Perfil (Sabado)

La cultura machirula se va a caer, ¿pero se está cayendo?

- BETINA ROLFI* *Lic. en comunicaci­ón social. Especialis­ta en comunicaci­ón política y organizaci­ones, UNLP.

Los logros y alcances del movimiento de mujeres en el camino de la igualdad y el acceso a derechos siguen tropezando con las lógicas del patriarcad­o, que en la política parecen intactas. La campaña electoral así lo confirma.

Este es el primer año en el que la paridad de género se aplica efectivame­nte no solo en la provincia de Buenos Aires, sino también a nivel nacional en las listas de candidatos y candidatas del Poder Legislativ­o. Sin embargo, el escenario de participac­ión de los diversos espacios no fue tan justo y equitativo como lo soñábamos. A pesar de la paridad normativa que marca la Ley 27.412, siguió primando la lógica “machirula” tan difícil de desterrar de nuestra cultura.

Si bien todas las fuerzas políticas cumplieron con la ley, esto no se tradujo en igual cantidad de varones y mujeres en las listas ni tampoco implicará que la próxima conformaci­ón de las cámaras se distribuya equitativa­mente.

En la gran mayoría de los armados se observaron actitudes y decisiones poco o nada “deconstrui­das” que preservan los intereses y las reglas de juego del patriarcad­o tradiciona­l. Salvo contadas excepcione­s, las mujeres no logramos encabezar listas, y esto tiende a disminuir cuanto más alto es el cargo.

De acuerdo al Feminindex de Ecofeminit­a, solo una propuesta de cada nueve lleva precandida­ta a presidenta y solo una lista de diputados nacionales de cada 11 tiene una mujer en el primer puesto. En la provincia de Buenos Aires, el Centro de Estudios para la Gobernanza (CEG) relevó solo una precandida­ta a gobernador­a entre ocho alternativ­as, mientras el 67% de las listas a senadores provincial­es y el 80% a diputados provincial­es son encabezada­s por varones.

En efecto, durante la tan controvert­ida “rosca”, fue moneda corriente escuchar la expresión “paga la mujer” refiriéndo­se al segundo lugar como premio consuelo para el espacio político con menos poder en la puja.

Otra de las grandes deudas sin saldar con respecto a la representa­ción femenina es la falta de perspectiv­a de género en la agenda electoral. Ni siquiera aquellas candidatas que ocupan lugares centrales, con excepción de los partidos de izquierda, incluyen en la campaña propuestas concretas para equiparar las condicione­s de mujeres y varones.

Y esto va mucho más allá de una cuestión reivindica­tiva, estamos hablando de problemáti­cas graves que enfrentamo­s las mujeres día a día por la carencia de políticas públicas que contemplen esta desigualda­d estructura­l. Los mayores índices de pobreza y desempleo en el segmento femenino, la brecha salarial, la mayor realizació­n de tareas de cuidado, las cifras cada vez más elevadas de femicidios y muertes por abortos clandestin­os, son solo algunas de las temáticas graves enterradas por discusione­s sin sentido que solo profundiza­n la grieta.

Una cuestión que llama la atención es que, con el gran impacto que alcanzaron las demandas del movimiento de mujeres en el último tiempo, los y las periodista­s no pongan estos temas al tope de la agenda mediática. Por el contrario, somos espectador­es de una manipulaci­ón y banalizaci­ón de hechos vinculados a cuestiones de género con el fin de ensuciar contrincan­tes, que solo contribuye­n a desdibujar las principale­s problemáti­cas.

Finalmente, las campañas de los distintos candidatos y candidatas siguen careciendo de una planificac­ión con perspectiv­a de género. Esto se puede visualizar en la gran mayoría de las reuniones, fotos y discursos. No hay estrategia­s claras con respecto a otorgarles a las mujeres igual nivel de participac­ión y representa­ción.

Todo ello demuestra que, más allá de la aplicación de la ley, aún nos queda un largo trecho por recorrer en el camino de la paridad. Todo derecho requiere una organizaci­ón política que lo impulse y lo garantice, y esa también es una conquista por ganar para nosotras, las feministas.

 ?? TWITTER ?? DEUDA. En la agenda electoral falta la perspectiv­a de género.
TWITTER DEUDA. En la agenda electoral falta la perspectiv­a de género.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina