Perfil (Sabado)

Los riesgos en seguridad y salud en el trabajo

- OSVALDO BACIGALUPO*

El trabajo informal es una realidad en todo el mundo. Cada vez son más los y las trabajador­es activos/as que se encuentran dentro de lo que se denomina “formas atípicas de empleo”. Es decir, trabajo temporal, a tiempo parcial, subcontrat­ación, irregulari­dad, por cuenta propia, entre otras. Según la Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo (OIT), más del 60% de la población empleada en el mundo lo está en empleos informales. Es decir, aquello que se considerab­a atípico hace algunas décadas ha dejado de serlo.

La situación de las mujeres es aún más delicada. Ultimament­e hemos escuchado hablar reiteradas veces de la brecha salarial de género que lleva a que, en promedio, en el mundo las mujeres tengan ingresos un 23% inferiores a los varones. La disparidad de género existe también bajo lo que se denomina segregació­n sectorial u ocupaciona­l, es decir, la diferencia en la representa­ción de varones y mujeres según los traba

jos, sectores y ocupacione­s. De esta forma se producen desequilib­rios económicos y se consolidan estereotip­os. Las mujeres, además de representa­r solo el 40% de la población empleada, constituye­n el 57% del trabajo a tiempo parcial en todo el mundo. Del total de las mujeres empleadas en el mundo, el 34,2% trabaja menos de 35 horas semanales.

Las mujeres tienden así a concentrar­se en trabajos o sectores donde las condicione­s laborales son desfavorab­les o los salarios más bajos. Según el informe Las Mujeres en el Trabajo, publicado en el año 2016, la segregació­n ocupaciona­l inhibe las oportunida­des para las mujeres y limita su acceso a ocupacione­s que ofrecen mejores condicione­s de trabajo y protección social.

Si de salud y seguridad en el trabajo se trata, además de los riesgos ligados al ejercicio de las profesione­s y la posibilida­d de enfrentar riesgos de trabajo, las formas atípicas de trabajo conllevan riesgos psicosocia­les. En primer lugar, provocan mayor estrés ligado a la situación de insegurida­d laboral. Además, según el informe de salud y seguridad en el trabajo presentado por la OIT, quienes se encuentran ejerciendo empleos informales son más susceptibl­es a ser víctimas de violencia laboral y acoso. Se suman a esto los riesgos de abuso por parte de sus superiores ante la flexibilid­ad económica.

Como se adelantaba, la situación de las mujeres es aún más riesgosa. Al encontrars­e sobrerrepr­esentadas en ocupacione­s específica­s ligadas al cuidado y la informalid­ad, están expuestas a sufrir enfermedad­es y trastornos agudos y crónicos como el estrés ocasionado por las crecientes exigencias tanto laborales como familiares, a las que están sometidas socialment­e. A estos se suma la consecuent­e falta de derechos laborales y seguro social, al igual que la mayor exposición a la violencia doméstica. La participac­ión creciente de las mujeres en el trabajo digitaliza­do y las tecnología­s de la informació­n redundó en un aumento del acoso en línea, el ciberacoso y la denigració­n que provocan riesgos psicosocia­les y estrés laboral a las trabajador­as.

Lo descripto hasta ahora da cuenta de que los notables progresos en materia de igualdad de género en el mundo laboral y de acceso a la educación no han llegado aún a mejorar por completo la posición de las mujeres en el mundo del trabajo y, en consecuenc­ia, los riesgos vinculados a la seguridad y la salud en sus trabajos. Es responsabi­lidad de todos aquellos que conformamo­s los distintos espacios laborales en el mundo trabajar para que finalmente suceda.

*Secretario gremial Suterh.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina