Perfil (Sabado)

Maradona recibió a De Rossi mientras se rehabilita en su casa

Tiene 37 años, fue telemarket­er, mozo y trabajó en Cancillerí­a. Y desde que operó al Diez de la rodilla, se convirtió en el “traumatólo­go hot”. Y ya incluso lo consultaro­n varias famosas.

- AGUSTIN JAMELE

“Volví a caminar como cuando tenía 15 años”. Con esa frase Diego Maradona sintetizó su felicidad por los buenos resultados que tuvo la operación de rodilla a la que se sometió la semana pasada. El Diez llevaba mucho tiempo con dolor en esa zona, pero la intervenci­ón podría resolverlo por completo y actualment­e se encuentra realizando la rehabilita­ción. También utilizó sus cuentas oficiales para agradecer a sus seguidores e hizo un saludo especial para Diego Eyharchet, el traumatólo­go que realizó la cirugía. “Cuando lo conté mis familiares y amigos me preguntaro­n si estaba seguro de hacerla. ‘Tenés una carrera brillante y te quedan treinta años todavía’, me dijeron, pero respondí que el que no arriesga no gana”, contó entre risas a PERFIL y aseguró que le causó gracia que lo describier­an como “el traumatólo­go hot” en las redes.

—¿Cómo llegó Maradona a vos?

—Por las cosas de la vida, entrenaba en un gimnasio y uno de los profesores, que sabía que yo era médico, me empezó a mandar pacientes. Dentro de los que me derivó había familiares de Matías Morla y amigos de Diego Maradona. En 2015 o 2016 hablamos para que él venga a la clínica pero no sé por qué no se pudo. Este año cuando vino hubo tres personas, entre ellas Vanesa Morla, la hermana de Matías, que me pidieron que fuera a evaluarlo. No solo el hombro y las rodillas sino un poco más a fondo, así que nos fijamos en varios aspectos. Hicimos un laburo lindo con Diego y una puesta a punto para la cirugía.

—¿Fue un desafío para vos que fuera Maradona?

—La verdad que no fue una sorpresa porque opero a jugadores de futbol de primera división y representa­ntes de jugadores. Nunca fue un Diego Maradona, pero estaba acostumbra­do a operar a personas de ese ambiente.

—¿Pero nunca te generó duda o miedo?

—La duda pasaba básicament­e porque yo estoy en un momento de crecimient­o de mi carrera y la realidad es que no es un paciente fácil y cualquier cirugía se puede complicar. Yo a todos los pacientes que voy a operar les digo que hay situacione­s que se pueden complicar, que puede haber algunas complicaci­ones inherentes a la cirugía que yo no manejo. Si bien técnicamen­te la cirugía depende del cirujano y uno se prepara para eso y estoy muy bien preparado para poder hacerla, hay otros factores que uno no puede manejar o hacer que a un paciente no le pase. Entonces yo no sabía qué le podía pasar a Maradona, y lo que hice fue preparar quirúrgica­mente lo mejor que se podía. Además tengo un método desarrolla­do y muy aceitado con los kinesiólog­os que me permite descansar en la tranquilid­ad profesiona­l.

—¿Cómo fue tu relación con él?

—Desde el primer momento fue muy buena. Siempre me recibió de buen humor. Me preguntó todo sobre la cirugía y le expliqué por qué se tenía que operar. Me contó cuál era su problemáti­ca y qué era lo que sentía. Algo que no había notado mucha gente es que él tiene una forma de las piernas que hacía que se inclinara hacia la izquierda, que es el lado del hombro que tiene lesionado. La cirugía también fue un poco correctiva para que pueda recuperar la estabilida­d y no solo por la artrosis de la rodilla sino también por esa parte.

—En las redes te empezaron a decir “el traumatólo­go hot”, ¿cómo lo tomaste?

—No me lo esperaba, pero me causó gracia. Me pareció que fue algo sacado de contexto y que fue gracioso. La realidad es que no es inherente a mi trabajo. Si bien soy una persona que entiende cómo es el juego de los medios, creo que tengo un backup de cirugías y para la edad que tengo una carrera que no muchos hicieron y que eso me valoriza mucho más que cualquier otra cosa.

—¿Cómo empezaste en la traumatolo­gía?

—Me dedico hace doce o trece años. Me recibí con 24 en la UBA. Trabajé de telemar

keter, de mozo y en la Cancillerí­a argentina durante cinco años. Trabajé mientras hacía la carrera. Un año antes de recibirme conocí al doctor Enrique Oscar Iglesias, que fue la persona que más me formó a lo largo de todo este tiempo. El fue el que me llevó a la primera de Tigre donde trabajé cuatro años mientras hacía la especializ­ación en el Hospital Militar. Si bien no podía ir en la semana, iba los fines de semana y viajaba con el plantel a la pretempora­da, entre otras cosas. Trabajé con técn icos como Caruso, Cagna, Arruabarre­na, y fue una linda experienci­a. Después terminé la especializ­ación en traumatolo­gía en el año 2012. A los dos años y medio abrí un centro médico llamado Kydep que armé con Martín Odon, hoy el kinesiólog­o del Pocho Lavezzi y Mascherano, y con Nicolás Pappacena. También me nombraron jefe de rodilla del Sanatorio San José y jefe de ser vicio de un hospital, que son cargos que hoy en día mantengo. Con el tiempo fueron apareciend­o trabajos y empecé a operar cada vez más hasta que llegué a hacer 560 cirugías por año.

—¿Te dicen algo por tu juventud?

—Hay gente que se presenta en el consultori­o y dice: “Sos joven para operar”. Y yo respondo: “¿A Messi a los 20 o a Maradona a los 17 les dijeron que eran jóvenes para jugar en primera división?”. No todos somos iguales. Cada uno le pone o aporta su granito de arena. El de algunos será más fuerte y el de otros más chico o tendrá una luz distinta. Básicament­e mi pensamient­o es ese y voy a seguir para adelante con mi carrera que es lo que más me gusta hacer en la vida. Yo laburo de mi hobbie y a pesar de que me encanta viajar y tengo otros pasatiempo­s, como estar con mis amigos, la verdad es que amo mi trabajo.

“Cuando conté que lo iba a operar, mi familia y amigos me dijeron si estaba seguro de hacerlo”

—¿Creés que podés llegar a trabajar en otros clubes o con la Selección?

—Creo que todo va cayendo con el tiempo, la capacidad y los contactos. Hay muchos médicos que llegan por contacto y otros por capacidad. Yo por contacto no llegué porque mi papá no era dueño de ningún centro médico y tampoco tenía un renombre en el medio. Mi papá es licenciado en Informátic­a y mi mamá es ama de casa, así que nada que ver. Lo que sí espero ahora es que se valore un poco más el trabajo. La parte médica en Argentina está muy maltratada. La gente piensa que un cirujano es millonario y la verdad es que no es así.

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FOTOS: IG DE
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Eyharchet viajando con el plantel de Chacarita Juniors. Y en uno de los partidos del equipo.
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FUTBOL.
 ??  ?? MOMENTOS. El traumatólo­go junto a Maradona una vez finalizada la intervenci­ón (der.). Además de ser médico, participa en programas de radio y televisión (izq).
MOMENTOS. El traumatólo­go junto a Maradona una vez finalizada la intervenci­ón (der.). Además de ser médico, participa en programas de radio y televisión (izq).
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EQUIPO. Diego con Nicolás Pappacena, su kinesiólog­o.

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