Armaron un plan de contención para atender a los varados
Con las fronteras cerradas, al menos, hasta el 31 de marzo, el Gobierno estudia un plan contención para los 15 mil compatriotas que seguirán varados en el extranjero. Y aunque propuestas hay muchas, en su mayoría chocan con la escasez de recursos y ciertos problemas de logística.
Ayer, el Gobierno anunció la creación de una mesa interministerial conformada por la Cancillería y los ministerios de Salud, Interior, Seguridad y Transporte para evaluar casos de vulneranilidad para eventuales vuelos de carácter humanitario. Dentro del decreto 313/2020, se exceptúa a las tripulaciones afectadas a estas tareas, dejando abierta la posibilidad de puentes sanitarios pese al cierre.
Desde Cancillería, explicaron que los consulados se abocaron a la elaboración de listas de prioridades que ponderarán lo sanitario por sobre el rango etáreo. No obstante, la principal dificultad será reunir a esos potenciales pasajeros, repartidos a lo largo de diversas ciudades.
Se estima que el grueso de esos 15 mil están en destinos como Estados Unidos, España, Italia, Dominicana y Perú, aunque también hay grupos de diverso número por coordinadas variadas: Chile, Costa Rica, Ecuador, India,el sudeste asiático, incluso hay dos compatriotas que se habían comunicado desde Uzbekistán, donde ni siquiera hay embajada argentina.
De momento, se ofrecieron a la Rosada medidas que apuntan más a facilitar el financiamiento personal de los varados que a solventar su situación desde Buenos Aires. Ideas como aumentar los cupos de las tarjetas o habilitarles créditos blandos desde el Nación. También se baraja la posibilidad de alojamientos públicos si prosperan las negociaciones entre cancillerías y hubo una gestión del secretario de Culto, Guillermo
Olivieri, con la mediación del arzobispo Oscar Ojea, para que la Iglesia católica habilite camas al millar que sigue en Cuba. Por ahora, no prosperó por falta de espacio. En las últimas semanas, desde Buenos Aires se autorizó a los consulados a utilizar recursos propios para cubrir casos extremos. Ahora en las misiones barajan desconcentrar a los varados de las capitales a ciudades más económicas. Nadie sabe hasta cuándo durará el cierre.