UN 2020 DE AQUELLOS

Estuve repasando mis grandes logros en el 2020 y no puedo soslayar que llegué a los 4800 seguidores en Twitter. No lo puedo soslayar porque sería mi logro más importante en estos 12 meses. Bueno, convengamos que la pandemia tampoco ayudó mucho a salir a triunfar por ahí. Pero ojo que, además, me sigue el presidente Alberto Fernández. No sé si simboliza lo extraviado que acaso está, pero ahí lo tienen al jefe de Estado, siguiendo mi humilde cuenta en TW.

El que está muy extraviado y anda mucho por Twitter es nada menos que el presidente del Mundo, Donald Trump, quien sigue posteando que no perdió las elecciones, que hay votos adulterados en Wyoming, y que sigue ganando en la mesa 86 de Necochea. Sospecho que en algún momento pasará el flete por la Casa Blanca y que unos minutos antes asumirá que efectivamente perdió y que por ahí su gestión no fue todo lo genial que venía pensando.

Lo cierto es que poco nos podemos reír de lo que pasa en el gran país del norte, cuando acá la grieta antes la protagonizaban Perón y Balbín, y ahora lo hacen Mariano Iúdica y El Dipy. Hablame de decadencia. Estamos al horno. El que debe estar el horno es Jorge Lanata, que pierde con Masterchef por 10 puntos todos los domingos. Por lo menos se puso de novio, lo cual es bastante aleccionador: si él pudo, háblame de imposibles.

Mientras, entramos en la era de los 30 grados para arriba y de las bermudas y ojotas como outfit para no morirse de calor. Si usted es empleado bancario y debe andar de saco y corbata todo el día, mi más sentido pésame, pero por lo menos tiene excelentes paritarias y sabe para dónde va a ir el dólar en los próximos días.

No quiero irme sin recordarles que estamos a semanas de las Fiestas y, espero, el Gobierno disponga del protocolo necesario. Por ejemplo, no apuntarle a la suegra con el corcho de la sidra. En fin, veremos…