Sucesión tensionada Conflicto interno por demorar designación en Justicia
El kirchnerismo sostiene que CFK no retrasa el reemplazo de Losardo y que la indecisión marca la debilidad presidencial. Danza de nombres para la etapa áspera que viene con el Poder Judicial.
El martes Marcela Losardo pisó por última vez la Casa Rosada. En una charla sin testigos, los compañeros de facultad acordaron su salida y el nuevo cargo que ocupará como embajadora de la Unesco. Pero Alberto Fernández le pidió unos días para definir su sucesor, el mismo que horas antes anunciaba su renuncia en un canal de televisión. Los días pasaron y la ministra renunciada aún en funciones hasta tuvo tiempo de arrepentirse ante los más íntimos de forzar su salida, aunque ya es demasiado tarde. El Presidente aún no define quién será quien ocupe el cargo para “esta etapa que se viene”, tal como él la definió. Ninguno de los nombres que giran lo convencen y tampoco parece ponerse de acuerdo con Cristina Kirchner, quien decidió alejarse del ruido por los cambios y viajar a El Calafate.
El desconcierto llegó a los propios y también copó al círculo íntimo de Alberto Fernández. Nadie puede explicar los últimos movimientos del jefe de Estado y ya ni siquiera se inquietan por entenderlos y explicarlos. En el kirchnerismo no lo dudan: cada minuto que pasa sin nombrar al próximo ministro de Justicia habla de la debilidad del Presidente. Y aseguran que la figura de la vicepresidenta no es la que retrasa los movimientos. “Si Cristina quiere poner al sucesor, el nombre ya se lo dio. Es insostenible que no nombre a nadie, sea el candidato de Cristina o el de él”, analizan desde el Congreso.
El diputado Martín Soria fue el primer nombre que se barajó incluso cuando el Presidente aún no había oficializado la renuncia de su amiga. Ahora cualquier nombre puede ser posible y sumarse a la lista de todos los ya mencionados: Martín Mena, Ramiro Gutiérrez, Julio Alak, Marisa Herrera, Eduardo “Wado” De Pedro, Julio Vitobello y Juan
Manuel Olmos son algunos de ellos. ¿El Presidente ya le ofreció el cargo a alguno de ellos y ninguno lo acepta? ¿Quién está dispuesto a asumir con un ministerio que ya está acaparado por el kirchnerismo? Son algunas de las preguntas que sobrevuelan en el Gobierno. Los días de cierres de listas, los dirigentes suelen caminar los pasillos del poder con el DNI en la mano para ganar un espacio. En este caso, por el contrario, no parece haber muchos candidatos dispuestos a mostrar el título de abogado y quedarse con el cargo.
En medio de la crisis política y la demora para definir el futuro de la cartera de Justicia, la ex jefa de Estado decidió viajar al Sur. Antes de hacerlo habló con el Presidente. Los detalles de esa conversación se sabrán cuando finalmente Alberto Fernández nombre al sucesor de Losardo. Cuando se conozca, la vicepresidenta estará a casi 3 mil kilómetros de distancia.
“Tenemos la capacidad de poner en el centro de la escena un cargo que no le debería importar a nadie”, dice a modo de queja un importante dirigente de la alianza de gobierno. “Primero el kirchnerismo apuntando contra la Justicia y dando a entender que desde allí se va a ir contra ellos y ahora Alberto dilatando las definiciones”.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner seguirán apuntando contra la Justicia. En pleno año electoral, en el oficialismo circulan más encuestas sobre el rol de este poder que de posibles candidatos para ganar las elecciones. El último sondeo que muestran es de Ágora Consultores. Según este muestreo de 2.134 casos realizado entre el 4 y 5 de marzo, el 61% de los consultados cree que el desempeño de los jueces es entre regular negativo y muy malo, mientras que el 31% aseguró que es entre muy bueno y regular positivo.
Aunque aún Fernández no envió un proyecto para reformar el funcionamiento de la Corte Suprema, en este sondeo se consultó si está de acuerdo. El 57% respondió que sí y el 36% que no. De acuerdo
(O PDUWHV IXH OD última vez que Losardo pisó la Rosada para acordar su salida
a esta encuesta, el Presidente también recibe apoyo frente a los planteos de que ningún funcionario judicial paga impuesto a las ganancias (70% coincide) y que el Poder Judicial está en crisis y gozan de privilegios que no goza ningún miembro de la sociedad (62% está de acuerdo).
“Alberto ya cargó contra la Justicia en la campaña de 2019 y Cristina estaba en la boleta. ¿Por qué esto puede afectar las elecciones?”, se preguntan del lado del kirchnerismo.
En la Casa Rosada agregan: “Si las PASO no se retrasan, faltan cinco meses para los comicios y eso es una eternidad en campaña y la economía nos va a acompañar, que es la que va a definir el voto”. De los dos lados se tienen demasiada confianza mientras que el tercer sector liderado por Sergio Massa trata de hacer equilibrio en esta agenda que le resulta incómoda para él y para los votantes que dos años atrás logró arrastrar.
El Gobierno tiene sondeos en los que la sociedad dice acompañar los cambios judiciales