“ME GUSTÓ QUE SOFÍA HAYA RECONOCIDO QUE ES TAN CABRONA COMO YO”
El artista, de vacaciones por Carlos Paz, recibió a Pronto y habló de todo: cómo sobrelleva la pandemia del coronavirus, sus cuidados por ser paciente de riesgo, la fascinación por la radio, su vínculo con su ex Ana Sans y el fanatismo que sintió por Masterchef Celebrity, donde su hija Sofía llegó a instancias fifinales. “Cuando se enojó porque le habían cambiado el lomo reconoció que es cabrona porque se crió conmigo y eso me gustó mucho”, se ríe Aníbal
Aníbal Pachano (65) ya tiene su año laboral planificado y firmó contrato con la productora La flia para participar de Corte y confección especial famosos, que saldrá al aire por El Trece. Pero antes de volver a la televisión, se tomó unos días de descanso en Villa Carlos Paz, una ciudad en la que ha hecho diversas temporadas de teatro hace algunos veranos y de la que conserva siempre los mejores recuerdos puesto de que chico también vacacionaba con su familia en las sierras cordobesas. Invitado por su amiga Virginia Gallardo, con quien además está haciendo radio, Aníbal llegó a Córdoba para fin de año y recibió el 2021 junto a la vedette y un grupo de amigos en el Hotel Distrito, propiedad de la familia de Martín Rojas, el marido Gallardo. Con una vista privilegiada frente al lago San Roque, Pachano pasó varios días disfrutando del paisaje serrano, se dio chapuzones en la piscina, descansó y jugó con la simpática Martina, la beba de Virginia y Martín. “Me vine a pasar las fiestas a Carlos Paz y siempre que vengo la paso espectacular”, se sincera el papá de Sofía Pachano (32) y ex marido de Ana Sans (65).
¿Cómo arrancaste el año, Aníbal? -Bien, muy bien, re lindo. Me vine a Carlos Paz a recibir el año nuevo con ami gos y justo se dio la posibilidad de poder hacer el programa de radio con Virginia Gallardo desde Carlos Paz así que cerró todo bárbaro. Lo transmitimos desde el Soho, que es el otro hotel del marido de Virginia y salió muy bien desde ahí. Hicimos unos programas divinos y decidí extender el descanso y quedarme dos semanas más.
La radio es un mundo nuevo para vos, ¿no?
-Sí, un poco sí y me encanta. Ya había hecho Aló Pachano en Radio La Isla pero era un programa nocturno y tenía muchas ganas de hacer uno de día. Ahora Aló Pachano es diurno y al ser un magazine, tiene un poco de todo y hablamos de política, actualidad, espectáculos, salud, hay humor. Sacamos por teléfono a científicos, a figuras del espectáculo y estoy re contento con el proyecto. Ojalá que a partir de lo digital, se expanda un poco más todo y no solo haya radios AM y FM sino también digitales. Soy parte de ese proceso.
Te noto entusiasmado.
-Es que me encanta hacer radio. Realmente me apasiona y en el programa estoy con Virginia y con el doctor Carlos Kambourian. Salimos por Radio Tu, que se puede escuchar también por YouTube o vía Facebook desde la aplicación de Radio Tu. Va los lunes, miércoles y viernes de 12 a 14 y a partir de febrero hay un cambio de horario, que seguramente será de 10 de la mañana a 13. También voy a estar en Corte y confección, ya hice algunos videítos y tengo mucho vestuario preparado para ponerme en el programa. Además, Luis Ventura me eligió para conducir el Martín Fierro Federal junto a Sofía Jujuy Jiménez y me encantó la experiencia. Fue otro gran desafío.
Un verano atípico para vos, sin hacer teatro.
-Sí, pero hace un tiempo ya que no estoy haciendo temporada de verano. Estoy bien, estoy más abocado a hacer otras cosas. El año pasado me fui a Chile para el Festival de Viña del Mar y me quedé haciendo televisión en Santiago hasta que llegó la pandemia y me tuve que volver. Con la cuarentena, me puse a trabajar para Artistas Solidarios y a colaborar con los varados por el mundo, luego empecé a pensar un espectáculo que tuviera que ver con la pandemia en pandemia, con actores, bailarines y cantantes y a partir de ahí generar un proyecto distinto.
“ME ENCANTA HACER
RADIO CON VIRGINIA GALLARDO PORQUE ES UNA CHICA MUY
INTELIGENTE”
“SOFÍA ES UNA ARTISTA QUE TIENE UNA GRAN VOCACIÓN DE APRENDER Y DE ESTAR ÁVIDA DE SABER MÁS”
¿Cómo te afectó la pandemia en lo personal?
