Más crédito para creer en las pymes
La palabra crédito proviene del latín y significa “creer” o “tener confianza”. Nunca mejor empleado el término si se aplica a las micro, pequeñas y medianas empresas, para las cuales el Banco Central dispuso recientemente mejorar las condiciones de acceso al crédito. A partir de este año, los bancos deberán aumentar del 5,5 al 6,5% del total de sus depósitos privados, el cupo de préstamos que obligatoriamente deben conceder a las pequeñas empresas. Desde que se lanzó, en julio de 2012, la Línea de Créditos para la Inversión Productiva (LCIP) asignó $ 100.000 millones a tasas negativas y plazos no inferiores a los tres años. En 2015, habrá $ 37.500 millones disponibles durante el primer semestre. El interés de estos préstamos también bajará del 19,5 al 19%, una tasa negativa comparada con la inflación, la que mide el Indec o cualquier otra. En el completo informe especial que publicamos en esta edición, incluimos todo lo que hay que saber acerca de estas líneas de financiamiento y, en especial, los casos de los emprendedores que las utilizaron, y accedieron a compartir sus impresiones y consejos con los lectores de Pymes. Era hora de que las políticas públicas se ocuparan del acceso al crédito para el sector más postergado de la economía, y no sólo para las grandes empresas. El financiamiento a tasas y plazos razonables es un fuerte incentivo para ganar mercados, aumentar la producción y el empleo, y mejorar la productividad y la calidad. Son acciones que contribuyen al desarrollo de la economía, del bienestar general y sus protagonistas, las pymes, la columna vertebral de cualquier economía moderna. Tener confianza en sus pequeñas empresas es la base de una nación integrada y comprometida con el avance de la sociedad hacia un futuro más promisorio.