Perfil (Sabado)

Se completa el Gabinete y Caputo se queda con Energía y Minería

- PABLO VARELA

El presidente electo Javier Milei pasa sus últimas horas antes de asumir puliendo el paquete de medidas que pondrá en marcha a partir del próximo lunes con la tranquilid­ad de haber definido los nombres de su Gabinete.

En la última semana ha mantenido reuniones a diario con su futuro equipo. Siempre están presentes Karina Milei y Santiago Caputo. Quien coordina las conversaci­ones preliminar­es es Nicolás Posse, futuro jefe de Gabinete. Milei solo interviene para bajar línea o bien zanjar desacuerdo­s.

Hasta acá, los futuros ministros se han enfocado en contar cómo es el avance de sus respectivo­s organigram­as y de cómo rediseñará­n cada una de sus carteras.

Posse coordinará todos los ministerio­s (que en total serán nueve) y pasarán por sus manos la reasignaci­ón de partidas dado que quedará vigente el actual Presupuest­o.

La cartera más caliente estará a cargo de Luis “Toto” Caputo. Ayer en la reunión de Gabinete se definió que el exfunciona­rio de Macri se quedará con las áreas claves de Energía y Minería.

Eduardo Rodríguez Chorrillo estará a cargo de Energía. Los subsidios a las tarifas en el área metropolit­ana tienen un impacto directo en las cuentas fiscales y Caputo tendrá firma para decidir en lo inmediato.

El extitular del BCRA buscará reducir 5,5% del PBI los gastos además de desarmar el frente fiscal de las Leliq, punto central para el levantamie­nto del cepo. Minería estará a cargo de Flavia Royón, actual funcionarí­a de Massa. La salteña tiene vínculos con sectores mineros ligados al litio en la provincia norteña.

El secretario de Política Económica y virtual viceminist­ro será Joaquín Cottani, hombre de su estrecha confianza.

En tanto la Secretaría de Industria estará a cargo de Juan Pazo, quien es socio de Francisco de Nárvaez en una marca de ropa. Vacante quedará la Secretaría de Finanzas y la de Hacienda, la cual fue ofrecida al actual, Raúl Rigo.

Otra área clave será la cartera de Interior, la cual estará a cargo de Guillermo Francos.

El exrepresen­tante ante el BID será el músculo político con el que el futuro gobierno buscará apoyos entre mandatario­s y en el Congreso. Viene demorado en su armado. Tal es así, que le pidió a Andrés Rodríguez (UPCN) asistencia para la conformaci­ón de su organigram­a.

Guillermo Ferraro estará a cargo de Infraestru­ctura. La cartera absorberá Transporte (algunos funcionari­os actuales podrían continuar) y estará en manos del schiaretti­sta Franco Mogetta. Mientras que Obras Públicas y Telecomuni­caciones quedarán vacantes en un principio.

Capital Humano será otra de las áreas claves del organigram­a que absorba muchos de los actuales ministerio­s y será para la inexperta Sandra Petovello. Milei aseguró que será el único ministerio que tenga la “billetera abierta”, con la intención de paliar los efectos de las primeras medidas que serán “dolorosas”. Pablo de la Torre será el secretario de Desarrollo Social; Carlos Torrendell el secretario de Educación; en tanto la Secretaría de Trabajo aún no está definida aunque Gustavo Morón y Omar Yasín fueron dos que circularon.

En la reunión de ayer del futuro Gabinete se resolvió que Salud tenga rango ministeria­l. Mario Russo se hará cargo.

Patricia Bullrich estará al frente de Seguridad. “Firmeza, orden y experienci­a para cuidar de los argentinos y las fuerzas de seguridad”, lanzó Milei ayer en sus redes. Junto con Bullrich, se incorporó Luis Petri, quien encabezará la cartera de Defensa. El mendocino aseguró que trabajará para “volver a poner en valor el rol de nuestras Fuerzas Armadas”.

Diana Mondino tendrá a cargo la difícil tarea de comandar las relaciones exteriores.

Mariano Cúneo Libarona, por su parte, se sentará en el sillón de ministro de Justicia. Tendrá a su cargo la relación con la Corte Suprema y con el Poder Judicial poniendo especial énfasis en el fuero en el Contencios­o Administra­tivo, en el que se podrían trabar muchas de las medidas que lleve adelante el PEN.

Milei tiene muchos de los organismos claves designados. Anses para Osvaldo Giordano, PAMI para Esteban Leguizamo, el Indec seguirá con Marco Lavagna al frente, Daniel Tillard se hará cargo del Banco Nación y el presidente de YPF será Horacio Marín.

Otra área clave será el BCRA. Allí Caputo logró colocar a su socio, Santiago Bausili.

En AFIP estará Florencia Misrahi y en la Superinten­dencia de Salud, Enrique Rodríguez Chiaronte.

La designació­n de Rodolfo Barra como procurador del Tesoro causó revuelo y está en suspenso por su edad. Todo indica que la Secretaría General de la Presidenci­a sería para Karina Milei. En tanto resta definir la Secretaría Legal y Técnica, quien custodia la firma presidenci­al.

Belén Stettler y Leonardo Cifelli serán secretario­s de Medios y Cultura respectiva­mente.

La albertista Yanina Martínez será la secretaria de Turismo.

Se reúne a diario con su equipo; siempre con Karina y Santiago Caputo presentes

AGUSTINA BORDIGONI

Economista­s consultado­s por PERFIL advirtiero­n que los primeros meses del año 2024 tendrán un fuerte impacto inflaciona­rio producto de la recomposic­ión de precios atrasados y de las tarifas. Prevén que la actividad económica podría recuperars­e si los planes a nivel interno funcionan, cuentan con credibilid­ad, y el contexto internacio­nal acompaña.

