El patriarca de los telepredicadores
El gran actor encabeza el reparto de la serie The Righteous Gemstones. No ve diferencias entre cine y televisión.
Danny McBride es parte de la comedia salvaje que HBO supo cultivar, cuidar y hacer foresta antes de que Netflix se dedicará a repartir sobres de películas. Y su nueva serie, The Righteous Gemstones, posee una de esas consignas desesperadamente fértiles de idea, de posibilidades: los Gemstones son una familia de predicadores televisivos, y algo sucede en su imperio que sacude todo el esquema que habían generado. John Goodman, un nombre que siempre es garantía que las cosas van a salir bien, interpreta a Eli Gemstone, el patriarca de la familia. Un personaje del cual opina que una “forma perfecta de descubrir la manera en que trabaja Danny McBride y cómo mira la cultura sureña en Estados Unidos.” Y agrega: “Es buen prisma para entender a Estados Unidos. Pero al mismo tiempo, no se limita a eso: hace de sus personajes seres graciosos, seres de la comedia, sin tener que humillarlos o golpearlos lo más posible. Es decir: entiende que es la dinámica de simple hecho de ser un humano y responder a nuestra naturaleza. En particular, la idea de trabajar generando el relato de una familia de predicadores me parecía nuevo. Y gracioso, que es algo muy importante para mí. Y bien escrito, claro.”
—Al comienzo de tu carrera hiciste “Roseanne”, un clásico de la televisión norteamericana. Pero lograste después realizar una enorme carrera en el cine. ¿Hay diferencia hoy entre un rol en televisión y otro en el cine?
—No, no la hay, ni remotamente. De hecho, ahora no tengo tiempo para filmar películas. Es más, a veces, la sensación es que uno está filmando una película, pero mucho más larga.
—¿Cuán real es la fe de tu personaje?
—Lo extraño es que él considera que está llevando a cabo la voluntad de Dios, pero ya sabemos que pensar de esa forma puede generar muchos problemas. Es un hombre de fe, pero hay otras cosas que necesita saciar en este momento: su avaricia, el dolor de su pérdida y la sensación de que se ha dado por vencido en lo que respecta a sus hijos.
—Tu personaje se parece bastante a un mafioso. Pero después uno puede percibir cierta melancolía en él...
—Lo destruyó la muerte de su mujer. Ella era la razón por la que Los Gemstones son lo que son en el mundo de los predicadores. La construcción de esa empresa fue divertida, alegra, y eso venía directamente de ella: él estaba tan enamorado que habría hecho cualquier cosa por ella, y el hecho de que no esté más es algo que directamente le resulta devastador. Ya nada le importa y está deprimido. Los únicos desafíos que siente delante de su camino son aquellos vinculados a los negocios, y Los Gemstones son casi aves de rapiña en ese sentido: no les importa pisar el cuello de nadie.
—¿Por eso te acercaste al personaje como si fuera un jefe mafioso?
—Así es como se siente. * Entrevista genérica gentileza de HBO.