“NOS COSTÓ MUCHÍSIMO SEPARARNOS DEL TODO Y PENSAR QUE IBA A SER DEFINITIVO PORQUE TENEMOS UNA HISTORIA HERMOSA JUNTOS”
La bailarina, que está separada hace tres meses de su novio de los últimos cuatro años, con quien incluso convivía, habla por primera vez del doloroso punto fifinal que le puso a su relación con Federico. Revela, además, que durante la adolescencia sufrió trastornos alimenticios y se pone seria a la hora de hablar de la peor noticia que recibió en el último tiempo: la decisión de su hermana Vanina de irse a vivir a Uruguay con su marido, Waldo Navia, y sus sobrinos Benicio y Joaquina.
Inquieta por naturaleza, Silvina Escudero (37) es de esas personas que no se detienen nunca y que viven en permanente transformación. El último año no fue para nada sencillo para ella ya que la pandemia por el coronavirus la obligó a detener sus actividades laborales y la larguísima cuarentena le terminó de poner un punto final al estudio de danzas que tenía con su hermana Vanina. A Silvina le costó muchísimo bajar la persiana de ese proyecto personal que tanto amaba y, además, se le cayeron los compromisos profesionales que había asumido para hacer en ficción hasta nuevo aviso. Como si fuera poco, durante la pandemia sufrió una crisis de convivencia con su novio de los últimos cuatro años, Federico, y estuvieron un mes separados, allá por septiembre. Si bien siguieron compartiendo el mismo techo, durmieron en distintas habitaciones y cuando las aguas se calmaron, volvieron a apostar por su amor. La remaron y le pusieron la mejor para salir adelante pero al mes notaron que la cosa no funcionaba y, con mucho dolor, tomaron la dura decisión de separarse. A fines de octubre, él se fue de la casa y hoy, por primera vez, la Escudero se refiere públicamente al tema. En una entrevista íntima con Pronto, en la que peló piel y se entregó a una producción de fotos que dejó al descubierto que está en uno de sus mejores momentos a nivel físico, la morocha que derrite a los argentinos habló de todo: lo mal que la pasó desde que se desató la pandemia del COVID-19; cómo le rompió el corazón que su hermana Vanina se haya ido a vivir a Uruguay con su marido Alvaro Waldo Navia y sus sobrinos Benicio (6) y Joaquina (4); los problemas alimenticios que sufrió durante la adolescencia; su experiencia íntima con otra mujer; la separación de su ex y otros temas que jamás había tocado públicamente. Sí, Silvina siempre redobla la apuesta y tiene nuevas historias para contar. -Empecemos por el presente. ¿Cómo estás llevando el verano?
-Mucho mejor que el invierno pasado, ¡eso seguro! Al hacer calor y al tener buenas temperaturas, por lo menos uno se puede relacionar con más gente, manteniendo siempre el distanciamiento social al aire libre. Me cuido mucho, como me cuidé durante toda la pandemia, entonces no entro a lugares cerrados, no salgo a comer afuera y puedo pasar todo el día al aire libre disfrutando de la pileta con uno en una punta y el otro en la otra. -Volviste a la tele en América con Los Mammones.
-Sí y estoy súper contenta con el pro grama y con la oportunidad que le dio el canal. Fue un año muy difícil para todos los artistas: cerré mi escuela de danzas, perdí todos mis trabajos y tenía una serie para Netflix para rodar en Estados Unidos en abril pero se pospuso para este año y habrá que ver qué pasa. Dudo que se haga también. Era una serie cuyo primer capítulo piloto se iba a hacer aquí en Buenos Aires y luego toda la serie se iba a grabar en Estados Unidos. Tenía un papel muy interesante y quedó ahí. -¿Todos los trabajos se te cayeron? -Sí: estaba en Incorrectas junto a Moria Casán pero ese programa se levantó, la serie no se concretó, a la escuela tuvimos que cerrarla definitivamente y participé de cuatro pilotos para televisión que nunca empezaron. Así que cuando me llegó la oportunidad de trabajar en Los Mammones, ni lo dudé. Más allá de que estoy feliz con el proyecto, lo que más feliz me hace es poder trabajar. Encima con Jey Mammon, que es amigo mío desde que empezó, y también tengo la mejor con Gabriel Schultz y Lucía Ugarte. Ir al canal es una fiesta todos los días. -Se te ve muy bien físicamente. ¿Te sentís en tu mejor momento desde lo estético?
-¿Sabés que estoy más segura de mí misma? A las mujeres siempre nos han castigado mucho por el tema del cuerpo: si tenés celulitis, flacidez, estrías, un grano, si engordaste o si tenés el pelo más largo o más corto. Siempre nos miran con una lupa y yo pertenecí a esa industria porque trabajo desde los 13 años. Te digo más: yo misma estuve siempre bajo mi propia lupa. Hoy me miro al espejo y me quiero, me gusto y me acepto con mis defectos. Me parezco hasta más atractiva con mis defectos que quizás a los 20 no tenía.
-Perdón, ¿por defectos a qué te referís?
-A la celulitis, por ejemplo. Todas las mujeres tenemos celulitis y más cuando vamos creciendo. Capaz no a los 20 pero después de los 30, ya sí. La verdad es que me quiero y me siento bien con mi cuerpo porque me acepto. Estoy en actividad, me siento saludable, me gusta lookerarme y sentirme linda. Estuve todo un año encerrada sin ponerme rímel así que me pone súper contenta poder lookearme todos los días de manera diferente para trabajar en la tele.
“TODAS LAS MUJERES TENEMOS CELULITIS Y RECIEN HOY ME SIENTO BIEN CON MI CUERPO PORQUE ME ACEPTO”