Pronto

“SIENTO QUE LA VACUNA ES MI BOLETO A LA LIBERTAD”

Andrea Chiarello está al frente de este espacio que tiene una doble misión: dar informació­n y ofrecer contención. Se emite desde Latinoamér­ica para todo el mundo de manera simultánea.

- Tatiana Cuschnir Fotos: Album personal Gonzalo Vázquez

Al ser diabético y por lo tanto grupo de riesgo, la pandemia trajo muchos cambios en su vida y en especial en su trabajo como notero de Intrusos. Desde marzo del año pasado dejó de salir al aire y tuvo que quedarse en su casa haciendo tareas de edición y producción. El 11 de marzo se dio la primera dosis de la vacuna y ahora se ilusiona con volver a poder recuperar su vida normal, aunque reconoce: “Me cuido de esta enfermedad porque me va a acompañar toda la vida”. Sin embargo, el 7 de abril tanto él como su novia dieron positivo de coronaviru­s

Acostumbra­do a trabajar todo el tiempo en la calle y haciéndole entrevista­s a las personalid­ades más famosas del espectácul­o argentino, la vida de Gonzalo Vázquez cambió radicalmen­te con la llegada del coronaviru­s. A pesar de que tiene 28 años, el cronista de Intrusos se encuentra dentro de la población de riesgo por ser diabético, y desde marzo del 2020 que no se lo ve en la pantalla de América haciendo sus tareas habituales. Dedicado a la producción del programa desde hace un año, el periodista vio una luz de esperanza cuando le dieron turno para vacunarse contra el covid. “Siento que esta vacuna es mi boleto a la libertad. Sin ella no tendría certezas de un regreso. Ahora el camino empieza a despejarse”, escribió emocionado en su cuenta de Instagram el 11 de marzo pasado luego de darse la primera dosis. No obstante, la gran noticia, a un mes de aplicarse la vacuna, el periodista se contagió coronaviru­s al igual que su novia, Agustina Lucero. Y aunque él dio negativo, a los pocos días comenzó a tener síntomas como fiebre, dolor de cuerpo, tos, cansancio y pérdida de gusto y olfato. “Si bien soy de riesgo por tener diabetes, la vengo llevando mejor de lo que hubiera imaginado. Segurament­e la primera dosis de la vacuna esté influyendo”, expresó en sus redes sociales. En una entrevista con Pronto, Gonzalo habló de la angustia que vivió durante los últimos meses, y de su deseo de volver a trabajar fuera de su casa.

-¿Cómo viviste tu vacunación?

-Estoy emocionado, pero en esta situación puntual no estoy contento. Hay mucha gente que la está pasando mal, hay gente de riesgo que tendría que tener el mismo beneficio que tuve que yo, que hice todo por derecha. Siento que te cambia la vida, en el sentido de que podés volver a pensar en tu futuro. No me gusta decir ‘estoy re contento’, porque yo me anoté a principios de enero y a los dos días anoté a mi abuela, los dos por la misma página porque estamos en Provincia de Buenos Aires...y a mí me vacunaron y a ella no, que tiene 78 años. Entonces mientras mi familia no esté vacunada no voy a estar contento porque voy a seguir teniendo miedo por la salud de la gente que quiero.

-En el posteo que hiciste en tus redes sociales contaste que accediste a la vacuna por ser grupo de riesgo por tener diabetes, ¿habías hablado públicamen­te de tu enfermedad?

-Es un tema que por suerte jamás sentí la necesidad de ocultar. Hay mucha gente que oculta la enfermedad cuando va a una entrevista laboral por miedo a que no lo contraten. La cuarta cosa que dije

en América hace casi cinco años cuando fui a buscar trabajo es que tenía diabetes. No tengo ningún tipo de prejuicios ni tabú frente a esto, la tengo desde los siete años y jamás la enfermedad fue un impediment­o para mí, pude desarrolla­r mi vida personal y laboral sin ningún tipo de inconvenie­ntes. Por eso el covid fue un balde de agua fría, porque más allá de ser amigo de mi enfermedad, sé ahora que es una enfermedad que me puede jugar una mala pasada en situacione­s como esta. Por primera vez sentí dos cosas: la primera es que a pesar de ser amigo de la enfermedad y tenerla controlada, no es una boludez. Y la segunda saber que es una enfermedad que ante algún hecho como es el covid, te puede dejar afuera del sistema laboral, te puede dejar en tu casa aunque vos no tengas ganas. Y eso para mí fue un gran aprendizaj­e, saber que voy a convivir con esto, si todo sale bien, durante muchos años más. -¿Dejaste de trabajar como cronista en Intrusos apenas comenzó la pandemia? ¿Cómo fue la actitud del canal? -Terminé la temporada de verano en Mar del plata la primera semana de marzo de 2020. A los tres días me fui de vacaciones con mi novia a Cartagena, todavía no había casos en Latinoamér­ica, y cuando volvimos casi nos quedamos varados pero pudimos volver con uno de los vuelos de repatriaci­ón. En ese momento ya regía el decreto del presidente que licenciaba a las personas de riesgo de su trabajo, así que volví al país sin reincorpor­arme. El canal siempre se portó súper bien conmigo, nunca tuve ni un reproche ni un sueldo atrasado. Desde ese momento estoy trabajando en Intrusos en la producción. Por eso siento que tengo que ser agradecido con la empresa. Desde que volví de Cartagena yo no pude hacer lo que hacía, que eran móviles, notas y piso de vez en cuando. Así que tuve que adaptarme a este rol nuevo que es la producción, hasta que me permitan volver. -Vos estabas todo el tiempo en la calle, ¿cómo viviste este año de trabajo alejado de las cámaras y de lo que hacías siempre?

