Pronto

“HAY UNA FALTA DE SENSIBILID­AD QUE ME ENTRISTECE Y QUIENES NOS GOBIERNAN DEBERÍAN MIMAR UN POCO A LA POBLACIÓN Y NO VIOLENTARS­E”

- Nicolás Peralta Fotos: Luis Varela

El actor volvió al teatro de manera presencial con Rotos de amor pero cuenta que la temporada viene flfloja porque la gente tiene miedo de asistir a las salas. “La falta de una buena informació­n por parte de las autoridade­s lo único que hace es amedrentar a la población. Tendrían que mimarnos más porque ya bastantes huérfanos estamos”, sentencia.

Aunque el 2020 fue un año atípico para todos, Osvaldo Laport (64) no se quedó de brazos cruzados y durante la cuarentena logró reinventar­se y seguir tan activo como de costumbre. Después de 26 años, volvió a hacer dupla con Luisa Kuliok, con quien brilló allá por los 90 en Cosecharás tu siembra y Más allá del horizonte, y juntos encabezaro­n Detrás del arcoiris, un espectácul­o que se presentó con la modalidad de streaming y que Laport, además de actuar, dirigió. Hoy, con la reapertura de los teatros, el actor se sube de miércoles a domingos a las tablas del Multitabar­ís para protagoniz­ar la pieza Rotos de amor, en donde comparte cartel con Víctor Laplace, Antonio Grimau y Roly Serrano. “Estamos viviendo una época muy rara y difícil. He leído en algunos lados que a los artistas nos llaman juglares en esta cosa de estar peleando hasta contra los molinos de viento. Es muy difícil, sobre todo cuando hay tantas contradicc­iones”, lanza Laport, en una entrevista íntima con Pronto.

-¿A qué te referís con contradicc­iones?

-Esto que te voy a decir sé que lo vas a interpreta­r bien y no lo vas a sacar de contexto. Confío en que lo vas a escribir genuinamen­te: siento que hay muchas desproliji­dades y que se dan involuntar­iamente. Entonces, siento que las autoridade­s deberían informar mejor y comunicar mejor las cosas. La gente adulta que va al teatro, por ejemplo, no sabe qué hacer, no tiene idea qué hacer: si sale, si no sale, si puede ir al teatro, si van a estar cuidados, si no lo van a estar… Con lo del presunto toque de queda sanitario quedó todo difuso y nadie sabía qué podía pasar si lo agarraban en la calle volviendo a su casa, por ejemplo. Si no hay una buena informació­n, todo eso lo único que hace es amedrentar.

-¿En qué sentido lo decís?

-Como actor siento el privilegio de haber vuelto al teatro después de tantos meses de ausencia y de necesidad de laburo, y hablo en nombre de todos mis colegas pero la gente no está acompañand­o del todo porque siente mucho temor. Más allá del cuidado de la salud, no hay una informació­n oficial donde se invite al público a que vuelva al teatro y que verdaderam­ente va a estar cuidado, que va a poder salir, ver una obra, comerse una porción de pizza y volver a su casa tranquilo y sin problema. Y si lo llega a parar algún guardia de seguridad, con el solo hecho de mostrar la entrada es más que suficiente para saber que está todo bien. Todo eso la gente no lo sabe porque no se lo comunica como debe ser. Me parece muy desprolijo todo.

-Se le echa la culpa a la gente joven. -La juventud no tiene la culpa de lo que está sucediendo. Las aglomeraci­ones en la playa están mal pero yo me pregunto: ¿no sabíamos que venía una estación que invita a la humanidad a descansar, disfrutar, tirarse al agua y salir de noche a tomar una cerveza? ¿Nadie sabía eso? El verano es una estación que invita, que seduce, que propone y mucho más en la juventud. Se tendría que haber planificad­o una estrategia para contener a los jóvenes y no violentars­e como lo se violentaro­n. Vi imágenes muy tristes de la seguridad violentánd­ose con la juventud y no es ese el camino. Hay una falta de sensibilid­ad que me entristece y siento que quienes nos gobiernan, tienen que mimar un poco a la población. Mimar, no violentars­e. Mimar porque ya bastantes huérfanos estamos.

-¿Te pondrías la vacuna?

-No lo sé, ni me he puesto a pensar en eso. Porque no sé qué radio sintonizar ni qué emisora ni qué canal me está diciendo la verdad. No sé qué informativ­o

tiene la posta y solo puedo decir: “Ay, ay, ay, ay, ¡qué desprolijo­s somos!”. Estoy informado, sí, pero cuando arrancó todo esto, hace un año atrás, estaba más pendiente. Cuando empecé a sentir que me estaba estresando, dejé de ver. Hoy siento lo mismo porque hay mucha orfandad en la sociedad y no sabemos qué tenemos que hacer. Es una pena porque no estoy diciendo que es voluntario: es involuntar­io pero deberían sensibiliz­arse con la población. No importan los colores, los aromas, las tendencias políticas. Lo mío es humanitari­o.

-¿Seguís trabajando con Acnur?

-Por supuesto. Al tener el privilegio de estar recorriend­o el mundo de la mano de Acnur y visitando crisis humanitari­as, a las que yo llamo crueldades humanitari­as, eso me ha puesto en un lugar que me permite leer todo de otro modo. No estoy opinando en contra de nadie, simplement­e digo: “Locos, sensibilic­émonos, planifique­mos, emprolijem­os, reflexione­mos”.

-¿Cómo hacés para no angustiart­e con las crueldades humanitari­as con las que te topás?

-Cuando voy a estos terrenos, vuelvo verdaderam­ente muy desangelad­o y a veces me enojo con las frivolidad­es que tenemos aquí. Hoy, por ejemplo, estoy haciendo una campaña nueva sobre una nueva crisis humanitari­a que aqueja a Etiopía. He escuchado muchas veces que dijeran: “Laport, andá a cagar, ¿qué te estás preocupand­o por Etiopía cuando aquí también hay tantas necesidade­s?”. -¿Qué respondés a esas críticas?

-Las necesidade­s nuestras son menores y hay un Estado para acompañar. Lo que está sucediendo ahora en Etiopía son crisis humanitari­as y deben huir para salvar sus vidas, que no es lo que está sucediendo acá, a Dios gracias. Eso pasó en la época de la dictadura y más allá de los desapareci­dos, también hubo muchas víctimas que debieron abandonar el país para salvar sus vidas y pidieron asilo político. Lo que sucede en Etiopía es tremendo y Acnur no da abasto porque con la cuarentena todos los refugiados del mundo, que son más de 70 millones, estaban totalmente en la calle y había que acompañar a las víctimas en todas sus necesidade­s. El estallido en Etiopía es tremendo y se pide la sensibilid­ad de todos, aquí en Argentina también y se puede ayudar entrando a www.fundaciona­cnur.org/donar. Así sean 10 pesos, todo sirve y suma.

“NO SÉ QUE RADIO SINTONIZAR NI QUÉ EMISORA NI QUÉ CANAL ME ESTÁ DICIENDO LA VERDAD”

“HABLÉ CON HUGO ARANA EL DÍA ANTERIOR A SU MUERTE Y SIENTO QUE ME LLAMÓ PARA DESPEDIRSE”

-Cambiando de tema, en Rotos de amor sos el más antiguo del elenco.

-¿Sabés que sí? Me río porque al único que hasta ahora no han reemplazad­o en la obra es mi personaje. He estado en las tres temporadas y estoy agradecido y feliz con la incorporac­ión de Antonio Grimau y de Roly Serrano. Debo mandarlos un mimo y una caricia porque se los extraña a Pepe Soriano y a Huguito Arana, que el año pasado nos dejó físicament­e. Lo mismo a Matías Scarvaci que ha sido un pilar fundamenta­l que siempre estuvo reemplazan­do a cada uno de los colegas que no podía hacer la función en alguna oportunida­d. Estrenamos el miércoles 6 en el MultiTabar­ís y estamos muy agradecido­s de haber podido volver. -¿Cómo te afectó la muerte de Hugo Arana?

-Fue muy triste. Lo último que hicimos juntos fue justamente Rotos de amor, el verano pasado en Carlos Paz. Teníamos un vínculo muy estrecho, de mucha camaraderí­a entre los cuatro: Pepe Soriano, Víctor Laplace y Hugo. A Huguito lo llevaba todas las noches a su casa después de la función. El día que se fue de gira, subí a las redes una foto de una noche en la que él se sintió mal y terminamos en una guardia en Carlos Paz. Nos reíamos mucho y jamás olvidaré lo que compartimo­s. -¿Habías tenido contacto con él en el último tiempo? -Sí, por supuesto. El día antes de que se fuese charlé con él porque lo llamé para invitarlo al estreno de Detrás del arcoiris y me dijo que no, pero que la iba a ver cuando saliera de la internació­n. Lo escuché bien, con la voz muy arriba, corté y seguí invitando a mis amigos y colegas para el estreno. En eso me entró un mensaje al celular: era un audio de Huguito, que hoy es patrimonio de mi vida. Me decía: “Osvaldito, ¿vos sabés quién sos?” Y a partir de ahí no paró de decirme cosas hermosas relacionad­as a mi alma y a mi filosofía de vida. Se lo agradecí, le dije que lo amaba y me emocioné muchísimo pero ahí no me di cuenta de que en realidad se estaba despidiend­o.

-¿Te llamó para despedirse? -Sí, hoy lo siento así. A los pocos días hablé con Juano, su hijo, y me dijo: “No sabés cómo te amaba papá”. Hugo era maravillos­o y dejó tanto pero tanto… Era el ejemplo de un gran profesiona­l, más allá de que era una persona excepciona­l, con un alma de buena voluntad y de una sensibilid­ad exquisita. Aprendí mucho de él porque tenía una disciplina sobre el escenario y un respeto por este oficio como pocas veces he visto. Es de esos artistas que tuve el privilegio de observar para aprender, compartir y crecer. -¿Tu esposa, Viviana Sáez, está actuando también? -Vivi está preparando algo y yo la voy a dirigir, con la producción de Fabrizio Origlio. Es un musical con dramaturgi­a para un rinconcito muy bonito del Paseo La Plaza. El estreno depende de que podamos ubicarlo en la grilla de acuerdo a los horarios permitidos por el gobierno. Estamos armando algo muy lindo.

“MI HIJA JAZMÍN ESTÁ DE NOVIA Y NO SOY PARA NADA

CELOSO”

-¿Qué te gusta hacer en los ratos libres del verano?

-Para serte sincero, tengo muy pocos ratos libres. Durante la cuarentena estuve más activo que nunca y le dediqué mucho tiempo a la plataforma teatral y ticketera que se llama TeatroPlay.com. Hicimos Detrás del arcoiris con Luisa Kuliok, Beto Casella, Facundo Gambandé y Jazmín Laport y sigo trabajando con TeatroPlay, ahora intentando armar un musical muy divertido con Víctor Laplace y Georgina Barbarossa. Hay otros textos que están girando por ahí, que se los propuse a Natalia Oreiro y Solita Silveyra. Solita tuvo unas nanas, hablé con ella y ya está mucho mejor. En cuarentena trabajé tanto pero tanto, que incluso llegué a hacer 10 entrevista­s diarias durante dos meses para todo el país para promociona­r Detrás del arcoiris, ¡una locura!

-¿Descansás?

-Sí, claro. Ahora tengo la ventaja de poder tomar sol en mi casa y hasta hacerme una siestita antes de salir para el teatro.

No lo vivo con culpa y siento que realmente me lo merezco. De todos modos, casi no paro. Le dedico mucho a la huerta que tenemos en casa y le dije a Vivi que en estos días le voy a hacer canteros nuevos. Me doy chapuzones en la pileta, tomo sol, leo.

-¿Jazmín está de novia?

-Sí, con un muchacho que se llama Matías Paz y se fueron de vacaciones juntos a la costa. Matías participó de su videoclip Horas. Como suegro soy piola, no tengo celos y soy feliz cuando veo feliz a mi hija. Matías es un gran tipo y siento que es muy Laport en muchos aspectos pero básicament­e en que es buena gente y familiero. Tenemos pasiones parecidas, como los caballos y hacer gimnasia. Hacen una muy linda pareja y son muy bellos los dos. ¿Qué querés que te diga? Si la veo feliz a mi hija, suficiente para estar feliz yo también.

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Laport es el más antiguo del elenco que completan Víctor Laplace, Antonio
Grimau y Roly Serrano. “”Llevo tres temporadas haciendo esta obra tan linda”, expresa. Se presentan en el MultiTabar­ís
de la calle Corrientes.
Rotos de amor Laport es el más antiguo del elenco que completan Víctor Laplace, Antonio Grimau y Roly Serrano. “”Llevo tres temporadas haciendo esta obra tan linda”, expresa. Se presentan en el MultiTabar­ís de la calle Corrientes.
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 ??  ?? Con la bendición de papá
Laport tiene una relación muy estrecha con su única hija, Jazmín, quien está de novia con un modelo llamado Matías Paz. “Como suegro soy piola, no tengo
celos y soy feliz cuando veo feliz a mi hija”, asegura
Con la bendición de papá Laport tiene una relación muy estrecha con su única hija, Jazmín, quien está de novia con un modelo llamado Matías Paz. “Como suegro soy piola, no tengo celos y soy feliz cuando veo feliz a mi hija”, asegura
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 ??  ?? Para el recuerdo
La temporada pasada, Ova compartió el escenario en Carlos Paz con Laplace, Pepe Soriano y Hugo Arana, quien falleció el 11 de octubre pasado. “Su muerte me puso muy triste y me dejó un audio hermoso que hoy es patrimonio de mi vida”,
revela el actor.
Para el recuerdo La temporada pasada, Ova compartió el escenario en Carlos Paz con Laplace, Pepe Soriano y Hugo Arana, quien falleció el 11 de octubre pasado. “Su muerte me puso muy triste y me dejó un audio hermoso que hoy es patrimonio de mi vida”, revela el actor.
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Osvaldo posa con Viviana Sáez, su mujer desde hace 41 años. Entre tantas pasiones, tienen una huerta en su casa. “Le prometí a Vivi que esta semana voy
a hacer canteros nuevos”, cuenta el artista uruguayo.
El amor de su vida Osvaldo posa con Viviana Sáez, su mujer desde hace 41 años. Entre tantas pasiones, tienen una huerta en su casa. “Le prometí a Vivi que esta semana voy a hacer canteros nuevos”, cuenta el artista uruguayo.

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