EL RACISMO INUNDA LAS TRIBUNAS
El gobierno británico le pidió ayer a la FIFA que tomara medidas a raíz de los insultos racistas lanzados contra jugadores negros de la selección de Inglaterra en el partido de clasificación para el Mundial 2022 contra Hungría disputado el jueves. Medios británicos como la BBC y Sky News informaron de cánticos racistas y gritos que imitaban a monos dirigidos a los jugadores negros Jude Bellingham y Raheem Sterling durante la victoria inglesa por 4-0.
Estos ataques en Budapest se suman a otros incidentes similares registrados en otros partidos de los Tres Leones, en un contexto de creciente indignación en el fútbol británico por el racismo que se observa habitualmente en los estadios o en las redes sociales. “Es totalmente inaceptable que los jugadores de la selección inglesa fueran objeto de insultos racistas anoche en Hungría”, denunció el primer ministro británico, Boris Johnson, en Twitter.
El jefe de gobierno instó a la FIFA a “tomar medidas enérgicas contra los responsables para garantizar que este tipo de comportamiento vergonzoso sea erradicado para siempre”.
El organismo rector del fútbol mundial, responsable de la organización de los partidos de clasificación para el Mundial-2022, respondió prometiendo tomar “las medidas oportunas” y reiteró su firme rechazo a “toda forma de racismo y violencia”.
Antes del partido los jugadores ingleses también fueron abucheados por la mayoría de los 60 mil aficionados húngaros por arrodillarse para denunciar el racismo.
“No lo he oído”, reconció el capitán de Inglaterra, Harry Kane, en referencia los cánticos e insultos racistas, en declaraciones al canal británicao ITV. Pero “hablaré con los chicos para ver si han oído algo”, añadió.
El seleccionador Gareth Southgate, que también dijo no haber oído los insultos desde el banquillo, los calificó no obstante de “inaceptables”. “Todo el mundo sabe lo que representamos como equipo”, subrayó.
La Federación Húngara de Fútbol defendió en un comunicado a “la gran mayoría” de sus aficionados, prometiendo que los que provocaron “problemas” serán “castigados”. Y agregó que los espectadores que tiraron bengalas y vasos al terreno de juego podrían recibir dos años de suspensión de entrada al estadio y una multa, pero no mencionó los gritos de mono hacia los jugadores ingleses.