-Mi trabajo era muy distinto. Yo a veces tenía notas a las cinco de la mañana y para mí era una vida hermosa. Esto es otra cosa, ahora hago graphs, hago informes, hago rutina, invitados, pero es otra cosa. Entonces los primeros meses fue algo motivador porque estaba aprendiend­o un montón de cosas, nutriéndom­e como profesiona­l, pero cuando empezaron a pasar los meses y ya había aprendido a hacer esas cosas, dije ¿qué hago ahora? En el plano personal algunas cosas me sirvieron, terminé un posgrado que tenía pendiente la tesis, me puse a estudiar inglés, hago gimnasia en mi casa...pero la verdad es que el turno de la vacuna llegó en el momento justo porque no sé cuánto tiempo más iba a poder aguantar estando en mi casa sin tener alguna mínima certeza.

-¿Te jugó muy en contra no saber qué es lo que iba a pasar y no tener una perspectiv­a de cuándo ibas a poder volver al trabajo?

-Sí, tuve cambios de humor, días en los que no me podía levantar de la cama. Por eso resalto que las personas que no vivieron esto o no viven su trabajo como lo vivo yo, jamás podrían entenderme.

Si me pongo a pensar en el contexto del país, en la situación que estamos atravesand­o, la pobreza, la falta de laburo, la verdad es que parezco un pelotudo diciendo esto. Pero yo me esforcé mucho para llegar y fueron meses de absoluta tristeza, de bronca, de sentir injusticia­s tremendas, porque el gobierno me decía que tenía que trabajar en mi casa pero al mismo tiempo permitían el velorio de Maradona que fue multitudin­ario. Me parece que el cuidado de la salud, y lo hablo desde la perspectiv­a de una persona que tiene diabetes desde hace 21 años, es una cuestión integral, porque si me dejás encerrado en mi casa un año por el covid, me terminás haciendo mierda la cabeza. Entonces es muy fina la línea de cuidarte a descuidart­e. Hoy en día en el decreto no dice que la gente de riesgo que ya está vacunada puede volver a trabajar, al menos por ahora. Por eso no sé todavía cuándo me voy a reincorpor­ar. -Hablás de la importanci­a de la salud mental, ¿hiciste terapia durante este tiempo?

-Intenté anotarme en terapia, tenía ganas,

“ME SHOCKEÓ QUE RIAL HAYA DEJADO INTRUSOS”

pero había algo que me trababa y no sé explicar qué es. Segurament­e sea el prejuicio de decir que me quejo de lleno. Me apoyé mucho en mi familia, en mi novia, en mis amigos, que durante un año no los ví. A mi familia los ví de vez en cuando y siempre con barbijo y protocolo. Hay gente que no se toma a la pandemia así, pero yo sí. Me daba mucho miedo contagiar a mi familia, ¿qué hago si llego a contagiar a mis papás? No me alcanzaría la vida para perdonarme.

-¿Tus papás son de riesgo?

-Mi papá tiene 60 y problemas cardiovasc­ulares, y mi mamá tiene 54 y tiene presión arterial así que también es considerad­a de riesgo. Por eso estoy emocionado pero no contento por lo de la vacuna, porque las personas que forman parte de mi círculo no están vacunadas todavía. Yo me vacuné con la Sinopharm que no está autorizada para mayores de 60 y eso también fue un alivio porque no sentí que le estaba sacando la vacuna a mi abuela, aunque no dependiese eso de mí.

-¿En algún momento de todo este tiempo te enojaste con lo que estabas pasando?

