Se completa el Gabinete y Caputo se queda con Energía y Minería
El presidente electo Javier Milei pasa sus últimas horas antes de asumir puliendo el paquete de medidas que pondrá en marcha a partir del próximo lunes con la tranquilidad de haber definido los nombres de su Gabinete.
En la última semana ha mantenido reuniones a diario con su futuro equipo. Siempre están presentes Karina Milei y Santiago Caputo. Quien coordina las conversaciones preliminares es Nicolás Posse, futuro jefe de Gabinete. Milei solo interviene para bajar línea o bien zanjar desacuerdos.
Hasta acá, los futuros ministros se han enfocado en contar cómo es el avance de sus respectivos organigramas y de cómo rediseñarán cada una de sus carteras.
Posse coordinará todos los ministerios (que en total serán nueve) y pasarán por sus manos la reasignación de partidas dado que quedará vigente el actual Presupuesto.
La cartera más caliente estará a cargo de Luis “Toto” Caputo. Ayer en la reunión de Gabinete se definió que el exfuncionario de Macri se quedará con las áreas claves de Energía y Minería.
Eduardo Rodríguez Chorrillo estará a cargo de Energía. Los subsidios a las tarifas en el área metropolitana tienen un impacto directo en las cuentas fiscales y Caputo tendrá firma para decidir en lo inmediato.
El extitular del BCRA buscará reducir 5,5% del PBI los gastos además de desarmar el frente fiscal de las Leliq, punto central para el levantamiento del cepo. Minería estará a cargo de Flavia Royón, actual funcionaría de Massa. La salteña tiene vínculos con sectores mineros ligados al litio en la provincia norteña.
El secretario de Política Económica y virtual viceministro será Joaquín Cottani, hombre de su estrecha confianza.
En tanto la Secretaría de Industria estará a cargo de Juan Pazo, quien es socio de Francisco de Nárvaez en una marca de ropa. Vacante quedará la Secretaría de Finanzas y la de Hacienda, la cual fue ofrecida al actual, Raúl Rigo.
Otra área clave será la cartera de Interior, la cual estará a cargo de Guillermo Francos.
El exrepresentante ante el BID será el músculo político con el que el futuro gobierno buscará apoyos entre mandatarios y en el Congreso. Viene demorado en su armado. Tal es así, que le pidió a Andrés Rodríguez (UPCN) asistencia para la conformación de su organigrama.
Guillermo Ferraro estará a cargo de Infraestructura. La cartera absorberá Transporte (algunos funcionarios actuales podrían continuar) y estará en manos del schiarettista Franco Mogetta. Mientras que Obras Públicas y Telecomunicaciones quedarán vacantes en un principio.
Capital Humano será otra de las áreas claves del organigrama que absorba muchos de los actuales ministerios y será para la inexperta Sandra Petovello. Milei aseguró que será el único ministerio que tenga la “billetera abierta”, con la intención de paliar los efectos de las primeras medidas que serán “dolorosas”. Pablo de la Torre será el secretario de Desarrollo Social; Carlos Torrendell el secretario de Educación; en tanto la Secretaría de Trabajo aún no está definida aunque Gustavo Morón y Omar Yasín fueron dos que circularon.
En la reunión de ayer del futuro Gabinete se resolvió que Salud tenga rango ministerial. Mario Russo se hará cargo.
Patricia Bullrich estará al frente de Seguridad. “Firmeza, orden y experiencia para cuidar de los argentinos y las fuerzas de seguridad”, lanzó Milei ayer en sus redes. Junto con Bullrich, se incorporó Luis Petri, quien encabezará la cartera de Defensa. El mendocino aseguró que trabajará para “volver a poner en valor el rol de nuestras Fuerzas Armadas”.
Diana Mondino tendrá a cargo la difícil tarea de comandar las relaciones exteriores.
Mariano Cúneo Libarona, por su parte, se sentará en el sillón de ministro de Justicia. Tendrá a su cargo la relación con la Corte Suprema y con el Poder Judicial poniendo especial énfasis en el fuero en el Contencioso Administrativo, en el que se podrían trabar muchas de las medidas que lleve adelante el PEN.
Milei tiene muchos de los organismos claves designados. Anses para Osvaldo Giordano, PAMI para Esteban Leguizamo, el Indec seguirá con Marco Lavagna al frente, Daniel Tillard se hará cargo del Banco Nación y el presidente de YPF será Horacio Marín.
Otra área clave será el BCRA. Allí Caputo logró colocar a su socio, Santiago Bausili.
En AFIP estará Florencia Misrahi y en la Superintendencia de Salud, Enrique Rodríguez Chiaronte.
La designación de Rodolfo Barra como procurador del Tesoro causó revuelo y está en suspenso por su edad. Todo indica que la Secretaría General de la Presidencia sería para Karina Milei. En tanto resta definir la Secretaría Legal y Técnica, quien custodia la firma presidencial.
Belén Stettler y Leonardo Cifelli serán secretarios de Medios y Cultura respectivamente.
La albertista Yanina Martínez será la secretaria de Turismo.
Se reúne a diario con su equipo; siempre con Karina y Santiago Caputo presentes
AGUSTINA BORDIGONI
Economistas consultados por PERFIL advirtieron que los primeros meses del año 2024 tendrán un fuerte impacto inflacionario producto de la recomposición de precios atrasados y de las tarifas. Prevén que la actividad económica podría recuperarse si los planes a nivel interno funcionan, cuentan con credibilidad, y el contexto internacional acompaña.
