Un camino que ya lleva 12 años
Ésta es la edición 150 de Pymes. Nació en 2004, cuando todavía se discutía si la recuperación económica era un viento de cola transitorio o si había llegado para quedarse. A lo largo de estos 12 años, si algo quedó demostrado, fue el papel de las pequeñas y medianas empresas en la reactivación que sucedió a la crisis de comienzos de siglo.
Desde aquellos primeros números (por entonces en un formato más grande, de suplemento), Pymes apuntó a proporcionar a los emprendedores herramientas aportadas por especialistas y, sobre todo, historias contadas por sus propios pares, en primera persona. En el camino, la revista modernizó su formato, y las pymes se multiplicaron. Según el Ministerio de la Producción, las pymes hoy emplean a siete millones de personas, además de otros cuatro millones de independientes y cuentapropistas, sobre una población económicamente activa de 20 millones.
La historia de nuestra nota de tapa es atípica, porque Los Grobo, hoy, son sinónimo de empresa grande, incluso con socios extranjeros. Sin embargo, en sus comienzos, hace tres décadas, lo hicieron montados sobre un campo mediano, como tantos que hay en la Pampa húmeda. Y Andrea Grobocopatel fue una de las patas sobre las que se fundó la compañía. Hoy nos cuenta su historia en un extenso reportaje, en una producción dedicada a las mujeres emprendedoras.
Los viejos bodegones, con sus cartas interminables y sus platos enormes, desafían el paso del tiempo y apenas sienten las cosquillas de los modernos “restó”. Pero, como en cualquier empresa, buscan estar al día con su público y no descartan hacerse una buena chapa y pintura. Te contamos algunos casos emblemáticos en el Dossier.
Nos vemos en octubre.