-Sí, y no te digo el año pasado, para mí este enero fue el peor mes de la pandemia. Estaba enojado con la vida. La cabeza se te da vuelta, estaba enojado, malhumorad­o, sin ganas de levantarme de la cama, tenía sueño, ganas de dormir todo el día. Me levantaba, trabajaba y me acostaba, se me estaban yendo las ganas de todo. Entonces yo decía, ‘¿me estaré convirtien­do en alguien que no quiero ser?’ Pero la vacuna llegó en el momento justo, creo que lo que más hay que valorar es la vida, por sobre todas las cosas. En mi caso particular me pasó que tenía sueño, que no tenía ganas de trabajar, de salir a pasear, de nada. No había algo que me motivara a pensar en el futuro, porque no tenía futuro sin vacuna. Me costaba mucho entender por qué me estaban haciendo esto, no el canal, sino las decisiones del gobierno.

-A pesar de lo malo te pasaron algunas cosas buenas como que te fuiste a vivir con tu novia, ¿cómo va la convivenci­a? -Es la primera vez que convivo con alguien que no es de mi familia original y la verdad es que nos llevamos muy bien. Nos complement­amos muy bien, yo barro y ella le pasa el trapo al piso. Nos amoldamos mucho, siento que somos el uno para el otro. En este camino fue un sostén importante poder contar con su presencia y su apoyo incondicio­nal. No sé si hubiera podido solo.

- Además fuiste tío…

-Sí, fui tío. Nació Giovanni, el hijo de mi hermana. Ya tiene siete meses. Cuando nació yo todavía vivía con mi mamá y mi hermano, entonces cuando mi hermana salió del hospital vino hasta la puerta de casa y lo vimos desde lejos y ellos adentro del auto. En estos siete meses lo ví solo tres veces, pero también es una forma de cuidarnos entre todos.

-¿Cómo viste los casos de covid de algunos famosos que la pasaron mal como Carmen Barbieri?

-Fue tremendo, porque encima Carmen es una persona que siempre se ha cuidado. Pero como le pasa a muchos argentinos, por la economía y por la cabeza, no pudo dejar de trabajar, y se contagió ahí. Y para mí cuando se habla de un tema siempre el límite es la salud, si hay alguien jodido de salud, no lo juzgues. Yo subo en mis redes fotos de noticias de famosos, y me llamó la atención como criticaban a Lapegue por haberse ido de vacaciones siendo de riesgo, y él estaba muy mal. Entonces me llamó la atención, que la pandemia también mostró lo mejor y lo peor de cada uno.

-Vos dejaste de trabajar como cronista con Jorge Rial conduciend­o Intrusos

y cuando vuelvas van a estar Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, ¿cómo viste la salida de Jorge?

-Me shockeó. No porque no era algo que no se estuviese hablando, los rumores siempre están. Pero me shockeó porque él fue una de las personas más importante­s para mí, me dio una gran oportunida­d. La primera oportunida­d fue cuando me abrieron las puertas y me dejaron formarme. Y después fue él, porque me dio un lugar y me ayudó a formar mi estilo, entonces me dio cierta nostalgia que se vaya. Ese día sentí que lo iba a extrañar, no por Adri y por Rodri que son excelentes compañeros y re laburadore­s, pero sentí lo mismo que sentí cuando tenía 13 años y se separaron mis viejos y mi papá se fue de casa, aunque suene exagerado, sentí lo mismo.

-¿Pudiste hablar con él?

-Le mandé un mensaje, le hice un posteo, todo. Pero nosotros no hablábamos desde marzo. El posteo que hice fue porque me daba mucha lástima que se vaya, porque siento que él hizo un montón por mí, yo siento mucho aprecio por él. -¿Cómo ves el programa ahora con Pallares y a Rodrigo en la conducción? -Bien, me gusta. Lo veo bien, con una impronta que tiene que ver con ellos, con mucho laburo. Me gusta el ritmo que se le va encontrand­o, las decisiones de producción que se van tomando, el rol que va asumiendo el panel. Y también el compromiso que hay. El otro día pasó algo cerca de la casa de Rodrigo y él fue a cubrirlo, entonces eso te tira para adelante, porque si el conductor labura así, todos tenemos que laburar a la par. Entonces eso te va motivando.

-¿Y los cambios en el panel y la salida de Débora D’Amato?

-Durante el 2020 pasaron muchas cosas y cambios con respecto al panel y yo lo viví desde mi confinamie­nto total. Hablé con Débora, como hablé en su momento con Guido (Záffora) y Dani (Ambrosino). A mi todas las partidas me generan nostalgia, tristeza, y más cuando son personas que yo considero que son buenas. Todas las personas con las que trabajé en Intrusos siento que son buenas personas, no tengo nada para decir de nadie.

Después los temas internos la verdad es que no te sé decir porque bastante mal tenía la cabeza yo como para estar preguntand­o qué onda esas cosas. Que hablen los protagonis­tas, o la protagonis­ta, y ya está.

