Frío reencuentro.
El Presidente y el jefe de Gobierno porteño no compartían citas ni actos. Pese a las fricciones por la Coparticipación, hubo un cordial saludo y sintonía en los discursos.
Tras la pelea por la coparticipación, Fernández y Rodríguez Larreta coincidieron ayer en un acto por la UBA. Saludo protocolar en medio de denuncias cruzadas que anticipan la campaña electoral.
Hacía tres meses que no se veían. Los lazos entre ambos prácticamente venían cortados. En especial, tras el recorte de fondos de coparticipación federal de parte de Nación a la Ciudad. Sin embargo, la Universidad de Buenos Aires los volvió a reunir. El presidente Alberto Fernández y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volvieron a verse ayer las caras y saludarse en un acto público. Además de ellos, también estuvo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Fue en el marco del festejo de los 200 años de la UBA, en un acto en la Manzana de las Luces, primera sede de la universidad, organizado por el rector Alberto Barbieri.
Desde fines de diciembre, cuando se reunieron en Olivos para hablar de las medidas para paliar el coronavirus, que no se veían personalmente. Sin embargo, a pesar de que los discursos de ambos mostraron buena sintonía, no llegaron a reunirse ni a dialogar. El jefe de Gobierno llegó con un grupo de colaboradores y se ubicó en una zona aparte de los funcionarios nacionales que arribaron con el Presidente.
Aunque no existió una charla privada, cuando se retiraba rápidamente tras el fin de la alocución del Presidente, Larreta lo saludó cordialmente al jefe de Estado, quien estaba abrazado a Barbieri, cuando el acto terminaba.
Según fuentes oficiales, el jefe comunal no participó de una actividad previa en un salón contiguo a donde se realizaría el acto central y donde había un pizarrón en el que cada ex alumno tuvo que escribir un mensaje para la universidad bajo la consigna “¿Qué es la UBA para vos?”.
Larreta llegó con el secretario General, Fernando Straface, y los ministros de Educación, Soledad Acuña, y de Salud, Fernán Quirós, ambos egresados de la UBA al igual que el jefe de Gobierno.
El Presidente ya estaba allí:
“Yo insisto en dar clases porque, lo que soy, se lo debo a la UBA”, dijo Fernández
había concurrido con el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis (egresado de la UBA) y el de Educación, Nicolás Trotta, entre otros funcionarios. A todos les repartieron barbijos de la UBA al ingresar.
Para la Ciudad fue el primer encuentro fuera de la agenda de la pandemia tras el recorte de coparticipación y la posterior presentación ante la Corte Suprema para que revise la poda de unos $65.000 millones. De hecho, había llegado con lo justo tras una charla con funcionarios de menor rango para presentar el plan de Gobierno 2021-2023.
De todos modos, ya el jefe comunal se había negado a concurrir a la Rosada para no cruzarse con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y tampoco fue a ninguna de las dos reuniones convocadas por el Ministerio del Interior para discutir el recorte de coparticipación por el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad.
El acto. El último orador fue, por supuesto, Alberto Fernández. En su alocución planteó: “Nosotros tenemos impregnado en nuestra alma algo que hace que nos sintamos distintos: que somos de la UBA. Esto no va en demérito de ninguna universidad, sino que habla de lo que significa la UBA”, comenzó. Se sabe: el presidente es profesor en la Facultad de Derecho e incluso sigue dando clase y tomando examen de manera virtual. “Yo insisto en dar clases porque lo que soy se lo debo a la UBA. Siento que dando clases estoy pagando una deuda y que en mi condición de Presidente no debo dejar de pagar esa deuda”.
Por su lado, antes del Presidente, Larreta, graduado en la Facultad de Ciencias Económicas al igual que Kicillof, afirmó: “Para mí, la UBA es un orgullo, la combinación de la excelencia académica con la inclusión social. No solo la excelencia es académica. El trabajo que se hizo este año fue emocionante, la solidaridad y compromiso en la pandemia de todos los profesionales de la universidad fue emocionante”.
El jefe de Gobierno porteño también destacó la capacidad de inclusión. “En una universidad del tamaño que tiene la UBA, que sea gratuita es un mecanismo de igualación social enorme para nuestro país. Muchísimos primeros egresados de las familias surgieron en sus aulas”, dijo.
Por su parte, el gobernador bonaerense agradeció a la universidad por haberlo formado. “Empecé en el Colegio Nacional de Buenos Aires. La UBA es una parte inmensa de mi vida. Hace dos meses fui nombrado profesor titular que es el máximo cargo de profesor en mi Facultad de Ciencias Económicas. No solo hay pluralismo en la universidad. Hay libertad enorme de pensamiento. Lo que emancipa es el pensamiento crítico. No solo formarse con los programas de estudios, sino cuestionarlos”.