Muchos aspirantes para una “tercera vía”
Desde el retorno de la democracia, en 1985, ningún candidato ha logrado imponer una “tercera vía” que se aparte de las tradicionales coaliciones de centroderecha o centroizquierda que llegaron al gobierno, con la excepción de Jair Bolsonaro, que lo hizo, pretendidamente, desde la no política, pese a que llevaba más de dos décadas como diputado.
Con la aparición de Lula da Silva en el horizonte tras la anulación de sus condenas, los intentos de construir esa alternativa a la polarización se mantienen entre quienes hasta ahora representaban la oposición al bolsonarismo, en particular varios gobernadores y ex ministros del actual gobierno.
Hasta ahora, entre quienes han dejado en claro que quisieran competir el año próximo se destacan dos gobernadores, João Doria, de San Pablo, y el joven Eduardo Leite, de Rio Grande do Sul, ambos del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB) del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, y un experimentado político, Ciro Gomes, que fue ministro de Lula y varias veces candidato presidencial.
A ellos habría que sumarle una “celebridad” sin experiencia política,
Luciano Huck, un popular animador del canal Globo que evaluó ser candidato en 2018, y dos ex ministros de Bolsonaro: el polémico Sergio Moro, golpeado por las filtraciones que mostraron parcialidad manifiesta en sus procesos contra Lula, y el ex titular de Salud, Luiz Henrique Mandetta, al que el actual presidente destituyó por oponerse a su negacionismo ante la pandemia.
La candidatura de Moro, que cuando dejó el gobierno denunció que el presidente quería manipular el nombramiento de un jefe policial para proteger a sus hijos, investigados por la Justicia, ha perdido fuerza en los últimos tiempos, luego de haber sido proclamado como el “héroe” del Lava Jato, que salvaría al país de la corrupción.
Sin embargo, las filtraciones de sus diálogos con los fiscales del proceso a Lula, que muestran que su deseo era impedir que el ex presidente fuera candidato en 2018, e incluso su decisión de aceptar ser ministro de Bolsonaro, debilitaron su imagen ante los sectores independientes.
Mandetta, por su parte, que dejó el gobierno con mucha popularidad, enfrenta ahora las dificultades de poder articular una candidatura, para la que ya comenzó a armar un equipo de asesores.
“Bolsonaro y Lula son lo mismo. Quieren la violencia, la ruptura, la polarización. Ahora, la unidad del centro se vuelve imperativa. Tenemos que definir los nombres. No se puede esperar hasta fin de año para decidir quién será capaz de unir al centro”, afirmó.
Mandetta cree que los seis aspirantes deberían unificarse en torno a una sola candidatura, para impedir la fragmentación de votos en el primer turno y así lograr que uno de los dos extremos de la polarización, Lula o Bolsonaro, quede fuera del ballottage.
Claro que eso es fácil de proponer, pero difícil de concretar.
“No sirve sentarse a la mesa de negociación con alguien que, si no es el elegido, no parece dispuesto a apoyar al que lo sea”, disparó el gobernador Leite, en alusión a la actitud de varios de los ‘anotados’ para la candidatura.
Tres son políticos, dos fueron ministros de Bolsonaro y hay una figura de TV