Nuevas tendencias en un negocio tradicional
En Buenos Aires, van apareciendo, aquí y allá, nuevos gimnasios despojados, con espaldares, alguna bolsa de arena, neumáticos, bandas colgantes y la palabra crossfit, en letras grandes, sobre un fondo fosforecente, pintada en alguna de las paredes. ¿Es una nueva moda, como las canchas de paddle o de Fútbol 5, en versión SXXI? Quién sabe. Son nuevas variantes de un negocio que nunca cayó: el de los gimnasios. Al igual que las canchas de paddle, los gimnasios irrumpieron en forma masiva hace ya tres décadas, pero la diferencia es que nunca más se fueron. Por el contrario, se fueron transformando en un negocio cada vez menos estacional, con un público adulto, que en no poca proporción dejó el cigarrillo y redescubrió la vida sana. Hay cadenas cada vez más poderosas y también emprendimientos que se van haciendo desde abajo, paso a paso, como el de la familia Rodríguez en Villa Urquiza, todos descriptos de manera detallada en nuestra Nota de Tapa. Hay 8.000 gimnasios: aun restando los que están en clubes y los que van siendo absorbidos por las cadenas, son miles de emprendimientos chicos, dedicados a una opción de vida que capta cada vez más público.
En el otro extremo, están los desarrolladores de alto impacto, que se pasan horas y horas haciendo análisis frente a la compu. Para ellos, este año, los fondos disponen de una chequera con US$ 37 millones. No es mucho, pero en una economía que sigue sin dar señales concretas de reactivación, al menos es la misma cantidad que hace un año. ¿Despegará la inversión de alto impacto en la Argentina? Lo indagamos en un completo Informe Especial.
El Dossier está dedicado a los emprendimientos para hacer jugar a los adultos. Atentos a este informe: ahí hay una veta de negocios que recién está asomando.