España: ya analizan una regulación para las apps de delivery
Los cambios en el empleo de la mano de la tecnología son un fenómeno global. Mientras en la Argentina la Justicia planteó el debate en torno al futuro de las aplicaciones de delivery tipo Glovo, Rappi o Pedidos Ya, en el resto del mundo también hay discusiones, fallos judiciales y gobiernos interviniendo.
Este fue el caso de España, esta semana, donde tras varias medidas de la Justicia, las autoridades aseguraron que analizan alguna regulación que va al hueso del debate: se observa que pueden ser trabajadores de relación de dependencia, pero tomados como “falsos autónomos”.
Así surgió de una declaración de la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, quien reconoció el tema tras varios fallos judiciales. Según el diario Expansión, por caso, el gobierno quiere regular las condiciones laborales justamente para terminar con los “falsos autónomos”. Es decir, empleados de estas plataformas digitales que se ven obligados a pagar como autónomos a la Seguridad Social si quieren trabajar para una empresa, aún cuando reciben más del 75% de sus ingresos de una o dos empresas.
Valerio explicó a la prensa que el gobierno “debe abordar las sentencias de los juzgados referidas a los repartidores, ya que algunas son contradictorias, aunque las más potentes consideran que son trabajadores por cuenta ajena”. El 23 de julio, un tribunal de Madrid dictaminó que los trabajadores de Deliveroo, un gigante tipo Rappi en España que aún no ha llegado a la Argentina, son asalariados y no autónomos. Por lo tanto, obligó a la compañía a abonar cerca de 1,2 millones de euros en cotizaciones sociales atrasadas por los más de 500 repartidores que tenía en Madrid entre 2015 y 2017.
Se trata de un debate que está llegando a la Argentina, donde los trabajadores de esas apps se han empezado a organizar sindicalmente, a reclamar mejores condiciones de trabajo y a manifestarse, pero siempre pidiendo mantener la fuente de ingreso. Por eso, esta semana, cuando el juez Roberto Gallardo en la Ciudad bloqueó su uso, salieron a poder seguir trabajando, aunque en mejores condiciones. De hecho, aquí no usan ni casco ni chalecos, lo que acrecienta los riesgos de accidente.
En España, trabajan en algún marco laboral. La ministra de Trabajo Valerio anunció de hecho que tiene intención de acometer “retoques” y “reformas parciales” sobre la negociación colectiva, que quedaron varados en el Congreso al final de la legislatura pasada, por la falta de respaldo parlamentario.
en las Ciudad de Buenos Aires