Un Nolan auténtico juega a James Bond
TENET
Título original: Tenet
Dirección y guión: Christopher Nolan
Intérpretes: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh, Michael Caine
Origen: Inglaterra / Estados Unidos (2020)
Duración: 150’
Su título, Tenet, es un palíndromo. Lo que provoca una cierta inquietud. Christopher Nolan (El caballero de la noche, El Origen, Memento, Interestelar) propone al espectador un curioso juego lúdico, en el que a través de un ritmo intenso intenta despistarnos, confundirnos y transmitir una sensación de desasosiego. Sin embargo, luego de transcurridos los 150 minutos que dura el film, llegamos a la conclusión que hemos sido espectadores de un mensaje muy directo y simple, ligado a la recuperación de los afectos más primarios.
Ésta es, quizás, la primera vez que Nolan se anima a incluir en uno de sus guiones, el espionaje y la intriga al mejor estilo de Ian Fleming (en líneas generales su guión recuerda a la legendaria De Rusia con amor –1963, con Sean Connery–) y no solo porque acá también hay un criminal ruso, como en los films de James Bond. Del mismo modo que 007 utiliza sutiles dosis de humor, que a través de la interpretación de Robert Pattinson se disfruta ampliamente.
Elementos de la filosofía y la física, como los conceptos de tiempo y espacio, que han inspirado a Nolan, desde la impresionante El Origen, hasta Me
mento,o Interestelar, obligan al personaje principal, al que se bautizó con el nombre de “El Protagonista”, a emprender una carrera contrarreloj. Esta especie de agente 007 (interpretado a través de una personalidad muy magnética por John David Washington, hijo del gran Denzel Washington) tiene por objetivo desmantelar una organización terrorista, cuyas armas tecnológicas podrían provocar una Tercera Guerra Mundial.
El atractivo del relato y en el que se apoya su conflicto es en el concepto de reversa. Un concepto que aplicado a la tecnología invierte la entropía de un objeto: un auto, un personaje, o una bala pueden retroceder en el tiempo, lo que puede desencadenar una reacción en masa, capaz de provocar una catástrofe. Desmantelar estas situaciones y llegar a descubrir el origen de ese mecanismo y quién lo genera, obliga a El Protagonista a enfrentarse a una crítica de arte, un falsificador de cuadros, o descubrir a quién está destinado un curioso cargamento de lingotes de oro en un galpón clandestino de un aeropuerto.
Con climas que intentan mantener una tensión constante y no siempre lo logran, Tenet tiene actuaciones tan desparejas como las de Kenneth Branagh, carente de emocionalidad en una burda imitación de un asesino ruso; o la de Elizabeth Debicki, en la hierática y rígida interpretación de una amenazada especialista en arte.