Salvini forzó la caída del gobierno y reclama elecciones inmediatas
El ultraderechista Matteo Salvini detonó ayer una crisis política en Italia, al forzar la caída de la alianza oficialista, reclamar elecciones rápidas y anunciar una moción de censura contra el primer ministro Giuseppe Conte.
El partido de Salvini, la xenófoba Liga, formalizó ayer ante el Senado la moción de censura que oficialmente tumba el gobierno que integraba desde hace 14 meses con los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5E).
Si se constata, como es probable, que no hay una mayoría parlamentaria en torno a un líder político, el Parlamento debe ser disuelto, a finales de agosto, y se deberá convocar elecciones anticipadas.
“Pedimos elecciones lo más rápido posible”, dijo ayer Salvini, y advirtió que “después de este gobierno solo hay elecciones”, ante el temor a una posible alianza entre el Movimiento 5 Estrellas y el opositor Partido Democrático (PD) sin pasar por las urnas.
“Espero que Conte no piense en otro gobierno como primer ministro”, dijo Salvini, poco después de presentar la moción de censura ante el Senado.
Incógnitas. La celebración de elecciones genera una serie de incógnitas: ¿cuándo?, ¿y con qué gobierno? Entre las hipótesis figuran la designación de un gabinete de técnicos que organice los comicios o con el gobierno actual, que siga ocupándose del día a día hasta la votación.
La crisis desatada en plenas vacaciones de verano por el líder ultraderechista, con las dos ramas del Parlamento cerradas por vacaciones, tomó desprevenido a su ahora ex aliado Luigi Di Maio, líder del M5E. “Pido a los italianos que me den plenos poderes. El que vota por Salvini sabe por quién vota”, repitió ayer el líder ultraderechista.
Según los medios italianos, la Liga querría que las elecciones legislativas se celebraran en la segunda mitad de octubre, a la que llegará en posición de fuerza, tras haber recabado el 34% de los votos en las pasadas elecciones europeas y con unos sondeos favorables, que le otorgan entre el 36% y el 38% de la intención de voto, lo que, en principio, permitiría a los ultraderechistas gobernar en solitario o con el apoyo de la otra formación de extrema derecha, más pequeña, Fratelli d’Italia.
El M5E, en cambio, se hundió en las encuestas, que le dan un 17% en intención de voto, menos de la mitad de lo que obtuvo en la legislativas de marzo de 2018.
Indirectamente, el papa Francisco, a quien el líder de la Liga ha criticado en varias oportunidades, reaccionó en una entrevista publicada ayer a la posible victoria del líder nacionalista, al criticar el “soberanismo” porque conduce “a guerras”, y confesó que lo aterran los discursos centrados en “primero nosotros”, una alusión a los que suele pronunciar Salvini contra los migrantes y con los que ha seducido a una buena parte de los italianos.
Enojo. La decisión de romper la alianza provocó el enfado del jefe de Gobierno Conte, y de Di Maio, quienes acusaron al ministro del Interior de querer sacar partido de sus buenos resultados en los sondeos, dejando de lado el bienestar de los italianos.
La gota que colmó el vaso fue la votación, el miércoles en el Senado, a favor del controvertido proyecto de la línea de tren de alta velocidad entre Francia e Italia, conocido como TAV. El M5E votó en contra de ese proyecto, que la Liga apoya vehementemente.