EL ÚLTIMO DIEGO: SOLIDARIO Y COMPROMETIDO
DURANTE LA CUARENTENA, SENSIBILIZADO POR LA CRISIS ECONÓMICA, MARADONA SE INVOLUCRÓ EN LA TAREA SOCIAL DE GIMNASIA Y DE ORGANIZACIONES QUE AYUDABAN A FAMILIAS, BARRIADAS Y COMEDORES.
Quedará para la historia que Maradona murió siendo técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata. A ese club le deberíamos reconocer algo para siempre: por el Lobo, Diego vivió y disfrutó homenajes en vida durante el último año en casi todas las canchas del fútbol argentino.
Pero antes de morir, además de su trabajo como entrenador, Diego participó activamente en el trabajo social del club, del comedor de Villa Fiorito y de otras organizaciones.
Afectado por lo que había sido la muerte por coronavirus de su cuñado, el marido de su hermana Rita, y sensibilizado por la situación de los barrios vulnerables como en el que había nacido hace 60 años, Diego intervenía en esa coyuntura de acuerdo a sus posibilidades. Lo más visible fue el apoyo al aporte de las grandes fortunas y la campaña “Las 10 del 10”, de la Cruz Roja, en la que Diego donó 10 camisetas firmadas para subastarlas y así recaudar fondos con el fin de construir canchas y predios deportivos en 10 ciudades de la Argentina.
El Ministerio de Turismo y Deportes iba a proveer alimentos y materiales para las obras en las ciudades elegidas: Villa Palito, La Plata y Tigre (Buenos Aires); Rosado rio del Tala (Entre Ríos); San Juan; Esquina (Corrientes); Garupá (Misiones); Merlo (San Luis); Rosario (Santa Fe); y Santa Victoria (Salta). La idea era que Diego visitara esas diez localidades una vez terminada la pandemia.
Un dolor adicional para las personas de esas ciudades que amaban y esperaban a Diego.
Diego también apoyó en los últimos meses otras causas de base. Motorizado por el diputado nacional Nicolás
Rodríguez Saá (Frente de Todos), con quien había fortalecido su amistad en este último año, Diego se comprometió de diversas maneras: donaba camisetas firmadas para comedores y merenderos, y hasta había gestiona
y donado alimentos para las diferentes barriadas del conurbano bonaerense. A Villa Fiorito, donde se crió, siempre volvía de esa manera: regalando camisetas y aportando dinero o alimentos para comedores que en los últimos años debieron aumentar sus raciones y ayuda por la crisis.
Mauro Coronato, exvicepresidente de Gimnasia y uno de los dirigentes que contribuyó a la llegada de Diego en 2019, le había contado a PERFIL que Diego aportó mil de las 12 mil camisetas que el club regaló en diferentes barrios y provincias durante agosto por el mes de la niñez.
A través de un convenio con el Banco Alimentario de La Plata y con diferentes donaciones de socios, Gimnasia asiste a más de 20 comedores en su ciudad y también ayuda a 60 juveniles e infantiles del club con la entrega de mercaderia, artículos de limpieza e higiene y alimentos no perecederos. Antes de que su estado de salud se agravara, el mismo Maradona fue el que consiguió que todos esos chicos también tuvieran frutas y verduras. Lo hizo facilitando un contacto en el Mercado Regional frutihortícola, que dona cada 25 días decenas de cajones para las familias triperas más necesitadas. Hasta sus últimos días, Diego estuvo cerca del pueblo. Algo que quedó claro en estos días, cuando el pueblo le dio su último aplauso.
APOYÓ EL APORTE A LAS GRANDES FORTUNAS Y APORTO A LA CAMPAÑA DE LA CRUZ ROJA
TAMBIÉN DONÓ CAMISETAS Y DINERO A COMEDORES DE VILLA FIORITO, SU LUGAR