano Rajoy durante diez meses, tras las dos elecciones legislativas en diciembre de 2015 y junio de 2016.
España salió de una larga recesión a finales de 2013, y desde entonces sumó tres años de crecimiento superior al 3% entre 2015 y 2017, y del 2,6% en 2018.
Luego de un inicio de año mejor de lo esperado, las principales instituciones económicas revisaron al alza en las últimas semanas sus previsiones de crecimiento para 2019.
Así, la Comisión Europea elevó su previsión en dos décimas, hasta el 2,3%, frente al 1,9% que pronostica para el conjunto de la zona euro.
También en dos décimas mejoraron las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (de 2,1% a 2,3%) y del Banco de España (de 2,2% a 2,4%).
Y es que según éste último, el crecimiento se seguirá viendo alimentado por el dinamismo del consumo de los hogares, el incremento de los salarios y unos tipos de interés bajos, que estimulan el poder adquisitivo.
El salar io mínimo subió un 22% en enero, una de las medidas estrella del gobierno de Sánchez. Dicho incremento será no obstante “menos propicio” para el aumento del consumo que la propia creación de empleos, matizó el Banco de España.
La tasa de desempleo ha bajado desde un máximo del 27% en 2013 al 14% a final de junio, aunque sigue siendo la segunda más alta de la zona euro, solo por detrás de Grecia.
La economía española, al igual que otras de la zona euro muy castigadas por la crisis, como la irlandesa o la portuguesa, sigue beneficiándose de un efecto recuperación, poco sensible a las vicisitudes de la política, explica a AFP Josep Comajuncosa, economista de la Escuela de Comercio Esade.
“Se están incorporando al proceso productivo trabajadores y capacidad productiva de las empresas que habían quedado fuera de uso durante la crisis”, apunta Comanjucosa.
La subida del consumo de los hogares y de las exportaciones, y el ligero aumento del gasto público están compensando la incertidumbre que pesa sobre las inversiones de las empresas, detalla este economista.
Además, “el efecto sobre la incertidumbre de cuestiones globales (guerra comercial, Brexit) es mayor que esa pequeña incertidumbre adicional que puede haber en España por el hecho de que aún no haya gobierno”.
Largo plazo. Con todo, el bloqueo político y la multiplicación de elecciones (tres en los últimos cuatro años) han dejado en suspenso algunas reformas de calado.
Las inversiones públicas en infraestructuras se están haciendo por ejemplo, en base a presupuestos prorrogados de un año a otro, por la incapacidad de los sucesivos gobiernos de aprobar uno nuevo.
En consecuencia, “la inversión pública está muy por debajo de lo que debería estar”, sobre todo en la costa mediterránea y en particular en las regiones de Valencia y Cataluña, las que más exportan, apunta Comajuncosa.
Por todo ello, el bloqueo político “disminuye el potencial de crecimiento de cara al futuro”, resume Josep Comajuncosa.