Estabilizar la economía es el gran reto que Javier Milei pretende atender desde sus primeras horas como presidente. Si lo logra, economistas consultados por PERFIL advirtieron que los signos de recuperación deberán esperar al menos hasta el segundo semestre de 2024, y que el panorama se presenta muy difícil en términos de actividad económica, nivel de precios y recomposición salarial durante los primeros tres meses de ese año.
“Lo primero que vamos a tener va a ser un golpe inflacionario por el reacomodamiento de precios, y lo que va a seguir va a ser una caída en la actividad, porque la actividad está determinada por el consumo privado, pero también por el gasto del Estado”. Por lo tanto, “si el Estado hace un ajuste en sus gastos, eso quiere decir que va a terminar impactando también sobre la actividad”, explicó Christian Buteler.
“Lo vamos a sentir en los primeros dos o tres meses y después va a ir disminuyendo, y si es exitoso ese plan y el ajuste fiscal, y los mercados empiezan a entender que la Argentina va en el camino correcto, para el segundo semestre vamos a poder tener un repunte de la actividad, al que también va a ayudar una mejor cosecha ese año”.
Buteler aclaró también que “esto es en lo teórico, en lo práctico está por ver cómo es el plan y qué es lo que pasa en el resto del mundo”.
Para el economista Bernardo Kosacoff, en un primer momento “va a haber una caída del nivel de actividad”, algo que está relacionado “con la corrección de los precios relativos, la devaluación y el ajuste fiscal”.
Después de eso, existen dos componentes que pueden ayudar al éxito de las posibles medidas que implemente el futuro gobierno: “La demanda externa, en la que hay en general una oportunidad para Argentina, y algunas actividades que pueden tener un dinamismo importante como la producción de alimentos, la producción de energía y el desarrollo de los proyectos mineros, en particular con el cobre y el litio”. Esa demanda de exportaciones puede “generar las divisas fundamentales para el equilibrio y la consistencia macro y para recuperar el nivel de actividad”.
Sin embargo, lo más importante será el panorama local: “La estabilidad significa una recomposición del crédito tanto para las empresas como para los individuos. El otro punto es que claramente tenemos una fuerte caída del salario real: si se recompone puede tener un impacto positivo a nivel actividad”.
Esa recuperación, advirtió también, no ocurrirá “a tasas chinas” porque “no existe capacidad ociosa”. Según el economista, “se puede imaginar un nivel de recuperación al nivel de actividad a tasas del 3% anual. Si Argentina crece a esa tasa durante cinco años y no tenemos una crisis, creo que estaríamos en presencia de un cambio importante del ciclo económico”.
Para llegar a eso, habrá que pasar una etapa complicada de aceleración inflacionaria, reacomodamiento lento de salarios y disminución del gasto público, “que obviamente, es anticíclica”. Por eso, “si se logra recomponer, hay que estar pensando en el segundo semestre del año que viene”.
Para Orlando Ferreres, “Milei efectuó un buen pronóstico: 2024 va a ser un año con estanflación. Recién en 2025 podríamos crecer y sin mayor inflación”. Los primeros meses de 2024, aseguró, debemos seguir esperando “una inflación de dos dígitos”.
Por ahora, todas son especulaciones. “Hay que ver si el plan económico que viene a ejecutar Javier Milei efectivamente estabiliza. Por lo pronto dejó de lado la dolarización, que era una muy mala idea y hubiera desestabilizado todavía más”, detalló Martín Kalos, director de EPYCA Consultores.
Pero, con lo que se conoce hasta ahora, lo que se puede inferir es que “por lo menos los primeros seis meses van a ser contractivos y de aceleración de la inflación. Puede que sea más, depende de cómo lo manejen y si tienen éxito”.
En cuanto a la estabilización, “es algo que recién van a poder empezar realmente a hacer cuando tengan un poco más de colchón de reservas internacionales en el Banco Central”, agregó el economista. Sin embargo, es poco optimista al respecto. El éxito del plan “no es para nada seguro; al contrario, las mayores probabilidades son de que fracase, eso es lo que demuestra la historia de los planes de estabilización en América Latina y en Argentina en particular”. El destino de ese plan estará marcado, sintetizó, por “la credibilidad que tenga en su implementación”.
Para Diego Martínez Burzaco, “es difícil ponerle un plazo real a cuándo va a ser el período donde la economía argentina pueda tocar piso” porque eso “va a depender mucho de la secuencialidad de la implementación y de cuánto consenso haya”. Lo que sí es seguro es “un escenario de fuerte inflación los primeros meses y, si el plan de estabilización es exitoso, algún tipo de inflexión en el nivel de actividad a partir del segundo semestre de 2024”.
Pero, afirmó también, “cualquier escenario puede ser muy distinto a lo que imaginamos hoy respecto a lo que pueda pasar en la realidad en los próximos meses”.
Esta semana, el diputado radical de Juntos por el Cambio y economista, Martín Tetaz, aseguró que los plazos de los que habló Javier Milei para bajar la inflación son demasiado largos. Al respecto, explicó a PERFIL, “la expectativa de Milei de los 18 o 24 meses tiene que ver con una confusión teórica, con la idea de que los fenómenos de emisión tardan entre 18 y 24 meses en trasladarse al sistema de precios”, pero, “cuando la sociedad tiene expectativas más racionales sobre las decisiones del gobierno, se acomoda rápidamente el sistema de precios al nuevo régimen económico. Por lo tanto, la inflación debería derrumbarse el año que viene”. ■