-¿Qué deseos tenés para este año? -Volver a trabajar y hacer lo que me gusta. Que todas las personas se puedan vacunar y que podamos salir adelante. Que las personas que estén buscando trabajo lo puedan conseguir. Yo quiero volver a ser el mismo de antes, yo tenía miedo de no volver a ser el mismo de antes, pero quince minutos después de haberme vacunado me di cuenta de que no, que había sido un momento, y eso me dejó tranquilo.

-¿Y en tu profesión?

-Me encantaría llegar a conducir un programa. Soy consciente de que me falta mucho y que este año que no trabajé perdí mucho, eso es algo que también me enoja. Pero por sobre todas las cosas me gustaría generar empatía con la gente. Me acuerdo de una frase que me dijo Pallares cuando terminé la temporada de verano en 2020, algo así como ‘no meriendes la cena’, como que no me adelante, que esto es paso a paso. Y esa frase me marcó, más teniendo en cuenta esto del covid. Y a nivel general me gustaría tener salud, ser feliz, que mi familia esté bien, poder ser feliz con la persona que quiero tener al lado, y seguir cuidándome como me cuido de esta enfermedad que me va a acompañar de por vida.

“HUBO DÍAS EN LOS QUE NO PODÍA LEVANTARME DE LA CAMA”

El 22 de febrero fue un día clave para Andrea. Ese día, el mundo entero podía ver su sueño hecho realidad. En televisión, desde los estudios de Argentina, se emitía para todo el mundo, un programa dedicado a dar respuestas, resolver dudas, compartir tips e informació­n sobre crianza para la familia entera.

‘Mamás felices’ es un programa que tiene contenido de interés, avalado por profesiona­les de alto nivel académico provenient­e de muchos países pero en un tono que resulta entretenid­o y atrapante para todos. Hasta el momento, el ciclo ha contado con la presencia de La Licenciada en Psicopedag­ogía Liliana Gonzalez que desde Córdoba, Argentina habló de la problemáti­ca de Los niños y las pantallas; La Neuropsicó­loga pediátrica Carina Castro Fumero, desde Washington Estados Unidos quien abordó la salud mental de los niños en su crecimient­o y también, los embarazos estresante­s. También participó la Socióloga Sandra Bucafusca para hablar, entre otras temáticas, del Feminismo Comunitari­o en Latinoamér­ica y la Licenciada en Ciencias para la Familia y Consultora Psicológic­a Analia Forti, que habló de educación en tiempos de Pandemia y la nueva educación en Latinoamér­ica y el médico infectólog­o Luis Bavestrelo, desde Chile.

Pero la lista no termina acá, ‘Mamás Felices’ también contó con la participac­ión de expertos como la Médica Pediátrica Patóloga Marta Cohen (quien fue condecorad­a por la Reina Isabel II), la Psicóloga Luisa Jimenez desde Colombia, El Cirujano experto en Medicina Estética Carlos Gil Picazo, entre muchísimos otros para acercarnos informació­n de suma importanci­a e interés. Por el programa también han pasado figuras reconocida­s del espectácul­o internacio­nal que han abierto su corazón y compartido su propia historia de vida, como Carlos Mata, Luisa Albinoni, Amanda Miguel y Diego Verdaguer, Orlando Petinatti, Carlos Perciavale, Carlos Mata y Carolina Papaleo.

Como si todo esto fuera poco,el ciclo tiene además tres segmentos destacados: “Mundo Fashion”, a cargo de la ex modelo y asesora de modas Lucía Miranda y “Secreos de Familia” con Maxi Lumbia, para conocer un poco más sobre las grandes historias del mundo del espectácul­o. Y por último, el momento especial dirigido a los más chicos, llamado “Primera Infancia” que, de la mano de Editorial Nazhira nos acerca juegos y entretenim­ientos para bebés y niños.

Un poco de historia

El concepto ‘Mamás felices’ surgió hace 3 años en ‘Productora 30’ en formato de encuentros y charlas en Buenos Aires y luego, recorriend­o todo el país. El evento tuvo mucha aceptación, creció y con la pandemia y su realizació­n vía streaming, despertó el interés de muchas personas de distintas partes del mundo. Andrea, su creadora, entendió que su proyecto tenía mucho potencial y pensó en la posibilida­d de transforma­rlo en un ciclo de televisión. Así fue que salió a golpear puertas y despertó el interés de los directivos de UCL TV, un canal que tiene su base en Uruguay y que distribuye en simultáneo su programaci­ón para todo Latinoamér­ica y el mundo desde distintos canales y plataforma­s digitales. Hoy, es un programa con enorme llegada y recepción en varios países

Podés ver ‘Mamás Felices’ todos los días por Flow, canal 567 de Cablevisió­n 16.30 hs de lunes a viernes y simultánea­mente estará al aire en Argentina, Uruguay, Paraguay, Estados Unidos, Chile, Perú, España, Colombia, México, República Dominicana y Panamá.

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