LA LOCURA DE CONTAR TROYANAMENTE LA TRATA DE MUJERES
Esther Mártinez Lobato lo deja muy en claro. Sabían lo que hacían. Ella y Alex Pina, sabían perfectamente donde iban. Pero también entiende que no sabían dónde se metían. Ella y Pina se ríen pero aclaran “lo que nosotros buscamos es mezclar todo, pero que se entienda la gravedad de cada cosa, creemos en eso, no creemos en separar, si entender y procesar. Nunca hay que ser torpes con temas graves, pero honestamente, tampoco hay que ser torpes con temas leves”.
—¿Existe una presión a la hora de hacer algo que se ve como “la sucesora de La casa de papel” o que puedan hacer lo que gustan genera un factor más bien de diversión?
ML: La próxima va serie va a ir de la prositución va a ser de media hora, y va a ser de acción y divertida, y seria e investigada. Eso fue una locura. Esa fue la loca propuesta que tuvimos y nos dijeron que sí, por ende, ya nada nos sorprende. Pero después quedaba la seriedad, es decir, darle una base a lo que hacíamos que nos dejará en el gesto y ahí fue donde vimos que había mucho más de la naturaleza de lo escabroso. No queríamos banalizar el tema, no queríamos faltar el respeto. En un punto tuvimos que hacer una calibración nueva, como para no ser deshonestos. Queremos hacer una serie rápida, de cualquier clase social, cool, y que podamos sonar en ese silencio global que hay un poco a la hora de la trata, poner la luz sobre ese pacto de no hablar sobre, el pacto de los usuarios y las instituciones. Queríamos sacar todo a la luz.