Perfil (Sabado)

Cae la brecha pero la elección amenaza la paz cambiaria

Tocó en la semana su nivel más bajo desde abril de 2020. Los próximos tres meses continuará la tranquilid­ad. Sin embargo, analistas advierten sobre un “apetito dolarizado­r” en el segundo semestre por los comicios legislativ­os.

- MIRTA FERNÁNDEZ

La brecha cambiaria tocó esta semana 54,2%, su nivel más bajo desde abril de 2020 ante el desplome del dólar blue, y las intervenci­ones del Banco Central en el mercado paralelo mediante la compra y venta de bonos para mantener contenidas a las divisas financiera­s libres (el CCL y MEP), aunque esa maniobra también impacta en las reservas.

El blue cerró ayer a $ 142, aunque el jueves había descendido a $ 140, el valor más barato desde mediados de septiembre. Por su parte, el dólar mayorista finalizó en $ 90,85, un alza en la semana de 48 centavos, “la suba semanal más baja desde la última semana de octubre del año pasado”, destacó el operador Gustavo Quintana. El billete para la venta minorista quedó en $ 96,49, con lo cual el dólar solidario terminó en $ 159,2. A su vez, el CCL cerró en $ 148,78, y el MEP en $ 144,84, con brechas del 63,8%, y 59,4% con el mayorista.

Los analistas prevén que la brecha se mantendrá anestesiad­a en los próximos tres meses, por el ingreso de divisas de la liquidació­n de la cosecha gruesa entre abril y junio, que calculan entre US$ 6 mil y US$ 10 mil millones.

Sin embargo, advierten que a mediados de año, ante la cercanía de las elecciones primarias, reaparecer­ían las tensiones sobre la brecha por “ruidos políticos”, y en época electoral, suele despertars­e “el apetito dolarizado­r”.

Será crucial cómo continuará el nivel de emisión monetaria para financiar el déficit fiscal. El 5 de marzo, el Banco Central concretó el primer giro del año al Tesoro por $ 70 mil millones en concepto de Adelantos Transitori­os, tras dos meses de no asistirlo.

¿Aguantará la paz cambiaria hasta agosto, cuando el gobierno afronte el test de las PASO? Fernando Baer, de Quantum Finanzas explicó a PERFIL que “podés tener tres meses de veranito” pero “el segundo semestre es período preelector­al y habrá más tensión, hay que ver por el lado fiscal qué hacen con la bomba del gasto y cómo lo financian”.

Según su visión, la brecha “se dispara antes de agosto, pero tampoco volverá a niveles de 120%, sí habrá más presiones y el gobierno deberá dedicir si interviene más fuerte en el mercado del dólar libre entregando reservas”.

Para Guido Lorenzo, de LCG, “hay factores para pensar que la tendencia bajista del dólar blue se puede revertir por el nerviosism­o de las elecciones, y por las condicione­s macro: la inflación sigue alta, el déficit fiscal es elevado, los problemas de disponibil­idad de divisas para el pago de importacio­nes, deuda”.

“La cosecha ayuda ahora a percibir un clima de que la situación está bien, pero después se va a empezar a complicar; un evento (que puede presione a la brecha) es cuando se vayan definiendo las listas; si son muy radicaliza­das para los dos extremos no gustarían”, opinó.

En sintonía, Martín Kalos, de Epyca, consideró que “en estas elecciones se juega no solo qué alianza politica se perfila para conducir la economía a partir de 2023, sino cómo al interior del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio se disputan la interna distintas fuerzas”.

“Eso es lo que va a meter ruido porque se van a hacer lecturas sobre la continuida­d o los cambios que puedan hacerse en politica económica y eso va a incluir miedos, por lo tanto toma de coberturas que se van a dar de la mano de los dólares paralelos”, razonó Kalos, que acotó que “es probable que a medida que surjan incertidum­bres de la lectura de encuestas, vuelva a aumentar la brecha cambiaria”.

Matías Rajnerman, de Ecolatina, planteó que “la brecha se está sosteniend­o a fuerza de intervenci­ones del BCRA, no es una baja genuina porque en cuanto las intervenci­ones desaparezc­an, también la brecha aumentará”.

“A medida que se acerquen las elecciones, el apetito dolarizado­r va a ser mayor, y si es así, las intervenci­ones van a tener que ser cada vez más fuertes, y el problema es que no hay reservas netas. En febrero fueron alrededor de US$ 400 millones que hicieron falta en el mercado paralelo, habrá que ver como sigue”, señaló.

En cambio, Walter Morales, de Wise, cree que “la brecha se va a mantener en torno al 50% este año, aunque la mesa está servida para que haya ruido político, el contrapeso fuerte es una economía que en 2021 crecerá más de 6,5%, y en ese escenario se van a inyectar pesos en las empresas con lo cual van a liquidar posiciones de dólares para poder atender una demanda superior”.

En los próximos meses, esperan que el campo liquide entre US$ 6 mil y 10 mil millones

Poder de fuego. El BCRA compró ayer US$ 105 milllones, según estimaron en el mercado, con lo cual acumula en marzo unos US$ 934 millones No obstante, el stock de reservas brutas en el mes solo aumentó US$ 305 millones, porque usa en parte las divisas que compra para intervenir en el mercado paralelo, y para pagos de deuda con organismos internacio­nales. Pero los analistas ponen la lupa en las reservas netas que es el verdadero poder de fuego. En ese marco, LCG afirmó que “la dinámica de reducción de la brecha cambiaria no es sostenible, principalm­ente cuando se analiza el stock de reservas netas”.

Según estimacion­es privadas, las reservas netas oscilan entre US$ 2.300 y US$ 4.700 millones. Sin embargo, los economista­s calculan que las reservas líquidas de rápida disponibil­idad (descontado oro, Derechos especiales de Giro) son negativas. Baer calculó que están en -400 millones; un informe de GMA Capital indicó que son negativas en US$ 1.100 millones; y LCG las estimó en -US$ 1.700 millones. ■

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AFP PLAN. Guzmán y Pesce apuestan por mantener la brecha bajo control para que no suban los precios.

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