NO AFECTA AL LABORATORIO Se agudiza la grieta entre científicos y explota en Twitter
Esta semana la ciencia se metió en la campaña electoral con denuncias de “aprietes” y chicanas entre ambos partidos. Fuerte activismo en las redes y debate en los institutos.
A una semana de las PASO, el debate público dio un giro inesperado y pivoteó sobre algo poco usual en Argentina: la política científica. Así, se prometió devolver a la ciencia el rango de ministerio y se cruzaron apoyos públicos de investigadores a los precandidatos a presidente, por medio de la firma de solicitadas.
Estos respaldos generaron una dura controversia durante un acto realizado esta semana en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, cuando Alberto Fernández mencionó a la biotecnóloga Sandra Pitta, una investigadora reconocida por sus críticas a las políticas científicas de los últimos quince años. Pitta, quien había hecho público su voto por Mauricio Macri, expresó en Twitter su preocupación acerca de su futura continuidad laboral como investigadora del Conicet tras un eventual triunfo del Frente de Todos. El revuelo que esto generó fue tan grande que el propio Fernández llamó a la investigadora por su nombre asegurando, ante cientos de profesores y alumnos, que –en un futuro gobierno– ningún científico deberá preocuparse de perder su cargo: “Sandra, sacate ese miedo, es un miedo incomprensible”.
Sin embargo, esa frase destinada a tranquilizarla escaló el conflicto y agudizó la grieta entre científicos. Pitta expresó que se sintió “apretada” y lamentó el bullying por parte de los colegas que estuvieron en el acto. “Muchos colegas que piensan en votar al oficialismo no lo dicen abiertamente para evitar discusiones que pueden volverse muy agresivas, especialmente en las redes. Deberíamos tener la libertad para decir lo que pensamos políticamente, sin miedo a que te insulten o agredan”, le dijo Sandra Pitta a PERFIL.
“En los últimos meses percibo una creciente situación de incomodidad. Sé de colegas con miedo y de algunos que hacen comentarios políticos que a veces son hostigados en las redes, especialmente macristas. Sin embargo, por ahora, esto no llega a afectar el trabajo serio de los laboratorios”, contó por su parte el investigador del Instituto Leloir, Luis Quesada Allué. El académico, de filiación socialista, remarcó que “en los últimos meses se ha profundizado la grieta, y con esto, se abre la puerta hacia posibles actitudes no del todo equilibradas. Me preocupa ese camino. Tengo, además, colegas que afirman que no convocarían a su grupo a investigadores fanáticos kirchneristas”.
Para el doctor Gallo Soler Illia, experto en nanotecnología e investigador del Conicet, en general los científicos comparten el amor por la ciencia y por el país: “En esa cuestión no tenemos diferencias pese a
“Muchos colegas que piensan votar al oficialismo no lo dicen para evitar agresiones.”
“En los últimos meses se percibe una creciente situación de incomodidad.”
simpatizar con distintos partidos. Pero es cierto que, desde ambos lados, nos tiramos chicanas, porque también somos seres políticos”. Soler Illia, uno de los firmantes de la solicitada en defensa de la reelección de Macri, agregó: “Aunque lo votaré, también lo he criticado públicamente por sus prejuicios contra la educación pública y las inversiones en ciencia”.
Respeto. Los firmantes de las solicitadas a favor de uno u otro precandidato coinciden en que la grieta no juega a la hora de hacer ciencia. “Respeto a mis colegas que no piensan como yo. Específicamente en el trabajo de los laboratorios, no veo bullying. Obviamente somos todos personas adultas, que podemos discutir fuerte. Por ejemplo, yo sostengo que Barañao miente al hablar de ciertos temas. Supongo que algunos podrían pensar que lo estoy agrediendo”, sostuvo Juan Pablo Paz, profesor del Departamento de Física de la FCEyN.
“Yo no percibo una grieta en el día a día”, aseguró la investigadora del Conicet Marina Simian, quien concurrió a un concurso televisivo para reco