-Si lo tengo que hablar desde la soledad, no me afectó porque yo vivo solo hace muchos años así que eso no fue problemático. Simplemente que viví muchos procesos porque cuando llegué de Chile, me tuve que quedar en un hotel aislado hasta que me fui a mi casa. Recién dos meses después salí por primera vez a la calle y era solo para ir a comprar y desinfectar todo. Me sirvió para reordenarme y como estaba muy activo con los proyectos de Artistas solidarios y los varados por el mundo, me entretuve y colaboré. Por otro lado, empecé a pensar la radio y me puse a armarla y a producir todo. Se dio, Radio Tu creyó en el proyecto y me encantó volver a unirme con Virginia, con quien nos conocemos hace muchos años y es una copada y una mina muy inteligente que se puede meter en todos los temas.
¿Ser paciente de riesgo te limitó o te dio miedo en algún momento?
-No. Bah, traté de no hacerme la cabeza. Salí para hacerme los estudios en un momento porque tenía que hacerme la resonancia correspondiente y dieron bien los análisis. Me hice también los de diabetes y estaba todo estable. Sigue todo bien y estuve bien emocionalmente, que era y es lo más importante. Ponerte ansioso y más loco por lo que ya sucede, es al divino botón. Uno tiene que aprender que esta pandemia es algo con lo que tendremos que convivir y no es que falta poquito. Te diría que falta más de un año hasta que todo el mundo pueda estar vacunado, que lleguen las vacunas, que se organicen y más en un país que está muy complicado y donde todo es muy complejo en todos los sentidos: con órdenes, contraórdenes, marchas, contramarchas. Y todo eso genera una gran incertidumbre.
-Sin dudas. Al mundo del espectáculo fue al que más le afectó y del que menos se ocupó el gobierno y la Asociación Argentina de Actores, como siempre. Somos los últimos orejones del tarro y con lo del supuesto toque sanitario estuvo a punto de cortarse el teatro otra vez. ¡Una locura!
¿Qué pensás de eso?
-Lo del teatro realmente me preocupa porque hay gente que ha invertido mucho dinero y si vos podés viajar en un avión apilado uno al lado del otro, no entiendo por qué no podés entrar en una sala de teatro con distancia y con barbijo. ¡Cosa rarísima! Los protocolos se aplican de manera arbitraria y no con estudio y eficiencia. Eso sé perfectamente cómo está funcionando porque lo tengo al doctor Kambourian al lado mío todos los días. No se resuelven las cuestiones delegándole a cada provincia la responsabilidad de decidir. Tienen que hacer testeos y tomar el compromiso de comprar las vacunas, sea la que fuere. Pero los convenios ya tienen que estar.
-¿Qué sentís cuando te enterás que hay fiestas clandestinas?
-Eso es lo que más me provoca bronca porque los pibes están inconscientes y hartos pero también parte de una conciencia de los padres. Es un tema de educación y la Argentina está sufriendo ahora décadas y décadas de una pésima educación. No solamente en los colegios y las universidades sino una pésima educación en la casa. Es una generación de chicos con padres que no superan los 40 pirulos, o sea que son tan chicos como los chicos. Eso genera cierto descontrol y una tirada de los pelos en todas las situaciones que se provocan. No hay una marcación de decir: “Bueno, hasta acá si, hasta acá no” y eso indefectiblemente genera un gran descontrol. Por ende mi generación, que seríamos los abuelos, tampoco tenemos mucho para hacer porque tampoco nos podemos meter en la vida de nuestros hijos y nietos.
Cambio de tema, ¿cómo viste a tu hija Sofía en Masterchef Celebrity? -Ay, divina, estuvo muy bien y eso me pone súper contento. Creo que ha demostrado una vez más que es súper profesional y una muy buena compañera, siempre abocada a su trabajo y aprendiendo. Sofía es una artista que tiene una gran vocación de aprender y de estar ávida de saber más. Eso la hace interesante como personaje. Fui muy fan del programa y no me perdí casi ningún programa. Si alguna noche no podía ver el programa, lo buscaba al día siguiente para mirarlo. Cuando le cambiaron el lomo, se enojó y dijo: “Soy cabrona, me crié con Aníbal”.
-Eso fue muy gracioso y yo me di cuenta quién se lo robó. No lo diré porque no me corresponde pero ella también se dio cuenta. Había un lomo que estaba lastimado y yo vi cuando el participante lo lastimó sacándole la piel. Está grabado, hay que ir al archivo y listo para darse cuenta. Igual ya no importa porque esa noche igual zafó y se llevó las dos medallas doradas. ¿Si veo genes cabrones en ella? Sí. Igual ya quedé como carne de cañón. ¿Viste cómo son los hijos con los padres? Todos somos el problema y sobre todo las mujeres van a tener más problemas con el padre. Está bueno que ella lo haya admitido, ¿no?
“SOY PACIENTE DE RIESGO Y TRATÉ DE NO COMERME LA CABEZA
EN CUARENTENA”
Con Ana se quieren mucho pero también pelean. ¿Cómo estás hoy con ella? -Sí, vamos y venimos porque cuando Ana se pone pesada, no le contesto. Ahora estamos bien, pasamos juntos la Navidad y luego cada cual tomó su camino. Yo me vine para acá y me despedí de Sofía porque se iba de viaje a México. Me traje el perrito de mi hija a Carlos Paz para cuidarlo y porque acá me dieron autorización para tenerlo en el hotel. Este espacio es muy lindo, hay un jardín amplio y el perro está feliz. Va, viene, corre. ¿Sofi se fue a México porque está saliendo con Santiago Ramundo?
-De eso no me dice nada. ¿Viste cómo es Sofía? Trabaja todo el tiempo, no para y no sé muchas cosas de su vida íntima porque no me cuenta. No me preguntes nada de este tema porque no te puedo contestar nada. ¡Ella no me dice nada! Hizo una nota muy crítica sobre las exigencias estéticas del cuerpo.
-Sí, me pareció muy interesante su postura. Las fotos que hizo en México salieron divinas y la leí el mismo día que salió porque ella me la mandó. Me pareció inteligente hablar de los cuerpos reales porque no todo el mundo es 90-60-90 ni flaco ni esbelto. Y no hay que estar anoréxico para ser una figura del mundo del espectáculo. Me da orgullo como papá saber que tengo una hija que piensa bien y que rescata los verdaderos valores.
¿Sufriste en lo personal estas exigencias estéticas de las que habla ella?
-Y, sí. Imaginate que mi mamá me bañaba tres veces por día porque tenía que estar siempre impecable, así que ya desde la cuna vengo con una mandato de perfección y de profesionalismo absoluto. Siempre tenía que ser el chico 10 y estar en perfecto estado. Pero no lo tomé nunca como una carga. Para mí fue parte de la vida y de un aprendizaje. Entonces, lo disfruto. Así como disfrutaba dibujar a los 7 años y no faltar nunca al colegio. Era Sarmiento en la escuela y también en la universidad, donde no falté ni un día. Siempre fui muy responsable y a la par del colegio tenía dos trabajos a la vez. Así fui toda mi vida, con una gran conducta que seguí hasta el día de hoy en el ambiente artístico.
¿Cuándo dejaste de bañarte tres veces al día?
-¿Podés creer que mi mamá me bañaba tres veces? ¡Qué pesada! Igualmente me baño bastante y sigo siendo así de pulcro. Bueno, Sofía también lo es y con Ana nos complementábamos: ella siempre estaba muy prolija y nosotros como familia siempre conservamos un cuidado estético muy particular. Por eso habremos estado juntos tantos años. Uno se va pegando con las personas con las que tiene afinidad. De chiquita, Sofía decía que yo la peinaba tan tirante que le sacaba los rulos. Esas conductas se van transmitiendo y por eso mi hija es tan pulcra y ordenada. Tiene la misma autoexigencia que tiene su mamá y que tengo yo.
¿Viste obras en Carlos Paz? ¿Sos de ir a ver a tus colegas?
-Sí, me encanta. Vi a mis amigos de Il Nuevo, que es un dúo de cantantes tucumanos y son divinos, muy amigos míos. También vi a Flavio Mendoza con Flor De la Ve y Juan Pablo Geretto en Tres empanadas y a Angel Carabajal en América show. Están muy bien y son espectáculos de mucha calidad y muchísimo despliegue. Es un momento complicado, se han jugado todo y por eso me da bronca cuando quieren cerrar los teatros. No es momento para eso. Ya está cerrado el teatro independiente y tuve varias reuniones para que se vuelva a abrir. Hay un montón de artistas que están sin un mango y no pueden comer ni pagarse un alquiler. Eso me angustia porque es injusto. Se mantiene a cuanto vago circula por la Argentina y hay gente que trabaja, que tiene ganas e ideas y no se le permite desarrollarlas. ¡Es muy injusto! Van a tener que subsidiar un poco a los artistas callejeros porque ¿qué pretenden que coman en el 2021? Es una locura.
¿Tuviste que ajustarte en lo económico?
-Sí, como todos. Yo me ajusto y aprendí a comprar de otra manera. Hay cosas que uno compra y no necesita y tuve que rever eso. Aprendí a ordenarme y a manejar la situación desde otro lugar. Deseo que este año las cosas cambien, que el país se pueda reordenar y que podamos tener una vacunación en paz, con tranquilidad y sin estrés. El puterío político barato genera una angustia innecesaria en la gente en un momento donde todos tenemos que tener relajados el cuerpo y la cabeza para luchar contra un virus que es absolutamente peligroso. Y del que no se sabe casi nada. Tenemos que aprender a convivir, a respetar y preocuparnos por el otro, a ser conscientes para no contagiar a los demás y a higienizarnos como corresponde. Es una guerra bacteriológica y tenemos que estar unidos para ganarla.