Broncas y retos por el traspié en el plan de vacunación
No fue una semana fácil para Horacio Rodríguez Larreta. Quienes lo vieron el martes en las distintas reuniones que mantuvo lo notaron ofuscado como pocas veces. Es que las imágenes del caos con los adultos mayores en el Luna Park, esperando durante horas a la intemperie para vacunarse, generaron la bronca en el seno del Gobierno porteño y una serie de retos para sus funcionarios.
Es que, para Larreta, mostrar un inconveniente en la gestión, y más aún en el plan de vacunación, era un conflicto de magnitudes. Por ello, dedicó gran parte del martes y el miércoles para salir del “efecto Luna Park”.
Según fuentes oficiales, en el Gobierno porteño admiten que hubo una “falta de previsión” que no solo tuvo que ver con el área de Salud, sino con otras áreas que también trabajan en el plan de vacunación de adultos mayores de 80. Desde los call center y el área tecnológica con los turnos, pasando por los voluntarios hasta los equipos de logística.
A diferencia de la primera etapa de la vacunación, donde se aplicó la dosis de Astrazeneca, esta semana los adultos mayores recibieron la Sputnik V. En el ministerio de Salud porteño confiaron que necesita una logística mayor y que el proceso es más complejo con la vacuna rusa. A eso se le sumó un error de la Ciudad: haber concentrado el plan en solo tres lugares, el Luna Park, La Rural y San Lorenzo.
“No tuvimos en cuenta la ansiedad de los adultos mayores por vacunarse y la costumbre de ir antes, una hora antes mínimo, y acompañados”, admitió un funcionario a PERFIL.
Con las cámaras de TV en vivo, mientras transcurrían las horas el propio Larreta se quejó de la falta de reacción: recién pasadas largas horas se reforzó la asistencia del SAME, empezaron a aparecer de manera rústica algunas sillas y se vieron algunos voluntarios.
Quirós, por su parte, pidió disculpas y, por primera vez, quienes lo conocen lo vieron golpeado por lo que había ocurrido. “La crisis no lo paraliza, lo activa”, lo destacaron cerca del jefe de Gobierno. Ahora, la Ciudad espera salir del “efecto Luna Park” en los próximos días.