¿Y las “company builders”?
EL MODELO DE COCREACIÓN DE EMPRESAS PRETENDE ACHICAR EL MARGEN DE ERROR Y EL RIESGO. PERO, COPIAR IDEAS YA EXITOSAS EN OTRAS REGIONES, TAMBIÉN PUEDE FALLAR.
El temblor provocado por la crisis de Avenida.com pone sin duda en cuestión el modelo de company builder. Sobre todo, el basado en seleccionar emprendedores, más o menos probados, con el propósito de que lleven adelante réplicas de modelos de negocios ya exitosos en otros lugares del mundo, para supuestamente reducir los riesgos tanto de planificación como de ejecución.
Sin embargo, como no hay un emprendimiento igual a otro, tampoco una company builder resulta un calco de otra. Fundada en 2014, por ejemplo, en Poincenot confían en “crear empresas con el fin de que logren su madurez para autogestionarse”, como afirma Facundo Vázquez, cofundador y CEO de la iniciativa.
Por lo pronto, el año pasado invirtieron unos US$ 125.000 en Moon, una startup de préstamos online para capital de trabajo orientada a pymes y autónomos que ya genera ganancias, según asegura. “Se trata de la primera etapa de un plan de cinco años para reinvertir nuestras utilidades, por US$ 1 millón, en la creación de tres empresas de fintech”, indica Vázquez. Y añade: “También hicimos una inversión interna, de US$ 625.000 en productos de banca digital. En 2017, planeamos hacer lo propio con US$ 500.000 más en los dos proyectos y en algún otro que se presente”.
“Nuestro modelo se concentra en incubar el proyecto en el estudio y luego llevarlo a los emprendedores. Tenemos la convicción de que elegimos una industria, como la de fintech, que está creciendo y que se va a potenciar por la innovación tecnológica que impulsa el Banco Central”, subraya.
Liderado por Juan Santiago y Walter Abrigo, y con 20 socios, todos empresarios o CEO, a los que recientemente se sumó la Universidad Siglo 21, la cordobesa Incutex es otra muestra de company builder, en este caso ya con cinco años de trayectoria.
“En 2016, invertimos US$ 150.000 en tres compañías: CarguemosYa, Quiena y Samply, e hicimos follow on por otros 100.000. Cumplimos con el objetivo de meternos en el rubro de fintech y también pudimos validar la potencialidad del mercado de logística. En 2017, planeamos invertir entre 150.000 y 300.000 dólares. Buscamos emprendedores de agtech”, sostiene María Elena Provensal, su vocera.
“Aún no concretamos operaciones, pero sí empezamos a recibir ofertas de empresas grandes que quieren incorporar innovación en sus compañías mediante la adquisición de startups, y eso es una validación enorme. Creemos que muy pronto van a terminar de concretarse”, completa.
Alumbrado el año pasado, Polenta Ventures es un tercer caso dedicado a madurar startups, con el fin de generar propuestas de inversión de calidad por parte de fondos y aceleradoras. “Nuestro foco está en el desarrollo de compañías tecnológicas con aplicación industrial, para el agro y las finanzas. Tenemos planeado cofundar y desarrollar tres compañías en 2017”, indica Daniel Salvucci, su representante.