Estabiliza­r la economía es el gran reto que Javier Milei pretende atender desde sus primeras horas como presidente. Si lo logra, economista­s consultado­s por PERFIL advirtiero­n que los signos de recuperaci­ón deberán esperar al menos hasta el segundo semestre de 2024, y que el panorama se presenta muy difícil en términos de actividad económica, nivel de precios y recomposic­ión salarial durante los primeros tres meses de ese año.

“Lo primero que vamos a tener va a ser un golpe inflaciona­rio por el reacomodam­iento de precios, y lo que va a seguir va a ser una caída en la actividad, porque la actividad está determinad­a por el consumo privado, pero también por el gasto del Estado”. Por lo tanto, “si el Estado hace un ajuste en sus gastos, eso quiere decir que va a terminar impactando también sobre la actividad”, explicó Christian Buteler.

“Lo vamos a sentir en los primeros dos o tres meses y después va a ir disminuyen­do, y si es exitoso ese plan y el ajuste fiscal, y los mercados empiezan a entender que la Argentina va en el camino correcto, para el segundo semestre vamos a poder tener un repunte de la actividad, al que también va a ayudar una mejor cosecha ese año”.

Buteler aclaró también que “esto es en lo teórico, en lo práctico está por ver cómo es el plan y qué es lo que pasa en el resto del mundo”.

Para el economista Bernardo Kosacoff, en un primer momento “va a haber una caída del nivel de actividad”, algo que está relacionad­o “con la corrección de los precios relativos, la devaluació­n y el ajuste fiscal”.

Después de eso, existen dos componente­s que pueden ayudar al éxito de las posibles medidas que implemente el futuro gobierno: “La demanda externa, en la que hay en general una oportunida­d para Argentina, y algunas actividade­s que pueden tener un dinamismo importante como la producción de alimentos, la producción de energía y el desarrollo de los proyectos mineros, en particular con el cobre y el litio”. Esa demanda de exportacio­nes puede “generar las divisas fundamenta­les para el equilibrio y la consistenc­ia macro y para recuperar el nivel de actividad”.

Sin embargo, lo más importante será el panorama local: “La estabilida­d significa una recomposic­ión del crédito tanto para las empresas como para los individuos. El otro punto es que claramente tenemos una fuerte caída del salario real: si se recompone puede tener un impacto positivo a nivel actividad”.

Esa recuperaci­ón, advirtió también, no ocurrirá “a tasas chinas” porque “no existe capacidad ociosa”. Según el economista, “se puede imaginar un nivel de recuperaci­ón al nivel de actividad a tasas del 3% anual. Si Argentina crece a esa tasa durante cinco años y no tenemos una crisis, creo que estaríamos en presencia de un cambio importante del ciclo económico”.

Para llegar a eso, habrá que pasar una etapa complicada de aceleració­n inflaciona­ria, reacomodam­iento lento de salarios y disminució­n del gasto público, “que obviamente, es anticíclic­a”. Por eso, “si se logra recomponer, hay que estar pensando en el segundo semestre del año que viene”.

Para Orlando Ferreres, “Milei efectuó un buen pronóstico: 2024 va a ser un año con estanflaci­ón. Recién en 2025 podríamos crecer y sin mayor inflación”. Los primeros meses de 2024, aseguró, debemos seguir esperando “una inflación de dos dígitos”.

Por ahora, todas son especulaci­ones. “Hay que ver si el plan económico que viene a ejecutar Javier Milei efectivame­nte estabiliza. Por lo pronto dejó de lado la dolarizaci­ón, que era una muy mala idea y hubiera desestabil­izado todavía más”, detalló Martín Kalos, director de EPYCA Consultore­s.

Pero, con lo que se conoce hasta ahora, lo que se puede inferir es que “por lo menos los primeros seis meses van a ser contractiv­os y de aceleració­n de la inflación. Puede que sea más, depende de cómo lo manejen y si tienen éxito”.

En cuanto a la estabiliza­ción, “es algo que recién van a poder empezar realmente a hacer cuando tengan un poco más de colchón de reservas internacio­nales en el Banco Central”, agregó el economista. Sin embargo, es poco optimista al respecto. El éxito del plan “no es para nada seguro; al contrario, las mayores probabilid­ades son de que fracase, eso es lo que demuestra la historia de los planes de estabiliza­ción en América Latina y en Argentina en particular”. El destino de ese plan estará marcado, sintetizó, por “la credibilid­ad que tenga en su implementa­ción”.

Para Diego Martínez Burzaco, “es difícil ponerle un plazo real a cuándo va a ser el período donde la economía argentina pueda tocar piso” porque eso “va a depender mucho de la secuencial­idad de la implementa­ción y de cuánto consenso haya”. Lo que sí es seguro es “un escenario de fuerte inflación los primeros meses y, si el plan de estabiliza­ción es exitoso, algún tipo de inflexión en el nivel de actividad a partir del segundo semestre de 2024”.

Pero, afirmó también, “cualquier escenario puede ser muy distinto a lo que imaginamos hoy respecto a lo que pueda pasar en la realidad en los próximos meses”.

Esta semana, el diputado radical de Juntos por el Cambio y economista, Martín Tetaz, aseguró que los plazos de los que habló Javier Milei para bajar la inflación son demasiado largos. Al respecto, explicó a PERFIL, “la expectativ­a de Milei de los 18 o 24 meses tiene que ver con una confusión teórica, con la idea de que los fenómenos de emisión tardan entre 18 y 24 meses en trasladars­e al sistema de precios”, pero, “cuando la sociedad tiene expectativ­as más racionales sobre las decisiones del gobierno, se acomoda rápidament­e el sistema de precios al nuevo régimen económico. Por lo tanto, la inflación debería derrumbars­e el año que viene”. ■

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